Ledezma.

3. Ningún hombre te puede tocar.

El aire vuela su vestido color blanco, y su cabello ondulado cae suavemente sobre sus hombros, estaba en una esquina frente del teatro esperando ver a sus amigos, suelta un suspiro y mira al otro lado, donde estaba la calle. Tenía media hora, ahí. Empezaba a creer que la estaban engañando y tanto que le suplico a su padre para que la dejaran ir, echando a perder su maquillaje o eso creía.

-Ashley- voltea a mirar al frente y se encuentra con Henry que le sonríe encantado- ¿Y los demás?

Sonríe nerviosa al ver que estaba sola con Henry, con el chico que le gustaba mucho, temía una camisa negra y pantalón de tela, con zapatos negros y su cabello estaba peinado hacia atrás, aunque sus ojos azules destacaban mucho más.

-No lo he visto, seguramente vendrán.

Henry asiente y la mira fijamente, como si la estuviera adorando.

-Estas preciosa.

Ashley sonríe feliz.

-Gracias, igualmente.

-¿Nos quedaremos aquí o prefieres entrar al teatro?

-¿Y los demás, no van a encontrar?

Henry sonríe y asiente, ambos se encaminan dentro del gran teatro y se sientan en los asientos donde se puede ver todo, pero, es un poco solitario, podía ver la otra planta donde hay más asientos, pero, hay pocas personas. Ya que, apenas la noche empezaba. Ashley, suspira y mira a su alrededor.

-¿Como te va?- el le pregunta- ¿Todo bien?

-Todo está bien, en mi vida, gracias por preguntar- le da una dulce sonrisa- ¿Y.. como va tu carrera?

-realmente, me estresa demasiado, aparte de que, empecé hace tres meses.

-Si, no se por que elegiste ser ingeniero si hace dos meses quería ser diseñador de interiores.

Henry asiente pensativo y se cruza de brazos.

-Es que, a veces cambian las cosas y no podemos tener control en ellas.

-Si.

-¿Estudiaras algo?

-Todavía estoy en duda, aunque mi padre me presiona demasiado.

-Hazlo cuando estés segura- le sonríe- todo estará bien.

Ashley se sentía mejor con esas simples palabras, además, viniendo del chico que le gusta estaba mucho mejor. Ninguno de sus amigos vino, y la obra estaba por empezar, Henry la mira fijamente al verla preocupada.

-No deberías preocuparte, se me hace que querían juntarnos.

Ashley se sorprende ya que ni lo pensó de esa manera, además, se sentía muy nerviosa. Les daría un buen sermón a sus amigos, por esa travesura. ¡Querían acelerar todo!

-Si, por lo que veo si, graciosos.

-¿Te sientes incómoda incómoda conmigo?

-No, en ningún momento.

-¿Segura?

Henry se inclina y Ashley puede sentir el olor a perfume.

-Si, muy segura.

-Bien, veremos la obra y luego.. -hace pausa dudoso- ¿Quieres comer helado conmigo?

-Si, estoy aburrida todo el día en mi casa, será bueno pasar mucho tiempo contigo.

Lo dice sin pensar y escucha la risa de Henry, que asiente alegre.

-Que bueno pensamos iguales.

Ashley sonríe, sin evitarlo. Y, la obra empieza, no le prestó tanta atención ya que se sentía nerviosa, ya que, Henry se acercó a la oreja de ella, para susurrarle.