1. Ledezma.

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Las gotas de lluvias chocan fuerte contra la sombrilla negra, que sostiene el hombre de negro. Estaba frente a la puerta de la limusina, de la hija del señor Gabriel que no podía salir de casa, por qué se enfermó. En cambio, su hija, la más joven ya quiere encargarse de esa tarea, para demostrar que si podía hacer todo sola, que es ir a una reunión y conversar como toda una adulta de apenas 18 años. Al abrir la puerta, Ashley sale y mira hacia el frente con una sonrisa, la mansión "Led" es bastante grande y en cada paso que daba, sus tacones se enterraban en la gravilla, se detiene frente a la puerta y el guardia toca, para cerrar la sombrilla.

-Martín, no tengo 16 años y, puedo tocar una puerta sola- lo miro y se echó su cabello castaño ondulado hacia atrás- me encargaré.

-¿Estas jugando a ser adulta o seguir siendo una adolescente?

-Soy toda una mujer independiente, y, sabes que, soy más que la hija joven de Gabriel.

-Eres una joven bastante, ilusa- se lleva las manos detrás- además, eres muy despota y no vas a durar más de una hora con Led.

-¿Un reto?

-No estoy jugando- suspira y mira a su alrededor- me quedaré afuera, ya que, te vas a encargar del negocio de tu padre, tu sola.

-Te dije que no necesito de tu ayuda.

-¿Al menos que sea para escapar?

-Martín, por favor, supera. ¡Soy una adulta!

-Ilusa.

Ashley lo ignora y la puerta se abre, un hombre de negro la escanea detenidamente y abre la puerta, para que entre.

-El señor Led, se encuentra en la biblioteca, la reunión era solo con tu padre.

-Buenas noches, su padre se encuentra enfermo y a enviado a Ashley.

Lo miro sin ninguna emoción, por qué Martín cómo de costumbre siempre habla antes que ella, estaba acostumbrada a eso, pero, ya no quería eso, quería ser ella.

-Si, mi padre se encuentra enfermo, vine a dar la cara por el.

El hombre lo analiza unos segundos y abre la puerta, para que Ashley entre. Ella, entra y la puerta se cierra dejando un sonido al aire un poco irritable. Le persigue al hombre, no sabe por cuántos pasillos caminaron que se sintió mareada. Hasta, detenerse frente a una gran biblioteca, donde se escucha música de los años 80 y un olor a cigarros, un hombre alto estaba afincado en la mesa pensativo y juega con un anillo entre sus dedos.

La camisa blanca y el pantalón negro de tela, le quedaban perfecto y los zapatos, solo que, su tono de piel es de dos colores, blanca y morena.. la deja un poco incómoda.

"Qué extraño es este hombre, seguramente es ¡Una enfermedad!" sentía que si, sus manos se tocaban le pasaría sea lo que sea que tuviera la piel de Led.

-El señor Gabriel se encuentra enfermo y su hija Ashley, vino por el.

Led levanta la mirada y sus ojos negros como hogueras, la escrutan como si fuera una presa. Ashley, siente algo extraño en su interior al sostener aquella mirada.

-Yo no la quería ver a Usted.

La voz de Led suena tan grave y seductora que podría considerar que la ofendió.. pero, la dejo perpleja.

Ve de reojo como el guardia sale de la biblioteca, y Led detiene la música, se pone el anillo y toma asiento en el mueble.

-Pero, ya estoy aquí.

-Los negocios es con su padre, si el no puede, yo puedo esperar.

-Yo soy su hija, y, sería de mal gusto que rechace está visita ¿No?

La mira fijamente unos segundos, ya que, le parecía tan niña que ni siquiera podía tener una normal  conversación de negocios con ella, no sentía que estaba en ese nivel. Y se fija un poco, se da cuenta que el vestido no era para ese tipos de reuniones, era más parecido a ir a un cumpleaños.

-¿Fuiste a un cumpleaños?

Ashley lo mira ofendida, ya que, sabe que se refiere al vestido.

-No, seguramente, se ve muy acostumbrado a ver tipos de vestido muy obscenos.

-Realmente, no me refiero a eso- sube las cejas- Una reunión no es un cumpleaños.

-Pero, es mi forma de vestir ¿Acaso, es modista?

-No, solo digo que.. aprendas a vestirte, si quieres que te tome enserio.

Ashley no sabe que decir, y entrecierra sus ojos para que no la siga tomando de broma.

-¿Y que le vas a decir a mi padre?

-No enviaré cartas, pero, por favor, dígale, que los negocios son con el, no con niñas.

Lo mira detenidamente, al sentirse inferior ante esa atenta mirada llena de soberbia y calma, la consume por dentro.

-Deberia tener un poco de piedad, como lo tengo con usted con esa enfermedad tan desagradable que tiene.

Led presentía que en algún momento diría algo así, con tal de ofenderlo. Pero, no le importaba tanto, sabe cómo hundirla. Se levanta del mueble y se acerca a ella, que se queda en el mismo lugar.

-Estas en mi mansión, no me provoques.

-Usted empezó a subestimar mi capacidad para yo hablar de negocios.

-En ningún momento lo hice, pero, le recargo que usted no da para este tipo de cosas.

Ashley estaba indignada, al escuchar eso otra vez. Led, simplemente disfrutaba ya que, además, se sentía agotado esa tarde.

-Si, pero, debería estar agradecido que yo sea capaz de cumplir por mi padre.

-No debo agradecer nada, no a hecho nada bueno por mi, y, debe irse antes.. la lluvia no se detendrá.

Led la mira fijamente y, sale de la biblioteca dejándola sola, Ashley se queda ahí temblando de furia por como la trato. sale de la mansión y camina hacia la limusina, donde Martín la espera con la puerta abierta, entra y se sienta con los brazos cruzados.

-Te lo dije, el no te tomaría enserio.

Ashley lo ignora y deja salir algunas lágrimas de molestia. Siente la limusina avanzar, mira su vestido y, no entendía por qué lo considero como si fuera de cumpleaños, si para ella era perfecto.

Además, Led no es anciano, es un joven que le lleva 5 años o más, pero, Ashley juraba que no tendría 30 años. Pensar en aquella piel, de dos colores la hace sentir asqueada, como si, hubiera hablado con la peor cosa del mundo, se limpia las mejillas y trata de fingir una mejor sonrisa para no preocupar a su padre, cuando la puerta de la limusina se abre, sale y camina bajo la llovizna apresurada.

-¿Malas noticias?

-No.

Martín acelera el paso y le abre la puerta, Ashley entra y, sube las escaleras hacia la habitación de su padre. Se detiene frente a la puerta, y, trata de calmar todo su ser, entra y su padre estaba mirando por el gran  ventanal.

-Haz llegado, Ashley- su padre la voltea a mirar con una sonrisa- ¿Que me a mandado a decir Led?

Ashley debía seguir fingiendo su sonrisa.

-Que debes ir tú, a la próxima.

-Bien- toma del té y la mira fijamente- ¿Todo bien, Ashley?

-Todo está perfecto, fue la mejor reunión de mi vida.

Sale de la habitación de su padre y, se dirige a la suya. Entra y se tira de espalda en la cama agotada, se durmió de inmediato.

Ledezma. Место, где живут истории. Откройте их для себя