Vulnera Sanentum |Dramione|

10. Somnum Exterreri Solebat

Sangre, mucha sangre en el suelo.

Lamentos y gritos.

Estaba en el salón principal de Malfoy Manor, todo era oscuro y nebuloso.

Mis pies se sentían clavados al suelo pero a la vez todo a mi alrededor daba vueltas.

Había un extraño olor dulce en el ambiente, era superficial pero relevante ya que desentonaba con la atmósfera tenebrosa del lugar.

Voces se escuchaban desde el otro lado de la habitación, parecía como si el sonido se perdiera en su trayectoria hasta mis oídos, tan solo parecían los residuos de un eco.

Repentinamente todo se volvió frío, mis dedos se adormecían y el respirar era todo un esfuerzo.

Las voces se acercaban cada vez mas haciéndose más claras . Eran voces conocidas y extrañas a la vez, eran el tipo de detalles que guarda tu subconsciente y que resuenan en la parte mas profunda de tu cerebro confundiéndote. 

Manchas brumosas -parecidas a las que deja una pluma cuando gotea- se acercaban a mi flotando en el aire descendiendo poco a poco hasta llegar al suelo y así materializarse de forma tosca en personas con túnicas negras que les cubrían el rostro.

Todas esas desconocidas personas -alrededor de diez- formaron un gran circulo en medio del salón a solo unos metros de mi.

Los lamentos que antes eran distantes se transformaron en fuertes alaridos que ensordecían los oídos, la persona de la que provenían gritaba incoherencias al aire.

Sin previa advertencia mi cuerpo cayo en un golpe seco, haciendo que mi frente golpeara contra el piso, mi sienes palpitaban y el olor dulce se intensifico cada vez más revolviendo mi estomago. Antes de poder levantarme pude divisar una figura con la espalda tendida en el suelo, gritando pero al mismo tiempo estática. 

Me levante inmediatamente, sentí mis manos húmedas y al mirarlas estaban teñidas de rojo al igual que toda mi ropa, por mis pies corrían ríos de sangre. 

Mi respiración se agito y mi antebrazo ardía con fuerza, gire barias veces buscando una salida pero la puerta no estaba donde se suponía que era su lugar.

Golpeé el muro mas cercano con impotencia.

— Por favor — pronuncio una voz femenina.

Mis sentidos se detuvieron al escuchar esa voz detrás de mi, volteé lentamente encontrándome con unos ojos azules inyectados en sangre mirándome suplicantes. 

— Por favor, por favor — repitió.

Su melena rubia estaba enmarañada y su rostro estaba cubierto de hematomas y cicatrices profundas.

"tal y como aquella vez"  

Sin notarlo mi mano recorría el bolsillo trasero de mi pantalón y mis dedos rodearon mi varita, la deslice lentamente sacándola con cuidado. En todo este tiempo ninguna de las figuras negras que estaban presentes se movió o pronunció una palabra, se limitaban a quedarse ahí como gárgolas.

Cuando pude apuntarla con la varita y estaba preparado para decir las siguientes palabras una luz blanca encandilo mis ojos, provenía de un pequeño hueco en las cortinas que cubrían los grandes ventanales del salón, cuales no había notado antes.

Vacile un momento, pero ni siquiera el grito ahogado de la profesora Burbage, el empalagante aroma o mi visión nublada por las lagrimas y la potente luz me detuvieron.

— ¡Avada Kedavra!—.

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¡Feliz día!

Ah! grajeas blah, blah, blah.

Comenten porque saben que lo amo y nos leemos el viernes!

Besos!

-JeyMocker!