14. Bajo la noche de las auroras

2.6K 235 69
                                    

Adrien Bouffart

Tres días después

Besos sus labios, chupo sus labios. Me he vuelto adicto a su sabor, a sus labios rojizos.

Me volví adicto a Alessia en estos días, no puedo parar.

La tomo por la cintura para que no se mueva mientras le como la boca, bajo mis labios para seguir besando. Dejo besos por su clavícula, bajo lentamente para besar su cuello, siento como se estremece en mis manos.

Sonrió al saber que soy yo quien lo provoca. Su olor es exquisito. Mis dedos se encajan en su cadera, así me detengo para que mis manos juguetonas no bajen más de lo debido.

Ya la toque, ya hice que se corriera más de una vez en mis dedos. Muero por que se corra en mi boca, quiero pasar mi lengua en su hendidura.

Mierda, no debo de seguir pensándolo, cada vez que se cruza un tipo de esos pensamientos pocos decentes se me pone dura. Luego tengo que solucionar mi problema para bajar la calentura que me provoca la chica que tengo ahorita.

Estoy entreteniéndonos para ir a cenar, después tengo un plan para nosotros.

Alessia está tomando mi suéter entre sus manos mientras lo estruja a su antojo.

Saco mi lengua para pasarla en una línea recta en su cuello, dejando un rastro de saliva. Me detengo en una área sensible para presionar mis labios ahí, succiono un poco.

El bulto en mis pantalones crece cada vez más, si me toco voy a explotar, llevo días con la erección. Es hora de que baje ese bulto, ya tengo las bolas azules de no poder correrme como es debido.

Un gemido de parte de ella sale, succionó más como para dejar un chupeton en su lindo cuello.

Me alejo de ella para ver la marca rojiza que se le ha hecho. Estoy por sonreír por mi satisfactorio trabajo, nadie lo verá, está en una blusa de tirantes y ahorita que salgamos se pondrá un suéter, bufanda y demás para que no le de frío.

Esta colorada por el momento, hay excitación en esos ojos grises. Lo sé porque yo estoy por igual.

Me vuelvo a acercar a ella, la tomo del rostro para darle un beso en la frente.

No sé en qué momento sucedió, como empecé a darle besos en la frente, fue mucho antes de llegar aquí. Empecé en el departamento, ahora no puedo parar.

Estoy poniendo demasiados sentimientos de por medio, en este punto ya no hay vuelta atrás.

No hay manera más linda que ver cómo sonríe al yo darle ese beso.

Estoy jodido.

Mis absurdas reglas han valido mierda para esto, ella ha logrado atravesar cada una de mis barreras, ha sido tan fácil que ahora ya no me importa ninguna regla puesta por mi.

No sé cómo acabará, no sé si esto está mal. Cuantas personas no lo verán así, Alessia solo tiene dieciocho años, le llevo diez años.

Ante los ojos de muchos esto esta más que mal por estar con una jovencita.

Está mi lado que le vale la opinión de los demás, se lo pueden meter por donde mejor les plazca mientras yo disfruto de la bonita compañía de mi esposa.

El heredero Bouffart Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu