Sky Fall

capitolul unsprezece

A diferencia de lo que Will creía, Abigail ocultaba un oscuro secreto tras su aparente inocencia.

Conocía los horrendos crímenes de su padre y, de hecho, colaboraba con él en la selección de sus jóvenes víctimas.

Cuando Hannibal le ofreció protección y complicidad, después de descubrir todo, Abigail se sumió en su falsa sensación de seguridad.

Aunque no estaba 100% segura...no planeaba matar a Hannibal; de hecho, le atraía su aura oscura y misteriosa.

A medida que se adentraba en las profundidades de la oscuridad que rodeaba a Hannibal, Abigail encontró en él una figura paterna que llenaba el vacío dejado por su padre.

Por el contrario, con Will, Abigail tejía planes retorcidos.

No malinterpretemos sus intenciones: sabía que Will era inocente, pero también reconocía el peligro que él representaba para ella.

Podría descubrirla...y a Hannibal.

Cuando Hannibal propuso el cruel plan de cortarle la oreja a Abigail para incriminar a Will, ella accedió.

A pesar de su sincero afecto por Will, que había surgido y crecido después de que este saliera de la cárcel y descubriera la verdad, Abigail se sintió herida por su rechazo hacia su propia oscuridad...

Aquella fatídica noche, en el suelo de la cocina, después de presenciar cómo Hannibal destripaba a Will tras descubrir su traición, y ser ella misma degollada, Abigail experimentó una mezcla de dolor y resentimiento.

Will no había aceptado el regalo de Hannibal, ni mucho menos la oscuridad que él y Abigail compartían.

Con sus ojos cerrándose lentamente mientras se desangraba, Abigail juró regresar.Y así lo hizo.

Pero esta vez renació como Mischa.

Mischa Verger, con un único propósito en mente: vengarse de Hannibal Lecter y Will, quienes habían rechazado tanto su amor como su oscuridad.

Al formar una familia juntos sin ella.

Su hija.

'A mil millas y polos de distancia'

'Donde los mundos chocan y los días son oscuros'

.............

Will estaba visiblemente preocupado por Louis; su energético hijo optó por quedarse en casa en lugar de ir a su entrenamiento de tenis, lo cual era extraño y desconcertante.

"Louis está planeando algo, Hannibal", anunció Will mientras entraba en el palacio de la memoria de su esposo, en Palermo, con una expresión de inquietud.

Hannibal apagó una vela con sus dedos y se giró para enfrentar a su esposo con una mirada penetrante.

"Y no lo está haciendo solo", añadió Hannibal a las suposiciones de Will, con su delicioso acento.

"Harry lo está ayudando", continuó Will, lamiéndose los labios mientras Hannibal se acercaba a él con paso seguro.

"Parece que los chicos no son tan inocentes como pensábamos, querido Will", comentó Hannibal, acercándose, cerrando los ojos y dejándose llevar por el aroma familiar de su esposo.

Frunció la nariz. Sorprendido.

"¿Hay algo en mí?" preguntó Will, preocupado por la reacción de Hannibal.

"Es un aroma extrañamente conocido... es similar al de..." Hannibal abrió los ojos repentinamente y sus ojos reflejaron que se había abierto nuevamente una herida mal curada, pero luego negó con la cabeza. "Es imposible."