al cincilea capitol

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"Entonces comenzaba un nuevo día, y el sol se alzaba al par que las estrellas que junto a él el gran amor divino sus bellezas movió por vez primera; así es que no auguraba nada malo de aquella fiera de la piel manchada..."

Hannibal pausó la cita dirigida a su esposo Will, mientras observaba la entrada de su hijo a la enorme biblioteca, que se asemejaba a la que tenían en Baltimore.

Louis entró y Hannibal detecto un aroma de felicidad y sudor, proveniente de su reciente clase de baile. "Papis."

"No te quiero en mi sillón, William", reprendió Hannibal, aún de espaldas. Cerró sus labios y libró, y se giró para enfrentar a su hijo. "Sabes que después de tu clase debes ducharte. Es grosero entrar aquí sudado."

Una mirada compartida entre Will y Louis precedió a un sincronizado rodar de ojos.

"Serán mi muerte algún día, ustedes dos." Hannibal sonrió, y Louis se acercó.

Will besó la mejilla de su hijo. "¿Por qué tan feliz, joli garçon/niño bonito?"

"Nori kažko, tiesa?/¿Quieres algo, cierto?" se burló Hannibal en Lituano, recibiendo con una sonrisa afectuosa los efusivos besos en la mejilla de parte de su hijo.

"Me ofende que pienses eso. No soy manipulador." Louis fingió estar indignado.

Will y Hannibal alzaron una ceja. "William..."

"Bien." Louis bufó, y sus padres rieron.

"¿Qué quieres?" preguntó Hannibal, tomando asiento y cruzando una pierna sobre la otra.

Will se acomodó en el reposabrazos, y luego permitió que Hannibal lo atrajera hacia sí sobre sus piernas.

Louis, acostumbrado a la actitud cariñosa de sus padres, sonrió y respondió. "Harry me invitó a cenar en su yate hoy. ¿Puedo ir?"

Will hizo una mueca, recuerdos vinieron a su mente. "¿Quién lo conduce? El mar es peligroso a esas horas de la noche."

"Un empleado de su familia, creo", respondió Louis, mirándolos esperanzado. "¿Voy?"

"¿Si se sobrepasa?" cuestionó Hannibal.

"Sacaré mis bonitos dientes..."

Will sonríe orgulloso. "Y..."

"Y le desgarraré la garganta. Ya sé, papis. Estaré bien." Louis sonrió.

"Mi chico astuto." Hannibal sonrió y Will se acurrucó en su pecho.

"Puedes ir", dijo Will a Louis.

Louis saltó emocionado y los colmó de besos entusiastas. Al salir de la biblioteca, bromeó en la puerta: "No me hagan un hermanito mientras no estoy".

Will respondió, fingiendo un gemido: "M-Más duro, papi."

"¡Papá!" Louis se quejó pero se carcajeo con fuerza al oír el regaño de Hannibal.

"No le grites a tu padre, William."

..........

"Hola, prețios/precioso." Harry saludó sonriente, bajando de un salto del yate para besar en las mejillas a Louis.

Louis se quedó un momento ojeando a Harry.

Los rizos rebeldes de Harry estaban contenidos por sus elegantes lentes Gucci, y su fuerte y trabajado torso estaba cubierto por una camisa polo que llevaba arremangada a los codos, dejando al descubierto sus cautivadores tatuajes.

Además, vestía unos pantalones blancos de Dior que resaltaban su estilo impecable y unas vans blancas que añadían un toque casual a su apariencia.

Louis se vio a sí mismo al borde de la idiotez, admirando en silencio la sofisticación y la relajada elegancia que Harry irradiaba.

Sky Fall Where stories live. Discover now