In my dreams.

1

"¡vaya, te lo tenías bien guardado!" El tono de voz parecía molesto pero a su ves burlón. "Debiste de habérmelo dicho el primer día que nos conocimos, me hiciste parecer un estúpido, tks."

La risa ronca de esa otra persona le hizo recordar el sueño pasado, era la misma risa.

"Kats-" parecía que su voz se cortaba cada que quería pronunciar ese nombre. "Ugh, katsu-"

Su garganta picó y no pudo evitar toser.

"Hey, ¿que te pasa?" El chico se movió en el pequeño bote y sujeto de los brazos al peliverde, subiéndolo al bote sin más. "¿Otra vez comiste algo que te intoxico?"

Izuku pudo alcanzar a distinguir una cicatriz sobre su lado izquierdo recorriendo parte de su rostro y cuello, su pecho se apretó ante la imagen y su cabeza dolió más tratando de recordar.

"Mi cabeza, duele mucho."

El chico frente a el se muerde los labios preocupado.

"¿Qué mierda te pasa, eh?"

Ah, ese carácter. Siente tan familiar ese tipo de expresiones. 

"Nada, creo que algo me cayo mal, si." Trato de evadir la respuesta, enfocando más sus ojos en aquella persona. 

Sin poder evitarlo se acercó un poco más y subió ambas manos a las mejillas ajenas, sus pequeñas garras y aletas sentían el calido ambiente. Su mano viajo por aquella cicatrices, inspeccionandola.

"¿Qué te pasó?"

"¡Eh!" Recibió un manotazo del chico. "¿Acaso perdiste la cabeza y no lo recuerdas?"

"Algo así." Murmuro quedito moviendo su pesada aleta a un lado.

"¿No me estas jodiendo?" Izuku negó, esperando que el otro pudiera haberlo visto. Escucho un suspiro. "Fue por ti, Izuku, te salve aquella vez, cuando creías que ya todo había terminado para ti. Esto es por ti y estoy orgulloso de portarla en mi rostro y cuerpo, igual que tu portas las tuyas con anhelo, eso solías decirme."

Ahora es el chico de cabellos crezpos el que le toca las mejillas, sus ojos pican, como si su subconsciente fuera capaz de reconocer aquellas palabras como verdaderas. Lágrimas caen por sus ojos las cuales son limpiadas por el otro chico, quien deposita suaves besos en ambas mejillas.

"Ya no llores, sabes que no volverá a pasar, estoy contigo ahora."

"Lo siento tanto." Llora. Llora por que no recuerda lo que debería ser. No recuerda nada, no es nada más que un sueño.

"Tu no debes disculparte, Deku."

Y como si esa palabra fuera clave, su cuerpo es jalado al mar nuevamente. Unos tentáculos lo sujetan fuertemente. 

"¡No me sueltes!" Pide al hombre frente a él, suplicante.

"¡Nunca!"

Y parece ser que sus palabras no sirvieron de nada. Su cuerpo es sambutido en el agua de manera brusca y parece ahogarse. Lo último que alcanza a ver es una mano extendida sobre el agua, queriendo llegar a él. 

《...》

—¡No!

Jadeando y gritando se levanta de su cama. Agitado.

Parpadea varias veces y vuelve a enfocar su vista, esta en su habitación, la real. Los posters de bandas de pop y varias fotos con sus amigos están allí, no hay aleta y no hay más agua salada.

Toca su rostro y puede sentir las lágrimas sobre sus mejillas, nuevamente fue otro sueño.

—Izuku, cariño.— su madre habla del otro lado de la puerta. —¿estas bien?

Traga duro y limpia sus lágrimas.

—Si, todo está bien.—suspiro tratando de levantarse de su cama.—Solo fue otra pesadilla mamá. 

Puede oír a su madre suspirar igualmente. 

—Esta bien, el desayuno esta listo, deberías bajar rápido es tu último día de preparatoria.

Cierto, hoy era el último día.

Despejando su mente de aquel sueño, recobra un poco de energía y se levanta lentamente caminando a su armario y sacando su uniforme pulcramente planchado, hoy debía ser un buen día.

Su teléfono bibra y puede ver la notificación de un mensaje de su amiga.

>izuku-kun! No puedes llegar tarde hoy.
>Toga y yo te estamos esperando.
>rapidoooo.

En un momento estoy ( ´Д')ノ>
Tengo algo que contarles hoy.>

>¿otro sueño?

¿como supiste?>

>eso no importa
>apresúrate!

Con una suave sonrisa se apresura a darse un baño y a cambiarse, corriendo por el pasillo salió a la cocina donde su madre lo esperaba sentada en el comedor con dos platos llenos de comida.

—Anda, come bien.

Izuku agradece a su madre con un sonoro beso en la mejilla y se dispone a comer rápido sus alimentos. 

—¡Te veo más tarde mamá!

—¡Cuídate hijo!

Cierra la puerta tras él y baja los escalones del edificio rápido, tropezando con el último escalón.

—¡Ah!

Su caída fue detenida por un cuerpo robusto y más alto que él.

—¡Oye mierda, ten más cuidado!

Esa voz.

Con intriga levanta la vista pero no puede ver nada. El chico frente a el lleva un cubreboca y lentes de sol, eso sin contar  la gorra negra que cubre sus cabellos.

—Y-yo, — es interrumpido por el tono de su celular, alejándose bruscamente y contestando. —¡Lo siento mucho, no volverá a pasar!

Con el teléfono en mano sale corriendo nuevamente hacia la parada de autobuses.

—¡Izuuu, date prisa, están en la reunión de último año y es aburrido sin ti! —La voz de Toga se escucha.—Mi linda Ochako-chan esta aburridisima.

Sin siquiera prestar atención a lo que la chica de coletas le dijo habla con el único pensamiento que cruza por su mente.

—Creo que lo oí.

—¿Qué? ¿A quién?

Toga habla desconcertada.

—A él. —hace parada a un taxi y se sube en el.—Al chico de mis sueños.

—¡¿Qué?!