Capítulo 1

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El sonido suave de las conversaciones se mezcló con la tenue música de fondo en el Bar Eclipse. Las luces cálidas creaban un ambiente acogedor, pero para Benedict Cumberbatch, todo parecía desvanecerse en comparación con el torbellino emocional que lo envolvía.

A su lado, su mejor amigo, Tom Hiddleston bebía su segundo vaso de whisky, mientras Benedict veía absorto las botellas de diversas bebidas frente a él, casi imposibilitado de parpadear, a menos que el barman se cruzara en su camino.

—¿Y bien? —preguntó Tom después de un largo rato de silencio.

—¿Qué? —Benedict bebió del vaso de bebida frente a él.

—¿Vas a hablar conmigo o solo nos vamos a quedar aquí sentados viendo las botellas? —preguntó Tom al tiempo que jaló un platito lleno con cacahuates.

Benedict volteó a ver a su amigo.

—Fue un día horrible. Bella está dispuesta a firmar los papeles de divorcio —explicó el motivo que los tenía a ambos ahí sentados.

—Eso es fantástico..., supongo —Tom llamó al encargado de la barra del bar y le indicó que le llevara una bebida más.

—Lo sería si yo... ya sabes, no estuviera enamorado de ella —Benedict terminó su quinto vaso de bebida.

—Ben, Ben, amigo..., ella te engañó, ella fue la que terminó con la hermosa familia que ambos tenían. Entiendo que no te quieras divorciar para no perder a tu familia, pero no puedes quedarte con Bella y tener la incertidumbre si te es fiel o ya sabes...

—O si me engaña con el director de su siguiente película —continuó Benedict.

—O con otro actor —dijo Tom Hiddleston sin pensar.

Y es que Cumberbatch había conocido a Bella Morrison en el set de una película en donde ambos fueron los protagónicos.

En aquel tiempo, la famosa actriz formaba pareja con el director de esa película, y fue cuando conoció a Benedict que decidió terminar con esa relación de tres años para comenzar una nueva con el actor en ascenso. Aunque tras cuatro años, la popularidad de él ya había superado a la de Bella.

—No era necesario que lo dijeras —Benedict se cruzó de brazos y se agachó un poco, para ese momento se sentía derrotado.

—Lo siento. Pero sabes qué opino de Bella. Ella no era la mujer para ti, mereces a alguien mejor...

—Y sin embargo fuiste padrino en mi boda —interrumpió Benedict.

—Eres mi mejor amigo, no iba a dejarte solo en ese momento, y tampoco te voy a dejar solo en esto —Tom palmeó la espalda de su amigo.

—Lo sé... —Benedict se enderezó un poco más y se limpió la cara de forma brusca con ambas manos al tiempo que dejó escapar un gran suspiro.

—¿Y tu hijo? ¿Qué va a pasar con Charlie? —preguntó Tom.

—Bella dijo que podemos turnarnos su cuidado durante nuestras grabaciones, aunque creo que tú y yo sabemos de sobra que quien se encargará de él seré yo. Básicamente toda la vida de Charlie está aquí —saber que tendría a su hijo cerca lograba tranquilizar un poco a Cumberbatch.

—Ya sabes que también podría ayudarte con Charlie...

—Eres un gran amigo, Tom —Benedict le sonrió.

En ese momento ambos guardaron silencio, Tom sabía que su amigo necesitaba ese momento de tranquilidad para lograr calmar su cabeza. Tom siguió comiendo cacahuates y enfocó su atención en el televisor al final de la barra, la pantalla proyectaba un partido de fútbol internacional y, para ese momento. ese era un buen distractor.

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