22. La carta

8 3 0
                                    

-Nadeem

"Querida L. A. ;

La familia Davis es un peligro para la familia Addams. Durante décadas, dicha familia ha odiado tanto a la familia Addams que ha habido incluso asesinatos.

La hija de una de nuestras más recientes aprendices ha sido trasladada al mundo mortal para que una familia adoptiva se encargue de ella, ya que la familia Davis quiere matarla, porque es un incógnito.

Lo único que se sabe es que ella tiene ahora mismo dos meses y ya ha tomado el sello sagrado y ha sido bendecida por el árbol sagrado.

De: C. D."

***

Despego mis ojos de aquella carta antigua y con mal caligrafía. Brian tiene en sus manos una foto de cuando yo era más pequeña con mis padres biológicos, pero su mirada está fija en mí.

—¿Qué dice, Nadd? —me pregunta al verme tan ojiplático.

Yo solo reacciono entregándole la carta para que la leyera él mismo. En su lugar, agarro la imagen.

Estaban mis padres biológicos conmigo cuando tenía apenas dos o tres meses. Siento cómo los ojos me escuecen al mirar las sonrisas en los rostros de mis padres.

Brian termina de leer la carta, pero su expresión no cambia desde que se la entregué. Me mira a los ojos y no me dicen nada.

—¿Estás bien? —le pregunto, acercando más nuestros cuerpos sentados en aquella cama de mi habitación.

—Mi familia ha sido por décadas una asesina, mi padre mató a tus padres y todavía te preocupas por mí. —responde con sarcasmo pero tristeza a la vez.

Dejo la foto y la carta que tiene en sus manos a un lado y, en su lugar, agarro su mano y la beso, lo que atrae su mirada de nuevo hacia mí.

—Tú no tienes la culpa, vale, cariño. —él sonríe y se acerca más a mí, luego me mira directo a los ojos. —No te voy a culpar por algo que no has hecho tú, por algo que no interfiere en nuestra relación. —añado y lo convenzo.

Él se acerca más, sus labios encuentran los míos en un beso intenso pero tierno.

Nos dejamos llevar por la pasión, y tras unos instantes, me encuentro recostada en la cama, entregada al beso apasionado. Él se acomoda junto a mí, compartiendo el mismo espacio en la cama.

***

Cuatro horas después me encuentro con Mindy y Trevor quienes me acompañan a mi última clase de la mañana.

—No me puedo creer el comunicado de tu tía Nadeem —reniega Mindy. —Cómo vamos a devolver esto que dice cosas tan importantes como tú has dicho —añade.

—No puedo hacer nada si mi tía ha dicho que tenemos que devolver la carta con la foto, es lo que tengo que hacer —respondo mirando a los dos.

Avanzamos hasta el patio. Mindy no responde y no sacan ningún tema más de conversación.

—Hola chicas —dice una voz aguda a mi derecha.

Era Naya; estaba tan distraída que no me había dado cuenta de su presencia.

—Hola —responden los chicos.

—Oye Nadeem, ¿me podrías ayudar con unas tareas por la noche en la biblioteca como eres tan lista según Brian? —me pregunta.

Yo asiento y ella termina yéndose en una risita aguda y desagradable.

—¿Eres consciente de lo que acabas de hacer, no? —me pregunta Mindy antes de entrar a la clase.

***

El día transcurrió rápido y las clases no fueron muy pesadas. No he visto a ninguno de mis amigos durante las tres horas extras que me obligó a hacer mi tía.

Mi teléfono resuena en mi bolsillo mientras me siento un poco en el banco de Brian y yo.

Lo agarro y respondo sin mirar quién es.

— ¿Diga?

Una voz profunda suena por el teléfono.

—Hola Nadd, ¿Dónde estás? Quiero verte. —me pregunta Brian con voz serena y dulce.

—Estoy en nuestro banco, ven si puedes. —respondo de inmediato.

—Voy para allá. —responde y corta la llamada.

Luego de unos minutos, alguien me tapa los ojos y me asusto.

— ¿Quién soy? —pregunta una voz conocida, un poco más aguda de lo normal.

—Mmm, eres Raven. —respondo con ironía.

— ¿Cómo? —se sorprende y siento cómo se acerca más.

—Espera, eres Norbin o Christof.

— ¿Quiénes son esos tíos? —pregunta indignado.

—Ahh, no, espera, ya me acordé, eres mi novio, Brian. —digo con una sonrisa.

—¡BINGO! —exclama él y me abraza por la espalda.

Me da un beso en la nuca, lo que hace que un escalofrío recorra cada centímetro de mi cuerpo.

— ¿Cómo te ha ido el día, preciosa? —pregunta mientras rodeo el banco y llego hasta él.

Rodeo su cintura con mis manos y él coge mi rostro con sus manos, luego choca nuestras frentes quedándonos a pocos centímetros.

—Bien, clases y más clases. —contesto mientras él con su mano derecha acaricia mi rostro.

Guardamos silencio mirándonos a los ojos, sus ojos me transmiten paz, alegría y amor.

—Un día sin ti y ya te he echado de menos. —susurra él mientras acerca más nuestras caras.

—Yo muchísimo más. —respondo y tras unos segundos junta nuestros labios.

Siento cómo su poder se enciende pero prende fuego la hoguera que reposa a nuestra derecha antes que a mi cara.

Nos separamos y él baja sus manos a mi cintura mientras que nuestras frentes permanecen juntas de nuevo.

Justo cuando él iba a decirme algo, mi teléfono suena en mi bolsillo.

—Tengo que cogerlo. —digo y él me suelta. —Diga. —le digo a la persona con la que hablo por teléfono.

—Hola Nadeem, soy Naya, ¿vienes o no? —me pregunta.

—Claro, voy para allá. —acto seguido cuelgo y guardo el teléfono de nuevo en mi bolsillo.

—¿Te vas? —pregunta él con voz tierna.

—Sí, me tengo que ir. —respondo.

Acerco nuestras caras y le doy un beso tierno y corto en los labios.

—Nos vemos más tarde, te quiero.

—Y yo también te quiero, preciosa. —me da un breve pero significativo abrazo y se marcha.

***

Cuando llego a la biblioteca siento un miedo inexplicable, todo está oscuro y no hay nadie.

—Naya, —digo con el corazón en la boca. —Naya, ¿estás aquí? —pregunto de nuevo

, pero no hay nadie.

Saco mi teléfono del bolsillo y marco a Brian; enseguida responde.

—¿Qué pasa, Nadd? —pregunta él.

—Oye, esto...

Siento un golpe en la cabeza y me mareo tan rápido que ni siquiera sé cuándo caigo al suelo.

Veo borrosa la cara de alguien y escucho cómo Brian pregunta alteradamente al otro lado del teléfono, luego solo veo negro.

El Bosque De Los Recuerdos [Terminada ✔️]Where stories live. Discover now