El matrimonio Hamilton-Perez pende de un hilo.
Sergio es un hombre totalmente enamorado de su esposo, el cuál está enormemente fastidiado con la monotonía del mismo.
La vida siempre tiene un destino trazado ¿Cuál será el de este matrimonio?
Podría jurar que era el hombre más feliz que ha pisado la tierra. Alguien debería de darle una cachetada porque jura que esto es el mejor sueño que ha tenido en su vida, por fin había acabado su maestría en Derecho Penal, su boda con el amor de su vida estaba a la vuelta de la esquina, nada podía arruinar lo que tantas veces soñó y hoy por fin se está cumpliendo.
La tarde era calurosa en la ciudad, llevaban cerca de veinte minutos paseando por las calles del lugar. no pasó mucho antes de que aquél carro viejo lleno de sus pertenencias se estacionara frente a una linda y enorme casa, su próximo hogar.
El lugar que compartiría con su prometido y en un futuro con los hijos que tanto han planeado tener.
Llevaba cerca de tres años comprometido con su pareja, ambos quedaron en llevar las cosas con calma y casarse hasta que tuvieran un futuro sostenible y sin preocupaciones.
Por fin aquellos días estaban más cerca de lo que esperaban, la boda a menos de un mes, Lewis con un trabajo seguro y bien remunerado, y ni hablar de Sergio que en poco tiempo logró ser socio de un prestigioso Despacho de Abogados.
Se encontraba completamente anonadado por comenzar a construir su futuro a lado de la persona que más adora en el mundo. bajó del auto caminando hacia la entrada de ese inmueble, no pudo evitar quedarse completamente estático, no podía dimensionar toda la emoción que sentía en esos momentos.
Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas, mientras él luchaba con no derramar ninguna, lo cuál fue completamente inútil, debido a que pronto fue envuelto en los brazos de su futuro esposo. La lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos creando un camino húmedo por sus mejillas.
Realmente estaba muy feliz, no podía pedir más, simplemente todo era demasiado perfecto para ser real, pero lo era, y lo comprobaba con cada segundo que se encontraba siendo reconfortado por los fuertes brazos de su prometido.
—¿Qué opinas, amor?— Con una enorme sonrisa el británico observaba el rostro emocionado y un poco conmocionado de su pareja, realmente se encontraba tan feliz de tener una persona como Sergio en su vida, era todo lo que podía soñar.
—Lew, es hermosa, no puedo creerlo, de verdad que es tan grande.—
—Pues créelo amor mío, es solo una pequeña parte de todo lo que tenemos por vivir, este será nuestro lugar seguro, este será un sitio únicamente para ti y para mí y bueno, probablemente en unos cuantos años, para algunos pequeños corriendo por el jardín.
Con delicadeza bajó su mano hacia el abdomen plano de su pareja, habían hablado antes de hijos, pero siempre acordaron que primero iban a contraer nupcias para darles un buen ejemplo y futuro a sus descendientes.
Un pequeño sollozo logró escaparse de parte del pecoso, eran muchas sensaciones positivas que tuvo que canalizarlas por medio de un pequeño llanto de felicidad. no sabía que cosa había hecho bien en alguna otra vida para que en esta lo premiaran con una persona como Lewis.
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