La llamada

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Desperté bañada en sudor. Detesto esa sensación, todo parecía real.

Las chicas vinieron a almorzar a casa. Bailamos y cantamos, esa era nuestra manera de sentir la felicidad. 

-Chicas, vengan a comer. Nos llamó mi mamá desde el comedor.

Cuando íbamos de camino sentimos un estruendo.

Mi madre nos vio asustadas y rápidamente intentó tranquilizarnos.

-Tranquilas, son los aviones que practican por ahí. 

-Uy, eso me asusta. Dijo Mar

-Ya el papá de Cherie está trabajando con el alcalde para que detengan esas prácticas. 

Mi papá es abogado y ayudante del alcalde. Hace 6 meses establecieron una base militar cerca de la costa del pueblo y de vez en cuando nos asustan con los aviones o ruidos extraños que provienen del lugar.

Después que comimos decidimos ir al cine. Para mi sorpresa él estaba allí. 

-Ay no, otra vez. Dije nerviosa 

-Esta vez te toca. Dijo Mar invitándome a hablarle.

No tuve opción. En la fila de la taquilla le dije hola. Él se volteó y me sonrió. 

-¡Hola chica de la bolera! Que casualidad volverte a encontrar. Me dijo con una hermosa sonrisa.

Sonreí tímidamente. Él continuó hablando.

-Sí, pero me imaginaba que nos volveríamos a ver. Me dijo, yo me sonrojé, él se dio cuenta.

-Es que como es un pueblo pequeño, pensé que podía suceder. Me dijo un poco nervioso. 

Mi nombre es Julian y el tuyo. 

-Cherie. Dije tímidamente

-Lindo nombre. Dijo tirando un guiño.

-Es que cuando mi mamá estaba embarazada su antojo era comer cherries

-Que interesante. ¿Y qué película vas a ver?

-Pues mis amigas y yo veremos Lara Croft: Tomb Raider.

-Oh, nosotros también. Si quieres nos podemos sentar juntos.

Nosotras sonreímos y aceptamos. Sus amigos también eran guapos, eso dijo Mar, pero yo solo me había fijado en él.

Sus amigos se llamaban Luis y Alberto. Luis era de estatura promedio, blanco, pelo negro y ojos profundos. Alberto era trigueño y ojos hazel, parecía que la playa corría por sus venas, decía Mar, pues su piel se veía bronceada y olía a un día de verano. 

En el cine nos mantuvimos en silencio. Ese silencio que es incómodo, pero que te dan ganas de reírte. Nosotras nos mirábamos e intentábamos contener la risa, pues vimos la película con chicos guapos. 

-¿Qué van a hacer ahora? Dijo Julian.

-Creo que vamos a comer.

-Nosotros también. Si quieren podemos ir por hamburgers.

Aceptamos. Mientras comimos hablamos de lo que nos gustaba comer y lo que habíamos hecho en las vacaciones. 

-¿Y ustedes están aquí de vacaciones? Pregunté 

-Algo así, es que el padre de Luis está trabajando en la base militar y nos invito a que lo acompañáramos este mes. Dijo Julian.

-¿Y qué es lo que hacen en la base? No pude contenerme, pues eso es algo que lleva tiempo en mi cabeza.

El Misterio del Verano 2001Kde žijí příběhy. Začni objevovat