𝖴𝗇𝖺 𝗈𝗆𝖾𝗀𝖺 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝖩𝗂𝗆𝗂𝗇 ── 𝗐𝗂𝗇𝗋𝗂𝗇𝖺

✮ ─ doce

Antes de todo, quiero presentales a Minatozaki Sana, la princesa de Japón, literalmente. Es parte de la familia real de la Nación ocupando el cargo de princesa y heredera del Imperio qué ha ido construyendo su padre y ancestros.

¿Qué hace la princesa de Japón con una empresaria de Corea? Pues sencillo, negocios. ¿Qué tienen que ver Jimin y Nayeon? Sencillo, nada, pero Sana quería verlas.

—¡¡Sanaa!! —exclamó feliz Jeongyeon.

—¡Mamaa! —exclamó de vuelta— No saben cuanto las extrañe.

—Sana querida, ¿como está mi hermosa princesa? —apareció Nayeon con Jimin detrás de ella, viendo algo en su móvil.

—Mami Nayeon, creo que he estado bien, aunque ser princesa es agotador. —rió— Jimin-ah, vine a verte, suelta ese móvil, ¿a quién le escribes?

—¿Crees? Ahora vamos para casa y te preparo algo de comer, te noto pálida. —dijo decidida— ¿Jeongyeon no te lo dijo? Jimin tiene novia.

—¡Mamá! —regañó con la mirada— No tengo novia, no le hagas caso.

—Así que nuestra pequeña Jiri tiene novia, ah que rápido pasa el tiempo. —rió— Traela para la próxima, quiero conocerla.

—Es estudiante, no creo que pueda venir.

—¡¿TE METISTE CON UNA MENOR?! YAH MALDITA LOCA, YA SABÍA YO QUE ALGO RARO PASABA. —empezó a golpearla, algo duro, no tanto.

—¡No me golpees, loca! —trató de defenderse.

Las mayores solo reían de la escena. Las alfas eran amigas desde que eran cachorras, por eso se notaba la confíanza que se tenían.

—Ustedes dos, paren ya. —habló Jeongyeon interrumpiendo la divertida pelea— Sana, ¿no venias con algo importante?

—Ah, yep, tengo una noticia suuuper importante, nadie más puede saberl-. —se vió interrumpida por Nayeon.

—Bueno, nosotras nos vamos, son muchos negocios para mí y para Jimin.

—Noo, lo de negocios era una tapadera, si les decía que tenía una noticia importante no hubiesen venido. —bajo la cabeza apenada, incluso su aroma se incrementó sin que ella pudiese controlarlo, haciéndola sentir más apenada aún.

—Oh Sana, eres importante para nosotras, ¿como no vamos a venir corriendo a escuchar la noticia?

Wow, impactante.

No habían otras palabras para describir las palabras que había salido de la boca de Sana dejando a todas en shook.

—No te creoo, ¡nunca me habías dicho algo al respecto! —exclamó Nayeon con lágrimas en sus ojos y expulsando feromonas de la felicidad, todas lo hacían— Felicidades futura Emperatriz.

Todas rieron por el tono que había usado Nayeon.

La "reunión", por así llamarla, se alargó un poco más de lo previsto llegando a la hora de la comida; claramente cenaron en un restaurante cerca del enorme edificio para continuar con la conversación.

Por otra parte, Minjeong cenaba sola en su casa mientras estudiaba para sus siguientes exámenes, los de corte. Taeyeon y Yoona habían salido, como casi todas las noches, a una cena de negocios de la alfa y la omega como su acompañante dejando a Minjeong atrás, aunque la menor ya había llegado cuando apenas se habían empezado a arreglar.

—¿Y esto? Esto nunca lo dimos. —habló confundida— ¿Como pudieron haber olvidado esto? Es de los temas más importantes. —suspiró cansada— Esto es asqueroso. —se refirió a su sopa instantánea, al parecer no era muy buena.

De un momento a otro y sin esperarlo, el timbre sonó. ¿Quien será a estas horas? Se preguntó con miedo, su móvil sonó y volvió a respirar con calma.

Aeri-shi 💙
Omega, abreme

Hace frío

Caminó rápido hasta la entrada y del otro lado estaba la alfa con una bolsa mediana que llamaba su atención más una caja de donas, las favoritas de la omega.

—Supuse que no estarían y vine a hacerse compañia. —comentó la alfa cuando por fin Minjeong abrió la puerta— Traje sushi y donas, son de chocolate.

¿Es que acaso había alguien más dulce que Aeri?

El acompañamiento de la nipona hizo que la media noche llegara muy rápido, entre las muchas películas que vieron y tantas cosas que tenían por contarse, ni se dieron cuenta de la hora.

—Min, es hora de que me vaya, ya es tarde. —dijo levantadose del suelo, donde estaba sentada.

—Deberías quedarte, no quiero que algo malo te pase de camino a casa. —invitó la mencionada anteriormente.

—No quiero ser una molestia. —negó apenada.

—No lo eres, no van a llegar hasta mañana al mediodía, ya ni las espero. —rió.

—Bueno, si tanto insistes. —accedió con una sonrisa— ¿No tienes cuarto de invitado?

—Oh, sí. Está arriba. —señaló.

—Es hora de dormir, vamos ya. —ordenó— Y es a dormir Im Minjeong, no quiero que me escribas a las 3 porque estas aburrida.

—Okey. —alargó la "y" para después suspirar— Eres muy molesta Aeri Uchinaga.

La alarma sonó dando el comienzo de un nuevo día para Minjeong que, milagrosamente, se había levantado de buen humor y feliz...

—¿Estás bien? Te noto...

—¿Feliz? Es porque lo estoy, la vida es un regalo y los regalos se aprecian mucho. —habló rápido pero entendible, más o menos.

—Cada día más rara. —susurro riendo.

El comedor se inundó de la voz de la omega, se encontraba muy habladora y eso no era muy común en ella, por lo menos no en las mañanas, seguramente algo le pasaba solo que no tenía ni la menor idea de que.

Por alguna razón desconocida su loba interior estaba inquieta pero no de mala manera, al contrario brincaba de felicidad, seguramente era por el sueño que había tenido la noche anterior...

➤; 𝗍𝗈 𝖻𝖾 𝖼𝗈𝗇𝗍𝗂𝗇𝗎𝖾𝖽.↶