Trauma

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Hola Shiruku

Mira, sé que apenas te recibí de regalo de cumpleaños hace dos semanitas, pero me urge desahogarme en tus páginas.

De paso, lamento si estoy mojando tus hojas con mis lágrimas, simplemente no puedo hacer que se detengan...

No te lo he dicho, pero papá, Shogunato Tokugawa; pues...

¿Qué quieres que te diga de él?
Para él yo no soy más que una criada o una mascota que obedece las órdenes que se le son ordenadas.

Estábamos en su habitación, papá se quitaba la armadura y yo estaba poniendo el futón en el suelo para por fin retirarme a mi habitación, pero claro... Él quería platicar un rato conmigo...

Hablaba en un tono algo raro, pero de alguna manera me daba una sensación de seguridad... Que más tarde resultaría falsa...

"Dime Imperio ¿Qué te gustaría ser cuando seas grande?"

"Pues...
¡Quiero ser una samurái! Pelear con los malos, usar espadas; quiero mostrarle al mundo que soy digna de tu legado"

Mi papá me miró con una cara seria, la sonrisa que tenía se desvaneció apenas terminé de hablar.

"¿En serio crees que tú eres digna de siquiera estar parada en mi presencia y hacerte llamar mi hija?

No me hagas reír, pequeña zorra; nada es más ingenuo que eso"

"Papá ¿Tiene algo de malo mi sueño?"

"Sí... ¡Que tu sueño es una tontería! ¡Mírate, no das miedo en lo absoluto! ¡No eres más que una pobre niña estúpida!"

Me jaló mi cabello, mis orejitas de zorrito se asomaron y se plegaron contra mi cabeza para evitar ser las siguientes, luego mi papá me empujó contra el futón.

Podía sentir las lágrimas escurrirse de mis ojos rojos, pero me contuve...

Hubiera preferido haber llorado...

Ví como empezaba a desnudarse enfrente de mí, empecé a arrastrarme contra la pared; quería escapar... Pero él fue más rápido y me empezó a manosear las caderas y mis piernas...

Me quitó mi kimono y mi ropa interior...

Cerré los ojos entre lágrimas.

Sobra decir que me terminó haciendo...

Cuarenta minutos después cayó satisfecho en el futón.. Finalmente pude escapar de esa habitación.

Mis piernitas temblaban, tenía mucho frío... Me duele mucho el cuerpo...

Mis nueve colitas se enredaron en mis piernas y entrepierna para darme sensación de protección, como pude llegué a mi alcoba y así llegamos a este momento Shiruku.

Me encargaré de que papá no te encuentre, pero marca mis palabras:

Me voy a vengar.
Lo haré pagar muy caro.
Será algo que nunca esperaría de su estúpida y débil hija.

Imperio Japonés.

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La pequeña Semi-kitsune se bañó y vistió nuevamente mientras sentía su orgullo e inocencia arrancados de su cuerpo.

Escondió el diario en algún escondite en el que solo ella supiera dónde estaba, salió por una ventana y se fue al techo donde vió la luna resplandeciente como una perla.

Sus ojitos no podían dejar de llorar, se envolvió a sí misma con sus colas para protegerse del frío. Estaba herida pero de alguna forma se sentía...

Determinada. Determinada a cumplir su venganza.

Imperio Japonés: solo espera maldito pederasta... Arrancaré tú Núcleo de Poder con mis propias manos.

Y aquí estamos de nuevo, serán poco más de 10 capítulos.

Sin más por el momento, adiós.

Diario de Imperio Japonés (+15)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora