A lo largo de mi corto paso por este mundo, me enfrenté a múltiples situaciones donde tuve que tomar decisiones que fueron realmente difíciles, mismas decisiones que de una u otra manera, marcaron el rumbo de mi vida y me condujeron exactamente hasta este punto de la historia donde ahora me encuentro. Un gran porcentaje de esas decisiones fueron tomadas de una forma inconsciente o apresurada, y el otro porcentaje restante, de una manera absurdamente irresponsable; pero sin importar cuan descuidadas o desafortunadas hayan sido mis elecciones, estoy completamente seguro de que, aun si pasaran mil años, ningunas de mis anteriores decisiones llegaron a compararse con la que tuve que tomar aquel inolvidable día, entre las cuatro paredes de mi habitación.
Hoy se cumplen exactamente 4 meses desde aquel lóbrego, pero sobre todo decisivo 12 de noviembre del año 2022, día en que, de forma egoísta, desconsiderada y sin ningún tipo de razón aparente, decidí cobardemente quitarme la vida, aunque debo confesar que, de una forma muy difícil de entender, y aún más difícil de explicar, interiormente sentía que había muerto desde hacía mucho tiempo atrás.
Para quienes no me conocen, mi nombre es Gabriel, y esta es la historia que relata los detalles de los sucesos que me llevaron a tomar esta controversial decisión.
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Callejón sin salida.
SpiritualEn esta breve historia encontrarás una mirada introspectiva a una situación que la mayoría de las personas afrontan a lo largo de su vida. Un tema que se ha vuelto tabú, pero que yo he querido detallar desde mi experiencia y mi punto de vista como u...
