Mi Modelo Privado | Aomine x Kise

Cap. 12 "No me dejes solo" | FIN

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PoV. Kise

No puedo hablar pero me alegra que Aominecchi me traté como si pudiera, todos los días me dice sobre lo que ha hecho, a que lugares va, que es lo que cocina en casa, como estuvo el día, además de que siempre me dice "Tienes que despertar" "Cuando te despiertes tenemos que hacer esto" "Cuando regresemos a casa cocinaré todo lo que quieras" en verdad no puedo imaginarme la expresión de Aominecchi diciendo ese tipo de cosas pero al final sus palabras son "Quiero que vuelvas... Kise" Es cuando siento una gotas caer sobre mi pecho.

Lo único que deseo es verlo, saber si su rostro ha cambiado, si se ha vuelto más alto, si su cuerpo es diferente a como lo recuerdo.

Me perdí en mis pensamientos cuando escuché su voz...

-Te seguiré esperando-.

De nuevo puedo sentirlo... esta triste, pero no hay nada que pueda hacer, ¿Cuánto más tendré que esperar para estar con Aominecchi?

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PoV. Narradora

Aomine seguía observando el rostro de Kise, ha cambiado, su piel se volvió un poco pálida y estaba muy delgado, aún más que cuando eran unos adolescentes hace 10 años, su cabello rubio iba perdiendo el color que tanto le gustaba.

Llevándose ambas manos a la nuca su mirada se perdía en el rostro durmiente del chico quien estaba postrado sobre la cama. Una vez que la primera lágrima cayó no hubo nada que fuera suficiente para detener las siguientes que se mostraban una tras otra deslizándose por su mejilla.

Además del enojo, desesperación y tristeza se paseaban por su mente viajando con pensamientos delirantes.

-No fui capaz de cuidarte-. Sollozó.

Las nubes cubrieron el cielo y la lluvia se esparció, Aomine caminó hasta la ventana, fijó su mirada a la calle en la cual muchas personas pasaban, unas corrían y se refugiaban de la lluvia mientras que otras se cubrían con un paraguas.

Aomine siempre pensó que era un poco ridículo pero en verdad quería hacerlo, caminar bajo la lluvia junto a Kise, no le importaba si ambos terminaban enfermos, solo quería disfrutar el estar con su compañero haciendo todo tipo de cosas nada comunes para ambos.

-Que infantil-. Se dijo a sí mismo en voz baja mientras cerraba sus ojos frente al cristal con una sonrisa en su rostro.

Atrapado en sus pensamientos se dio media vuelta para acercarse a la camilla, tomó una silla que estaba cerca sentándose sobre esta a pocos centímetros alejado de donde estaba Kise, en el pequeño espacio entre ambos Aomine llevó su mano hasta la del rubio, presionó su dorso segundos antes de levantarla y juntarla con su otra mano la cual estaba libre.

-Kise...-. Murmuró. -¿Sabes? Ya ha sido un largo tiempo desde la última vez que pude escucharte hablar, no soy bueno para este tipo de cosas pero en verdad quiero que regreses, recuerdo que en Teiko te esforzabas mucho por alcanzarme y siempre nos quedábamos hasta que anochecía en el gimnasio, sabías que nunca me ganarías pero no podía dejarte ventaja eso no te gustaría.-. Aomine se detuvo.

Sonrió bajo los recuerdos. La vez en la que Kise llegó cuando estaba solo en aquella cancha de baloncesto por haber perdido contra Seirin. Puede y desde ahí el comienzo de una nueva vida para ambos apenas estaba comenzando.

–No me dejes solo, por favor Kise-.

Aomine no era del tipo de persona sensible pero era gracias a cierto chico que había cambiado.