͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ ͏ 𝟎𝟒.

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───Okey ───sonrió ───Vamos a salir a comer tacos, ¿queres venir? ───negué rotundamente, lo que menos quería en esos momentos era tener que soportar estar en un lugar con mucha gente, aquí los sitios siempre estaban repletos, pero los tacos eran una propuesta innegable.

───Me quedo acá.

───No te das el tiempo de disfrutar esto, pelotudo ───me empujo levemente ───Primero no vas a siete bocas con nosotros y luego me decís que no queres tacos.

───Pues no, así funcionan las cosas, gil.

───No, tenes que ir ───tomó mi mano intentando que me levantara de mi cómoda pieza.

───No quiero ───aleje mi mano del ruloso ───Déjame.

───Vamos ───me negué un montón de veces pero al final Polidori gano.

Tarado de mierda.

La taquería quedaba a 20 minutos de la casona así que ni siquiera pedimos un uber, era perder plata.

El lugar estaba estallado de gente como le advertí a los pibes que estaría, pero todos insistieron en que aún así querían ir, tenían tantas ganas de tacos que no les importaba esperar hasta tres horas por ellos.

Tomamos asiento en una de las mesas adentro del lugar intentando estar cómodos, había mesas afuera que hacía algo de frío como para quedarnos ahí. Me senté junto a Simón, el de mi lado derecho y Blas del izquierdo, hablaban animadamente aunque en realidad alzábamos la voz, ya que toda la gente hablaba demasiado y no podíamos ni siquiera escuchar nuestra conciencia.

El ambiente era relajado pero prefería mil veces quedarme en mi pieza y dormirme hasta el fin de las vacaciones, me relajaba más cada día que pasada y no sabía si estar agradecido o todo lo contrario.

───Ya volvemos ───Simón se levanto del sofá y fue seguido por Enzo y Santi, supongo que para empezar a formarse para el turno de todos.

───Esto está de puta madre ───Matías estaba entusiasmado.

───Está aburrido ───Blas suspiro.

───Pero querías venir, estupido ───recrimine.

───Tranquilo, Pipon  ───Recalt puso su mano en mi hombro como pudo, gracias a la pequeña distancia intentado que siguiera su orden pero me era imposible.

───Está así porque no ha visto a su noviecita ───el ruloso mostró una sonrisa pícara.

───Todo tiene sentido ahora ───Matias intercambio miradas con el otro como si supieran algo que yo no, mientras reían.

───No sean tarados ───rodé los ojos como por milésima vez en la noche.

───Somos realistas, corazón.

───Dormite Matias ───suspire harto.

───Déjalo en paz Pipon, quita tu cara de orto, desde hace días que la tenes  ───rió fuertemente otra vez ───Ya la verás ───afirmó.

───No le digas mentiras tampoco ───Matias recalcó y Blas seguía riéndose.

───Agradece que estas lejos de mí, si no te daba una piña en tu pequeña cabezota ───advertí.

───Basta Pipon.

───Decile que deje de descansarme ───señale al joven y Blas quería reírse nuevamente pero se contuvo.

𝐀𝐙𝐔𝐋. 𝗳𝗲𝗹𝗶𝗽𝗲 𝗼𝘁𝗮𝗻̃𝗼.Where stories live. Discover now