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Sergio y Max se sentían demasiados incómodos con la mirada que les daba el hechicero de la manada.

Sus madres, asombradas por el fenómeno, ya que nunca antes se había visto que el omega fuera el mayor y el alfa el menor, los llevaron al hechicero de la manada. El sabía todo, y tendría la respuesta hacia el milagro.

Lo malo, es que los miraba analizándolos sin perder ningún detalle, y Sergio se sentía demasiado incómodo con eso, enviándole sus emociones a su alfa, que al sentir el nerviosismo de su omega, su lado protector amenazaba por salir a flote. Pero no podía permitir eso.

Pero, ese señor, no ayudaba en nada, los miraba como si esperara algo de ellos, y Max explotó.

Gruñó y se acercó hacia su omega abrazándolo protectoramente, fulminando con la mirada al señor de mayor edad. El, parecía esperar eso, porque una gran sonrisa apareció en su rostro.

— Es normal, aún que no lo crean. No pondrá en riesgo sus vidas ni nada por el estilo.— Les hablo a las señoras Pérez y Verstappen, que suspiraron aliviadas.— Pero ellos dos son muy especiales.

Los demás presentes lo miraron curiosos. ¿A que se refería con especiales?

El señor, al ver las expresiones de los demás, río.

— Ellos son dos alfas, de una antigua leyenda.— Soltó. La pareja se miró asombrada y las madres también.— Ustedes saben, que las relaciones omega-omega y alfa-alfa, no se ven muy bien, y antes, eso era peor. Pero eso no evitaba que ocurriesen. Aunque claro, muy pocos salían vivos o muchos se separaban por su propio bien, a pesar del amor que se tenían.

La sala estaba en completo silencio, la historia había llamado la atención de todos.

— Hubo una pareja, que a pesar de todo, decidió seguir junta, eran ambos alfas. Supieron mantener su relación en secreto y nadie lo sabía. Pero uno de ellos, era un alfa superior, ya que era hijo de una mujer alfa y un hombre alfa, eso, se veía bien, y de ahí nacían los alfas superiores que eran 100% puros. El era el menor, y al ser superior, dominó al otro alfa. En el celo que ambos tuvieron, el alfa superior marco al otro alfa y este se volvió un delta. Ahora ya no podían esconder su relación, ya que sería muy obvia. Entonces decidieron escapar, todo iba de maravilla.— El señor suspiro, como si hubiese vivido la historia. Pero uno de sus amigos los delató y cuando estuvieron a punto de cruzar la frontera, los atraparon y asesinaron.

Sergio y Max abrieron sus ojos horrorizados. Eso era demasiado cruel, matados solo por el hecho de amarse el uno al otro.

— Pero se hicieron una promesa. En un futuro se volverían a reencontrar de una forma en que no los separarían de nuevo.— El señor les sonrió orgulloso.— Y aquí están, Sergio era el Alfa mayor que se volvió delta y Max era el Alfa superior que lo dominó. Por eso Sergio a pesar de ser el mayor, es el omega. Por su vida anterior. Y está era la única manera para que estuviesen juntos sin problemas.

Ambos chicos se miraron con una sonrisa nostálgica, no sabían cómo, pero ambos estaban llorando, su antigua historia había sido muy triste, pero ahora podían ser felices.

Y si de esa manera ellos podían estar juntos, no les importaría las bromas de los demás por ser raros, ellos serían únicos en su especie. Algo completamente inesperado, pero con una hermosa y triste historia de pasado.

UnexpectedWhere stories live. Discover now