Capítulo 2. Lugar secreto

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— ¿Y por qué seguiríamos a un completo extraño para variar?

Demanda mi cuñada sin soltar el brazo de Aleix, que permanece cerca de su hermana y de mí, mientras que Jeff imita su postura protectora.

Italia no solamente es famosa por su arquitectura, cultura y gastronomía, también por los carteristas, por lo que la actitud de desconfianza es algo completamente natural aquí, aunque eso no ayude con mis nervios al tener en mente que estamos atrasados y cada segundo cuenta.

Lo siguiente que nos obsequia el extraño, es una risita despreocupada y un tanto socarrona, su pierna derecha se estira al frente, luciendo unos jeans azules con zapatos negros, despegando su espalda de la pared en que se recargaba al dar el paso.

La camisa es del mismo tono que su calzado, le queda holgada y la abertura del pecho nos permite vislumbrar una cadena plateada en su cuello. Su cabello es corto de los lados, peinado hacia arriba, no puedo ver sus ojos puesto que no se ha quitado los lentes oscuros, pero la pieza en su labio inferior del lado izquierdo, reluce junto con su sonrisa, misma que ha robado un suspiro ahogado de Ru, quien trata de disimular tosiendo y parándose detrás de su hermano que pasa por alto su reacción, compartiendo una mirada conmigo para dejarme saber que lo notó y muy posiblemente se guarde el comentario para cuando le sea útil.

Hola, qué más o "ciao" cómo dicen ustedes acá, lo único que quería hacer era contribuir con mis conocimientos, que se ve que el tiempo no está de su lado y la vaina pinta para que alguien se abra.

La estupefacción especialmente en Marianne es muy cómica, no soy experta pero el chico habla hacia arriba de algún modo y por las palabras que ha utilizado, intuyo que podría ser de Colombia, claro que si ella a duras penas entiende el español de nosotros que venimos de México, el que ha empleado el muchacho es seguro que la dejó peor de confundida que antes.

Il mio nome, è Jahir, e tu?

Piacere di conoscerti, Jahir, ella es Marianne, el de azul es Aleix, Rubí la de cabello rizado, Jeff y a mí puedes decirme Hannah — tomo la palabra haciendo las presentaciones, cada uno de ellos alza su mano derecha para saludar llegado su turno, a lo que Jahir les contesta con el mismo gesto.

— ¡Qué rechimba! Alguien de casa o con el mismo caso que el mío... — lo observo atenta, sin entender mucho a qué se refiere, lo que le interrumpe de completar su oración —. ¿No eres colombiana?

Niego añadiendo una risa cuando se disculpa, la verdad no era la primera vez que alguien me preguntaba aquello, por lo que no me sorprende pero sí me genera más intriga por conocer la razón de sus suposiciones.

— ¡Qué pena!— exclama luciendo avergonzado, sonriendo de nuevo al yo asegurarle que no pasa nada —. Sé que no es mi vaina, pero la oferta de ayudarlos sigue, trabajo como ingeniero de audio para eventos especiales, llevo aquí un año, pero ya me he hecho de mis contactos, si quieren yo me voy a pie, lo que les haga sentir más seguros.

Intercambiamos una mirada entre todos, sin pasar por alto que él ya se ha quitado los lentes, sus ojos son café claro y por muy apresurado que sea, sí nos genera la confianza suficiente para que sea nuestro guía.

Mari es la que se encarga de informarle lo que se ha decidido, advirtiéndole que si intenta algo sospechoso, no dudará en reportarlo y hacer que lo saquen del país.

Jahir ni se inmuta y se sube a su motocicleta, bajando la careta en cuanto se coloca el casco y ha terminado de indicarle a nuestro chofer las calles que vamos a tomar para llegar a donde él dice.

Podrías ser tú Where stories live. Discover now