Podrías ser tú

Capítulo 1. Mensaje de Texto

Na-na-na, come on
Na-na-na, come on
Na-na-na-na-na, come on
Na-na-na
Come on, come on, come on

Na-na-na-na, come on
Na-na-na, come on
Na-na-na-na-na, come on
Na-na-na
Come on, come on, come on
Na-na-na-na

Feels so good being bad
( Oh oh oh oh )

Cambio el escote en v por uno corazón sin dejar de seguir el ritmo de la melodía, cantando en voz un poco más alta la siguiente estrofa.

There's no way I'm turning back
( Oh oh oh oh )

Me ha tocado sentarme sola, lo cual agradezco, ya que los lugares vacíos a mi izquierda, se encuentran ocupados con algunas de mis libretas y muestras del taller que finalmente me decidí a tomar.

Now the pain is my pleasure
cause nothing could measure
( Oh oh ohh ohh ohh )

La punta del bolígrafo digital se desliza suavemente sobre el boceto al que le llevo dando forma desde que entré al avión, plasmando sobre la silueta de práctica, el diseño que no he podido sacar de mi mente desde que se presentó hace tres noches atrás.

Love is great, love is fine
( Oh oh oh oh oh )

Con el final de mis pies, imito las pausas en la música, intercalando entre los pinceles para afinar los detalles y así conseguir la textura de tela que estoy buscando.

Out the box, outta line
( Oh oh oh oh oh )
The affliction of the feeling leaves me wanting more
( Oh oh ohh ohh ohh )

Mi fallido intento por hacerle segunda voz a Rihanna, se roban una sutil risita de mis labios, aprovechando ese espacio en la canción para adoptar otra postura y darle un descanso a mi pierna derecha que ya empezaba a protestar.

Cause I may be bad, but i'm perfectly good at it
Sex in the air, I don't care, I love the smell of it
Sticks and stones may break my bones
But chains and whips excite me

— ¿Desea algo más de tomar o comer, señorita?

El acompañamiento de la música y mi canto, se ven interrumpidos por la voz de la azafata, que se inclina en mi dirección, obligando a mi vista a encontrarse con su mirada.

Su expresión es amable a pesar de que todavía no recibe una respuesta o señal de que la he escuchado, entrecerrándose sus ojos color miel cuando le pido con una seña que me dé un momento en lo que recojo todo.

No me apresura y antes de contestarle de forma verbal, sonrío a modo de disculpa, bajando los auriculares rosas con orejas de gatito que recibí en mi último cumpleaños, para por último alejar la tableta de mi regazo y así brindarle mi completa atención.

— ¿Hay posibilidad de que me traiga un poco más de queso y pan junto con un jugo de fresas y naranja?

— ¿Algún tipo de queso en especial o el que le servimos hace unas horas?

— El mismo, será perfecto, grazie.

Continuo desenredando mi cabello, afirmando con la cabeza cuando me informa que no tarda, mis ojos se fijan en la ventanilla, pero mi mente vaga unos segundos recordando el mensaje que me trajo aquí, antes de que me acerque a apreciar el cielo.

Por las tonalidades rosáceas y anaranjadas, intuyo que está por amanecer.

Cuando salí de casa, las estrellas y la luna es lo que más se podía vislumbrar y el haber tenido la oportunidad de sentir que se encontraban a unos centímetros de distancia, es algo que jamás podría olvidar.