Capitulo 4. La defensa de Hearthglen (Parte final)

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Campamento del azote

*Música:

Falow vuelve a revivir

Kel'Thuzad: ¿No te dije que tuvieras cuidado?

Falow: . . .

Kel'Thuzad: No importa, esta vez será un ataque multiple, enviaremos unas pocas tropas cada tanto para mantenerlos a raya, mientras tanto acumularemos

Falow: Suena efectivo, señor, ¿Puedo sugerir cuando atacar?

Kel'Thuzad: No, coordinaremos el ataque con el campamento de los muertos vivientes que hay al este, esperaremos sus ordenes

Falow: Entiendo -recuerda más, pero son momentos en los que disfrutó destruir todo, lo cual hace que sonría sádicamente- Siento la necesidad del caos, pero puedo esperar

Kel'Thuzad: No deberías decir cosas así bajo mi control... Pero supongo que ya no es necesario de momento

Mientras tanto con Hector, Megan y Renard

*Música:

Ambos llegan al siguiente pueblo, donde el acólito está llegando a una mina de oro abandonada en medio del pueblo, Hector y Renard se quedan mirando, mientras que Megan se hace pequeña sobre el agua sobrante de su cuerpo y se recuesta dentro del pequeño balde

Acólito: Mi vida... -alza sus manos- ¡¡¡Por Ner'Zhul!!!

El acólito comienza a susurrar un conjuro, el cuál comienza a encantar la mina de oro

Hector: Ay no...

Renard: No creo que vayamos a terminar bien...

Hector: ¿Qué hacemos?

Renard: Esperar al enemigo y ser pacientes, podríamos descubrir información valiosa

Mientras tanto con los soldados rasos restantes

Los soldados rasos persiguen a las abominaciones, hasta que de repente llega un Lich con 5 necrofagos, 4 nigromantes y 2 abominaciones

*Música:

Lich:

Lich:

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