Los encantos de Seline

258 1 0
                                    

Siempre cuidé de mi hermana Seline, los dos habíamos establecido un tipo de conexión bastante cercana, en parte era algo bueno, pero también tenía un lado que cambiaría nuestra relación.

Me fui por unos años a terminar mis estudios a otra ciudad, me fue bien y me establecí laboralmente ahí. Seline con el pasar del tiempo también terminó sus estudios y uno de sus objetivos fue mudarse conmigo a aquella ciudad, la verdad es que en parte me hacía feliz, pero por otra no tanto ya que no podría llevar mujeres al apartamento para disfrutar del placer.

En fin debía arreglarmelas de otra forma, lo importante es que mi hermana se sintiera bien.
Cuando fui al aeropuerto a recoger a Seline, me sorprendí bastante, ya no era aquella dulce adolescente que dejé, ahora se había convertido en una preciosidad de mujer, llevaba jeans ajustados, que resaltaban su figura, una blusa negra que hacía lo mismo con sus senos, la verdad es que me sentía nervioso, y en cuanto me vio Seline, se acercó hacia mi apresuradamente y me abrazó.
La tomé de la cintura y tenerla tan cerca me había hecho sentír un tipo de reacción diferente. Aspiré el aroma de su perfume, sentí por unos segundos la suavidad y calidez de su cuello, y mis pensamientos divagaron en como sería sentir su piel desnuda bajo las sábanas. En ese momento reaccioné y paré mis pensamientos.

Luego de una hora Seline se instaló en mi apartamento, le ayude con sus cosas y me sentía feliz ya que ella alegraba el lugar donde vivía, aún que no puedo negarlo, aquellos pensamientos que no eran correctos también surgían con ella, y eso me preocupaba, no debia mirarla así, y es que para un mujeriego como yo, no hacía más que ver a las mujeres como instrumento de placer, pero jamás me imaginé que también miraría de esa forma a mi hermana Seline.

El tiempo pasaba y disfrutaba la presencia de Seline, aún que descubrí que ella disfrutaba más de estar conmigo. Mi hermana estaba mucho más cariñosa, estaba pendiente de mi, le encantaba salir conmigo, y bueno era algo así como una relación de novio, tal vez era mi impresion, pero la sentía así, aún que en un principio solo pensé que tal vez era por mi forma de ver a las mujeres, pero no, y lo comprobé cuando en una ocasión mientras mirábamos una película juntos, comenzé a hacerle masajes en su cuello, ella decia que le encanta como eran mis masajes, pero poco a poco el ambiente se colocaba algo tenso y lentamente me acerqué y le di un beso ahí, ella rió un poco e hizo su cabello a un lado, para decirme que le diera otro beso más.
Sin más, y aún que sabía que era incorrecto besé su cuello sutilmente, marcando como uno de los momentos más placenteros con ella.

Los días pasaban y no comentamos nada sobre aquel momento, todo iba normal, Seline me tenía más confianza, pero la tensión comenzó a aumentar cuando Seline una vez entró en mi habitación en ropa interior, la verdad fue la primera vez que pude observar las lindas piernas de mi hermana, Seline es una verdadera belleza, no pude dejar de contemplarlas, y lo peor es que ella se dió cuenta que la observaba, ella rió y dijo " te gusta lo que vez?"

Me coloqué nervioso y no dije nada, solo desvíe la mirada.
Desde entonces Seline era algo coqueta conmigo, en cada oportunidad nos abrazabamos, en cada oportunidad le robaba un beso en el cuello o en sus mejillas. Una ocasión mientras miramos una película ella me pidió dormir conmigo, me coloqué nervioso, no sabia las consecuencias que podía tener aquello, sin embargo accedí a ello, y puedo decir que esa noche fue mágica. Seline quedó en ropa interior, la observé hipnotizado, sin más la abracé y la acerqué a mí en la cama, le di besos en las mejillas y parte de su cuello, le susurré lo bella que es, Seline recorrió con sus manos mi espalda, y me dijo sutilmente que había soñado con ese momento, de tenerme tan cerca. Luego de aquellas palabras dormimos maravillosamente, esa noche pude disfrutar de Seline, disfruté sutilmente del calor de sus piernas con las mías, de su aroma, de su suavidad y su calor. Seline en realidad es una gran tentación, llevaba bragas de encaje sensuales pero de color rosa, y su brasier de color negro, también de encaje que cubría sus preciosos y cálidos senos, aquellos en los que pasada la noche, yo dormí, disfruandolos en mi rostro.



Relatos de un Amante Where stories live. Discover now