CONQUISTANDO EL CORAZÓN DE UN LOTO || Chengxian

VI. DESTELLOS DE ESPERANZA.

En el Muelle de Loto, se desplegó la tan anticipada unión entre Jiang Cheng, líder de la secta Yunmeng Jiang, y Wei Wuxian, el Patriarca de Yiling. El ambiente rebosaba de cultivadores pertenecientes a diversas sectas, creando una atmósfera cargada de expectación y emoción. Mientras los invitados disfrutaban de la compañía y los bocadillos, aguardaban el comienzo de la ceremonia en medio de una decoración exquisita, resplandeciente con luces parpadeantes y arreglos florales meticulosamente dispuestos.

Cuando la ceremonia finalmente comenzó, el salón principal se impregnó de una atmósfera saturada de emociones y tradición. Cada rincón irradiaba una sensación de unión y esperanza, como si el propio ambiente estuviera impregnado de la felicidad que brotaba de los presentes. Las miradas de los invitados centelleaban con alegría y agradecimiento, honrados de ser partícipes de un momento tan especial. Entre la elegancia de la decoración y la suave melodía de fondo, se percibía una atmósfera mágica que transportaba a todos a un lugar donde lo celestial y lo terrenal se fusionaban en armonía perfecta.

Desde sus asientos, los asistentes observaban con respeto y admiración cómo dos almas, después de haber enfrentado innumerables desafíos, se unían en un lazo eterno. No era solo una ceremonia matrimonial; era la convergencia de dos senderos, dos historias entrelazadas en el tejido del tiempo, dando origen a una nueva narrativa de amor y compromiso. En aquellos momentos sagrados, el futuro se revelaba como un pergamino en blanco, aguardando ser llenado con promesas y bendiciones infinitas.

Para el clan Jiang, la ceremonia trascendía la mera unión de dos individuos; representaba el resurgimiento de una esperanza perdida y la reafirmación de su legado ancestral. Era un momento de renovación y fortaleza, recordando que incluso en las oscuridades más profundas, el amor y la conexión humana podían brillar con una luz inquebrantable, guiando el camino hacia un futuro lleno de prosperidad y dicha.

—Primera reverencia ante el cielo y la tierra. —Al recibir la indicación, Wei Wuxian sintió una oleada de emoción que casi lo abruma. Su corazón latía con fuerza, mezclando nerviosismo y una felicidad abrumadora. Cerró los ojos por un momento, intentando calmar sus emociones mientras reflexionaba sobre el camino que lo había llevado hasta Jiang Cheng, su compañero de vida—.

—Segunda reverencia ante los padres. —Jiang Cheng deseaba que todo acabara pronto; con cada segundo que pasaba, su anhelo por besar a su futuro esposo crecía. Aunque intentaba mantener la calma, su corazón latía con rapidez, como si estuviera al borde de un abismo, listo para dar el paso hacia un nuevo capítulo de su vida—.

El ambiente estaba impregnado de la energía del amor a punto de consolidarse, mientras los rayos matutinos se filtraban a través de las cortinas, tiñendo la habitación con una cálida luz dorada. El silencio respetuoso que rodeaba a la multitud apenas se veía interrumpido por susurros suaves y discretos entre los invitados, quienes observaban con reverencia este momento especial entre los recién casados. Cada detalle, desde el susurro apacible del viento que se colaba por las ventanas hasta el dulce aroma de las flores de loto que adornaban la sala, contribuía a la atmósfera de calma y serenidad que envolvía a la pareja en su día de bodas.

—Tercera reverencia ante los esposos. —Jiang Cheng y Wei Wuxian realizaron el último gesto con gracia y solemnidad, sintiendo las miradas cálidas de sus seres queridos sobre ellos. Cada movimiento estaba cargado de nerviosismo y felicidad, conscientes de que estaban dando inicio a una nueva etapa en sus vidas. Al levantarse, los aplausos estallaron en el salón, inundándolo con una energía vibrante y bulliciosa—.

Con los ojos llenos de emoción, Jiang Cheng levantó con delicadeza el velo de su pareja, revelando un océano de sentimientos que habían permanecido ocultos por mucho tiempo. El brillo en sus miradas reflejaba una amalgama de alegría, alivio y un amor profundo, como si en ese instante se hubieran liberado de todas las adversidades que habían enfrentado en su camino hacia la unión matrimonial. Era evidente para todos los presentes que este momento marcaba una conexión pura y una felicidad sincera para la pareja, quienes finalmente podían dejar atrás el pasado y contemplar un futuro juntos colmado de promesas y esperanzas.