Chapter 8

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Ni siquiera él mismo lo sabía; no sabía lo que estaba sintiendo, ni siquiera podía describirlo. Lo único que sabía era lo horrible que se sintió al ver cómo Mercurio se confesaba a su Luna. Debería estar feliz por él, pero en cambio, una sombra de tristeza se cernía sobre su corazón. ¿Por qué se sentía así? Con cada palabra que decía Mercurio, sentía cómo un nudo se formaba en su garganta, una sensación desconocida que le hacía cuestionar el porqué de su malestar. Sentía que las lágrimas iban a caer en cualquier momento y se iba a derrumbar ahí mismo. Pero lo que más le dolía era la incertidumbre, el no poder descifrar lo que sentía, mientras las lágrimas amenazaban con salir. Tierra no se daba cuenta de que estaba a punto de llorar frente a sus amigos al presenciar esa escena. Marte lo miraba con preocupación y Venus con curiosidad. No aguantó más y simplemente decidió retirarse de la escena, mientras sus dos amigos trataban de averiguar qué le pasaba.

Tierra se retiraba del lugar, tratando de ocultar las lágrimas que inevitablemente salían de sus ojos mientras sus dos amigos lo miraban. A este punto, se sentía avergonzado.

—¿Tierra, te sientes bien? —le preguntó Marte

—Sí... estoy bien, solo estoy algo conmovido —dijo Tierra, mientras intentaba ocultar su cara.

—¿Seguro? ¿No estarás celoso por aquella escenita? –preguntó Venus, riéndose, sin darse cuenta de la gravedad de la situación. Ese acto hizo que se ganara un mal gesto del planeta rojo.

Tierra, cansado y algo molesto por la actitud de Venus, se retiró del lugar con una mueca de molestia. Venus quería seguirlo, pero Marte lo detuvo, colocando una mano en su hombro.

—No seas tan chismoso, Venus. Hay que dejar que Tierra tenga tiempo a solas hasta que se sienta seguro de decirnos lo que le pasa

El silencio entre Mercurio y Luna era incómodo, ¿y cómo no? Mercurio acababa de confesarle su amor a Luna , su mejor amigo, y este se encontraba sumido en sus pensamientos

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El silencio entre Mercurio y Luna era incómodo, ¿y cómo no? Mercurio acababa de confesarle su amor a Luna , su mejor amigo, y este se encontraba sumido en sus pensamientos. Aunque las cosas terminaron bien, se sentía cierta tensión en el ambiente. Tanto así que Mercurio decidió hablar para romper el hielo.

—Luna, ¿estás... bien?

Luna desvió la mirada, algo distraído, hacia su amigo.

—Sí, estoy bien. Solo que... aún me sorprende lo que pasó. No todos los días tu mejor amigo se te confiesa, ¿sabes? —respondió con una sonrisa forzada, intentando restarle importancia al asunto.

—Entiendo. Y está bien si te sientes así. Hablemos mejor de otra cosa -propuso Mercurio, cambiando rápidamente de tema— ¿Alguna vez te has enamorado?

—Mercurio, pensé que habías dicho que hablariamos de otra cosa -replicó Luna con una leve sonrisa forzada.

—Lo sé, lo sé —lo interrumpió con una risa nerviosa— pero esto no tiene nada que ver con lo de antes.

—Supongo que tienes razón —dijo Luna con un suspiro—Respondiendo a tu pregunta, creo que no.

—¿No? —Mercurio miró algo extrañado a Luna- ¿De alguna luna amiga tuya quizás?

Fragile Ties (Luna x Tierra)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz