Shipp: Iara y Teo (Tiara, por Valen xd)
Iara tiene un admirador secreto, no sabe quien es. ¿El problema? Ella esta casada.
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"¿Por qué siguen juntos? Ese amor... "Apasionado" se nota que ya perdió la chispa, ya no tienen 20 años... Creo que fueron muy rápido en esa relación..."
Dejó su taza de café encima de la mesa de cristal nueva que Iara había comprado. Avril estaba escéptica ante la realción que habían formado sus dos amigos, fue totalmente sorprendente para todos, muchos se emocionaron mientras que otros estaban muy confundidos de porque se habían unido.
Podía presumir que aunque su matrimonio había sido algo forzado por sus amigos, porque estaba segura de que Teo se le había declarado por presión social, al igual que pedirle matrimonio, aunque no era del todo malo.
"Avi, te aseguro que él es una buena persona y nuestro matrimonio esta igual de fuerte que siempre. Yo lo amo."
Su marido la respetaba y nunca le exigió nada, Iara era considerada por muchos como una mujer libre y soñadora, tierna y dulce como las flores. Teo por otro lado era alguien rudo y serio, para los amigos más cercanos de Iara, podía llegar a ser el mismo demonio, sus supuestos amigos le rogaban que abandone a su marido, pero por alguna razón Iara no lo hacia, a pesar de todo, amaba a su marido, le fue inevitable hacerlo, solamente con que le diera un regalo, por más pequeño que fuera, un pequeño detalle le hacia la mujer más feliz del mundo.
"Esta bien, si ustedes lo dicen... Me alegra que sean muy felices. Valen todavía sigue sin creerle ni una sola palabra a Teo."
"Jajaja! Entendible, supongo..."
Avril se levanto de su silla, solo había ido a visitarla para asegurarse de que no se mataran entre ellos dos. Varios del grupo les había parecido raro como fue que anunciaron su relación, así de la nada, sin pistas de por medio. Simplemente Teo un día dijo que iba para capital y que quería decirles algo importante, todos reunidos, sentados en banquitos en Plaza Italia esperando a que apareciera su amigo, llegó de la mano con Iara. "Ella es mi novia ahora." Fue algo shockeante para muchos en ese momento, especialmente para Avril, Pepe y Valen, que varias veces habían presenciado las discusiones entre ambos e indirectas de la chica, más varias quejas. Lo mismo fue cuando les contó que le había propuesto matrimobio.
Su vida pasaba monótona y tranquila, estaba contenta por la vida que tenia, estable, con un marido lindo y trabajador. Pero la falta de amor y pasión hacia que se deprimiera, no entendía porque un día se acerco a proponerle ser la novia, había dicho sí en broma y al día siguiente ya la habia presentado como tal. Fue muy sorprendente, pero no se quejaba. Le regalaba cosas caras, flores, chocolates, aunque nunca le dijo que la amaba. Todos estos detalles jamás se los dió en persona, no salían a pasear, su unica comunicación era una llamada que le hacía él todas las noches. Su madre estaba encantada de que consiguiera a alguien "Tan lindo y trabajador que le daba cosas caras". Su relación había decaido en los ultimos años, esos detalles ya no estaban por su parte y apenas la miraba a veces.
Hasta que un día, noto como en la puerta de su casa habia un sobre anónimo, a su lado un pequeño detalle, 3 lindas flores violetas. Iara al entrar a su casa se sentó en su sofá y empezo a leer las 3 páginas que contenía el sobre, llenas de amor, le escribían con tal dulzura y amor que su corazón por unos instantes saltó de la emoción, guardo la carta y a las violetas las coloco en un florero. Llevaba tres años recibiendo una vez por mes un ramo pequeño de flores y una carta con sentimientos que nunca podría ni soñar que su amado le entregaría.
Teo llego del trabajo varias horas después, notó como su esposa se encontraba un poco rara, en la mesa habían unas lindas violetas, le resto importancia y se fue a su despacho.
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Paso el tiempo hasta que hace 3 años que Iara recibió su primera carta, de forma constante el chica recibía una carta con los versos mas hermosos jamás escritos, llenos de poesía, admiración y sueño, siempre firmados de forma anónima tambien con cada carta venia un bello ramo de violetas, aunque al principio pensó en contarle a su marido de las cartas y flores que recibía, decidió guardarselo, con cariño guardaba todas aquellas obras de arte, las violetas pasaron a ser el siempre fiel adorno floral de la casa.
Por breves instantes se preguntaba ¿Como seria su admirador? ¿Seria un joven enamorado? Imposible, la forma poetica en la cual era escrita era muy compleja para los jovenes de hoy en dia ¿Un hombre mayor? Ni pensarlo, aunque la forma en la cual era escrita le recordaba de cierta forma como su abuelo se expresaba con amor y ternura a su abuela, les habia comentado a sus amigos de forma discreta de su admirador, al principio insistian que lo buscara y escaparan, por Dios, Iara tenia a un hombre a sus pies que se la jugaba a ser descubierto con tal de escribirle lo que sentia, descarto de inmediato esa idea, amaba a su esposo, ademas ¿Qué tal si su admirador no era como el lo imaginaba? Iara estaba encantado con la forma en la cual le escribian, en la forma en la cual lo comparaban hasta con los Dioses y las musas griegas.
Ella solo se resignaba a tener esa felicidad momentanea. Asi que guardaba aquellas cartas que le hacían sonreír al leerlas en una pequeña caja en su armario en un parte a la que Teo nunca prestaba atención. Realmente no creía que a su esposo le causara gracia encontrar aquellas cartas, seguramente la llamaria infiel aunque no fuera así.
"Regrese"
Un cansado Teo mientras dejaba sus cosas en una de las mesas
"¿Cómo te fue hoy?"
Pregunto con cariño Iara mientras le ayudaba a desatar la corbata
"Igual que siempre."
Respondio cansado y soltando un suspiro mientras se sentaba en el sillón.
"Prepare milanesas con papas fritas para cenar."
Para tratar de animarlo quizás fue un intento en vano, porque lo unico que obtuvo apenas fue quejido de su parte y una mueca de mal humor. Solo pudo soltar un suspiro cansado y de hartazgo en respuesta. "Voy a preparar la mesa."
Con un poco de desánimo la castaña fue a la cocina sin darse cuenta de que Teo la veía de reojo para después fijar su mirada en el ramo de violetas que adornaba uno de los jarrones. La pareja ceno apenas platicando ya que el ambiente se sentía tenso, al terminar de comer la chica tomo los platos y los llevo a la cocina para lavarlos después sin darse cuenta de que el muchacho la habia seguido.
Teo desde hace más de un año ve la actitud sospechosa de su esposa, como se le ve nerviosa o sonrojada, como cada vez hay un nuevo ramo de violetas.
"Te quiero."
Sus palabras salieron más de dormido que despierto, la abrazó por las espalda y le dijo de ir a la habitación que hace mucho no compartian juntos. Iara se dio vuelta y lo abrazó con fuerza, asintiendo con su cabeza en respuesta, para ser levantada estilo princesa para acostarla en la cama. No hicieron nada, solo se abrazaron, cuando Teo noto que la más pequeña se habia quedado dormida, se levantó y acomodó una sabana encima suyo con cuidado y dirigió su mirada al armario.
Mas en específico en el lugar donde sabía que Iara habia guardado sus cartas.
Siempre llegaba tarde, la saluda y se sienta en su silla para ponerse a usar la computadora en su oficina. De un pequeño cajon saca un cuaderno saca borradores con hermosos escritos hechos a mano de su esposa, también unos recortes de poemas, comparaciones de Iara con las flores y bastantes de los escritos rayoneados. Lo que nadie nunca se imaginaba ni sospechaba es que él era aquel admirador secreto que le escribía a Iara cada mes, era quien le compraba esas hermosas flores, porque Teo siempre estuvo enamorado de ella.
Se sentó en su escritorio y continuó donde se había quedado la noche anterior, escribiendo todo el inmenso amor que sentía por su esposa intentando ser lo suficientemente cuidadoso para no ser descubierto, él quería todo de Iara, cada parte de ella, pero solo se conformaba con que le recibiera sus versos llenos de amor y flores violetas.
