Capítulo 2

4 1 0
                                    

Aoto cerró la puerta del armario nuevamente, habían muy pocas cosas que le ponían nervioso o le daban siquiera un poco de miedo, pero esta situación había superado por mucho todas aquellas cosas que habían pasado anteriormente.


—Oye, Aoto—le llamó Ritsu entre susurros—Por favor cálmate, no vamos a sobrevivir a esto si te pones nervioso, debemos tratar de calmarnos—apoyó su mano en el hombro del chico frente a él, con esta acción pudo notar cosas que por la oscuridad no había notado antes, como el temblor de sus manos y su respiración pesada, Ritsu no sabía si agradecer o preocuparse de que los gritos de la mujer habían cesado.


—Lo siento, realmente trato, pero aquí dentro es algo difícil.


—Sé que es difícil, pero aún tenemos un poco de tiempo antes de encontrar una solución para el infectado que posiblemente nos busca ahora mismo—escuchó cómo la respiración de Aoto se hacía un poco más leve, pero seguía agitado.


Ritsu dejó de apoyar su mano en el hombro del pelinegro y en su lugar tomó sus manos, las cuales estaban cubiertas en una fina capa de sudor frío, el chico posiblemente tendría un ataque de pánico.


—Aoto por favor trata de calmarte, siento como tu cuerpo tiembla, vamos, respira lento y profundo, trata de seguir mi respiración, ¿está bien?


Al escuchar un ligero sonido de afirmación por parte del menor, Ritsu comenzó a inhalar y exhalar un poco fuerte para que Aoto pudiera escuchar y guiarse con estos sonidos, no tomó mucho para que el pelinegro finalmente se calmara lo suficiente como para pensar racionalmente.


—Eso es, lo hiciste muy bien–soltó las manos del menor—Ahora necesito que me digas si tienes algún objeto que podamos utilizar como arma o al menos como defensa.

—Tengo un bate de metal.


—Excelente, ¿dónde está?


—No lo sé, la última vez estaba debajo de mi cama, pero no sé si mi hermano lo tomó alguna vez y no lo devolvió.


—Muy bien, voy a revisar debajo de la cama primero, quédate aquí.


—Ten cuidado.


Ritsu no respondió, solamente abrió la puerta del armario con cuidado, salió y caminó hacia la puerta de la habitación, con el mayor sigilo posible, la cerró. Luego se dirigió hacia la cama, se puso de rodillas y revisó, había un poco de polvo pero no se veía sucio, sus ojos se movieron lentamente más de una vez, con tan poca luz era complicado ver, al revisar por tercera vez, logró notar la silueta de lo que parecía ser una caja, estiró su brazo e intentó alcanzarla.


Sin éxito alguno, tuvo que meter su cabeza para llegar más lejos, pero al escuchar pasos acercándose, no tuvo más opción que meter por completo su cuerpo debajo de la cama. Miró los pies de la mujer que anteriormente estuvo golpeando fuertemente la puerta del hogar de Aoto, ninguno se percató de que la mujer había entrado, la interrogante de cuándo entró el infectado no se hizo esperar en Ritsu, creyó estar atento a su entorno, quizá entró por una ventana o de alguna manera rompió la pared.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 27 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The infectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora