MARVEL: CAMINO DEL JUGADOR 2

CAPÍTULO 224

"Bah, no te preocupes, voy a ser fácil contigo, quiero decir, no es la primera vez que un hermano ha intentado matarme, a la edad de diez años Loki había intentado acabar conmigo veintiocho veces, ¡veintinueve si cuentas el incidente de la serpiente! Es más o menos una tradición familiar en este momento", se rió Thor, agarrando a Hela por la cintura con una sola mano y arrojándola al portal como una puta lanza.

"Thor, ¿has considerado... no sé... terapia?" Pregunté, preocupado por su... estabilidad mental.

"No, ¿por qué lo haría?" Thor respondió, inclinando la cabeza hacia un lado en confusión: "Pero hablando de terapia, ¿crees que la Doctora Walker también tomará a Hela? ¿Tal vez hacer un paquete, dos por uno?"

"¿Quieres decir, Emily?" Pregunté, preguntándome si estaba drogado.

"Sí", asintió Thor.

"Emily no te estaba cobrando nada", me reí.

"Al principio, pero luego vino Nat, diciendo que era su gerente, y que los servicios premium de Emily como terapeuta valían el peso de Volstagg, en oro", se rió Thor, "Así que pagué".

"Yo... No sé si debería sentirme orgulloso o preocupado", murmuré.

"Ambos", respondió Ancestral.

"Muy bien, estoy orgulloso", me reí, volviendo a Thor una vez más, "hablaré con Nat, tal vez ella haga una excepción, un descuento familiar y esas cosas", asentí con la cabeza.

"¡Maravilloso! Quiero decir, Asgard es rico, pero solo tenemos tanto oro", se rió Thor, saltando al portal con un guiño, uno que me hizo saber que estaba de acuerdo con que Nat se llevara su oro, solo estaba siendo extra por el bien de eso.

"Entonces, ¿y ahora qué?" Ancestral preguntó cuando el portal que Thor había creado estaba cerrado.

Me demoré un poco en su pregunta, recordando algo en el proceso, la misión de conquistar la tierra, una misión que no había completado porque en ese momento era demasiado débil para hacerlo, algo que ya no era una variable que me impedía tomar medidas: "Ahora conquisto la tierra", respondí.

"...."

"Sí, soy consciente de que eso sonaba bastante ominoso, y que sin contexto me dejaría en una mala luz", asentí con la cabeza, sintiendo su mirada crítica en mi espalda.

"Muy bien entonces", se rió Ancestral, "¿Cómo puedo ayudar?"

"No me estabas juzgando como hace un segundo", resoplé.

"Nunca lo haría", jadeó Ancestral juguetonamente.

"Pero en cuanto a la ayuda, bueno", sonreí, mientras comencé a describir en detalle lo que implicaba la conquista de la tierra, y los beneficios que traería, como por ejemplo, tener el poder de bloquear la entrada al planeta a individuos peligrosos, siempre y cuando estuvieran por debajo de mi nivel.

"Veo", asintió Ancestral, "Me gusta la idea, nos ahorraría mucho tiempo si solo pudiéramos mantener a los individuos no deseados fuera del planeta".

"Sí", asentí con la cabeza.

"Entonces, supongo que la siguiente pregunta es, ¿qué hacer con ellos?" Ancestral preguntó, señalando a los Eternos inconscientes que lo rodeaban.

"Preguntémosles", respondí, usando un pulso de energía cósmica no solo para despertarlos, sino también para atarlos en su lugar.

"Lo hiciste", murmuró Ajak mientras volvía a entrar en razón, mirándome en total shock.

"He hecho", asentí con la cabeza.

"¡Él los matará a todos, no salvaron nada!" Ajak dio la espalda, probablemente refiriéndose al Celestial que le había ordenado asegurar la aparición de Tiamut.

"Quién sabe", sonreí mientras usaba mi mapa para localizar a los Celestiales más fuertes. [Jemiah The Analyzer LV 1401], [Nezarr the Calculator LV 1489], [Hargen the Measurer LV 1390], [Esos The Searcher LV 1460], [Arishem the Judge LV 1701].

"No tienes ni idea de con quién estás tratando", respondió Ajak, "Has comido... Uno de ellos, y te juzgará en consecuencia".

Me reí: "Tal vez, pero ya basta de eso, no te desperté para que pudieras decirme lo muerto que aparentemente soy, te desperté, para hablar de tu futuro".

"Nunca trabajaremos para ti, bestia", escupió Ikaris con clara ira.

"Yo... no pregunté", respondí, antes de continuar, "Pero, básicamente, mi oferta era que si ustedes quieren, pueden quedarse en la tierra, sin necesidad de que ustedes luchen contra los desviados y esas cosas, me ocuparé de eso yo mismo, o más bien mi grupo".

"Ella los mató a todos", respondió Ajak.

"Pero tú no eres ella", suspiró Thena, "Sin embargo, te sientes como ella, no... más bien, ella se sentía como tú, pero corrupta, supongo que no me había dado cuenta hasta ahora".

"Lo que queremos es intrascendente", suspiró Ajak, con los ojos mirando a los míos, "La Tierra está condenada, él se encargará de ello".

"¿Crees?" no muy preocupado por eso, no porque fuera más fuerte que él, sino porque ambos compartíamos un enemigo común que estaba a punto de despertarse pronto, Knull, "Déjame preguntarle", sonreí, abriendo un portal para conocer al Celestial, que tenía la sensación, sería más comprensivo de lo que Ajak imaginaba.