Capítulo 5.

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Tiempo atrás.

So I pay the price of what I lost, and what it cost
Now that we don't talk.

Marjorie no se levantaba de la cama desde hace una semana, ni siquiera cambiaba su pijama, estaba igual que el día que Joe la dejó. Parecía que había sido ayer, tal vez era que su corazón no se armaría de la noche a la mañana, eso lo sabía, pero mierda, dolía completamente pensar que el hombre que ella amo ya no existía. No sabía en que momento él se había cansado de lo suyo, no sabía en que momento había comenzado a tolerar, a cambiar y a ser simplemente un desconocido del que conocía todo a la perfección. Apenas hace dos semanas había sido el draft, habían celebrado y lo habían pasado súper bien, no entendió el cambio repentino en la vida de Joe, no entendía el porque la dejaba fuera de su vida y la hacía de lado. Ella había dejado todos sus sueños por seguirlo a él y por estar a tu lado, para no fallarle en ningún momento. ¿Por qué él no lo había hecho?

El lunes por la mañana, Marjorie se despertó sintiendo un vacío en el pecho. La realidad de la separación la estaba golpeando realmente duro, como si lo hiciera con un martillo o un hacha, incluso ellos serían amables con ella. Se aferró a las sábanas mientras las lágrimas brotaban de sus ojos, lamentando la pérdida de lo que una vez había sido su felicidad.

El martes, Marjorie se encontraba en un estado de shock, miraba su teléfono deseando alguna señal de Joe, un mensaje o algo que le hiciera saber que estaba arrepentido y que realmente volvería por ella. Pero no era así, sus amigos le habían dejado de hablar, parecía que en serio había cambiado con todos.

El miércoles, tuvo una irá incontrolable. Destruyó algunas cosas que habían sido pertenecientes a Joe, pero que ahora no eran más que un estorbo en su vida, por qué así había sido ella para Joe, así había sido destrozada y así la habían dejado. 

El jueves, lloró precisamente por esos recuerdos que ahora tanto daño le hacían, pero que quería traer de vuelta con ella, se arrepentía de haberse deshecho de todo lo que algún día él le había regalado. Se quedó con una caja musical que él le había regalado cuando cumplió dieciséis, incluso un collar que había regalado en su primer aniversario y un anillo de promesa. Las fotos seguían colgadas en su pared y jamás se desharía de ellas.

El viernes, Marjorie se encontraba en un estado de resignación. Aceptó que la ruptura con Joe era inevitable, que su relación había llegado a su fin. Se prometió a sí misma que seguiría adelante, ¿cómo? No tenía ni la menor idea, pero lo intentaría.

Recordó el día en que Joe le había dado la noticia, cómo sus palabras habían cortado como cuchillos afilados en su corazón. El recuerdo era tan claro, podía recordar lo que hacían, porque simplemente era una cita que ella había organizado a la que claro, él había llegado horas después. Una de las palabras que más recordaba de Joe era la forma en que le había gritado lo que pensaba de ella, de su relación, como todo lo había soltado para que terminará en el caño. 

"No puedo permitir que nuestra relación me distraiga de mis metas. Necesito concentrarme en el fútbol, en mi futuro", era lo que Joe había gritado sin sentir ni un tipo de dolor, lo que le retumbaba en la cabeza de Marjorie y la carcomía por dentro. Abrazó su almohada, parecía que definitivamente no podría seguir adelante por un buen tiempo, que simplemente todo había terminado y la mejor forma de asumirlo era llorar, hasta que el dolor pudiera pasar.

(...)

Habían pasado dos semanas desde que terminó con Joe, por fin había salido de fiesta con sus mejores amigas, ellas la habían arrastrado hasta San Francisco para estar juntas, así ella se podría distraer y estar mejor. No merecía lo que le estaba pasando. De esas dos semanas después de la ruptura, Marjorie intentaba desesperadamente encontrar una distracción, esa había sido la principal razón para salir de viaje con sus amigas para seguir con normalidad en su vida. Seguía con la esperanza de distraerse y alejar los pensamientos dolorosos que la atormentaban día y noche.

La música del antro le retumbaba, Marjorie bailaba con la multitud tratando de perderse en el frenesí de la noche. Sin embargo, incluso entre risas y conversaciones animadas, un sentimiento de vacío la seguía a todas partes, recordándole la pérdida que había sufrido, era como si Joe la siguiera a todas partes, tal vez era su collar, pensó, sí, eso era lo que los unía. Pero era estúpido, un imán material no era un imán de corazón.

Se alejó de la multitud para irse a la mesa dónde estaban anteriormente bebiendo y perdiendo el tiempo. Mientras observaba a sus amigas bailar y reír, Marjorie sacó su teléfono y abrió Instagram, buscando una distracción en la pantalla brillante. Sin embargo, lo que vio la dejó paralizada.

En la pantalla, las fotos de Joe llenaban su feed, mostrándolo sonriente y radiante, como si nada hubiera cambiado en su vida. Había imágenes de él entrenando en el campo, de fiestas con amigos y de salidas nocturnas por la ciudad. Parecía tan feliz, tan normal, como si la ruptura nunca hubiera ocurrido.

Un nudo se formó en la garganta de Marjorie mientras miraba las fotos, sintiendo envidia y resentimiento ardiendo en su interior. ¿Cómo podía ser tan fácil para Joe seguir adelante mientras ella luchaba por encontrar su camino? Ella luchaba para sobrevivir. No podía entender cómo Joe podía parecer tan feliz sin ella, cómo podía continuar con su vida como si nada hubiera pasado entre ellos.

Sentía las lágrimas correr por sus mejillas sin un permiso de ella, simplemente la destrozaba, quería gritarle al mundo lo injusta que era la vida, lo cruel que podía ser el destino. Ella nunca había existido en la vida del gran Joe burrow, había sido un tropezón que lo distrajo de su carrera, algo que jamás debió existir. Tarde lo comprendió.

Midnight Rain | Joe Burrow.Where stories live. Discover now