• • Capitulo 21 • •

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—Princesa. . . ¿Que haces despierta? Es muy tarde.—Dijo Elena mientras sonreía.

—Estoy esperando a papi.

Esas palabras dejaron helada a Elena, dejándola pensando.

¿Su hija aun no se daba cuenta? O ¿Ella no quiere darse cuenta?

—No creo que él vuelva Princesa.

—Si lo hará, él me dijo que quiere verme crecer y que cuándo tenga novio él lo va a asustar.—Dijo la pequeña ocultándose en su manta.

Después de todo, siempre fue así.

Papá se iba, esperabas todo el día y luego por la noche volvía.

Así siempre fue la rutina.

Elena solo la miro y se quedó en silencio hasta que tomó la manta y se acurrucó junto su hija en el piso enfrente de la puerta.

Su hija era terca, igual que él.

______ se acurrucó contra en pecho de su madre mientras aún miraba la puerta tratando de no quedarse dormida.

—Princesa. . .Como me gustaría que él pasará por esa puerta.—Susurro mientras le dejaba un pequeño beso en su frente.






















































                   MAMI anda muy rará hoy, ella siempre me viste con ropa de colores, pero hoy me dijo que teníamos que ir con una ropa diferente, no me gustaba como se veía en mí, pero mami me dijo que era por educación y respeto llevarlo, más tarde me las arreglaré para llevar algo de color.

Así que, le hice caso.

Hoy es un día nublado, aún habia nieve, quería agarrar un poco y jugar con los niños, pero mami me dijo que ahora no podía.

Así que le hice caso.

Cuando me subió al auto y comenzó a conducir, de la radio salió una canción que era la favorita de mí mami, le pedí que si podía subir el volumen «Talvez eso le ayudaria» Pensé, pero mami apagó la radio, le pregunté: «¿Por qué lo apagaste?» Ella me contestó: «Porque no es momento para escuchar musica»

Asi que le hice caso.















































         CUANDO porfin llegamos, lo primero que vi fue a un montón de gente con el mismo color de ropa que la mía, no reconozco sus caras, todas parecen iguales, tristes.

Hasta que todas esas caras voltearon a verme a mí y a mí mami, ella tomó mí mano con algo de fuerza para después comenzar a caminar.

Todos ellos nos miraban, me daba miedo, sus caras hinchadas, ojos rojos, labios temblando.

No me gustaba.

Las miradas porfin desparecieron cuando mire al frente y luego hacia abajo.

Era una caja de madera muy larga y grande.

Mí mami lanzó a rosa adentro, ella me dió una también.

Pero no la tiré.

Solamente me acerque a la gran piedra que en ella tenía escrito algo que desconozco.

Agarre unas tizas que tenía guardadas en mis bolsillos que mancharon mí ropa y comenzé a dibujar.

A mí Papá no le gustaban las rosas.

•𝐄𝐘𝐄𝐒 𝐃𝐎𝐍𝐓 𝐋𝐈𝐄•Where stories live. Discover now