"Pronto"

3 4 0
                                    

-Capitulo 14-
  Rigel

De nuevo volvió esa asquerosa sensación, esa impotencia de no poder curar a Ailén con mi supuesto don, Venus no podía hacer nada, mis amigos no podían hacer más que evitar que personas se juntaran y, yo, yo volvía a ahogarme en lo que sentía que siempre había sido mi prisión.

-(¿Qué hago? ¿Qué hago? ¿Qué se supone que haga? ¿No puedo… no puedo hacer nada)

-¡Ailén! ¡Ailén por favor! –Venus trataba, sin éxito, de hacer que Ailén pudiera erguirse.

Mi desesperación llego a su límite, no soportaba ver a alguien así… odiaba que fuera ella.

-(¿Por qué ella? ¿por qué ni siquiera puedo hacer nada? Estoy frustrado y no puedo hacer nada por ella)

Mis brazos rodearon a Ailén, la apretaron tan fuerte como me fue posible y le hablé con susurros al oído.

-{Ailén, por favor, dime que debo hacer}

El silencio se interpuso, hasta que por fin la escuche.

-{Que se vayan, que se vayan todos} –Su voz estaba apagada, cansada, odiaba que se escuchará igual a mi padre.

Venus, que había alcanzado a escuchar, no se detuvo a pensar, agarró a todos y comenzó a llevarlos a rastras, sus voces pronto se dejaron de escuchar.
La frente de Ailén se colocó en mi hombro y la rigidez de mi cuerpo me callo encima.

-(¡¡MALDICIÓN, MALDICIÓN, MALDICIÓN, MALDICIÓN!! RESPIRA, NO RESPIRES, RESPIRA, NO RESPIRES, ME ESTA DOLIENDO LAS RODILLAS, PERO NO IMPORTA, NO IMPORTA QUE SE ME DUERMAN LAS PATAS ¿Estaré muy rígido?  NO, NO ¡CONCÉNTRATE, ALÉN ESTÁ PASANDO POR ALGO MALO!)

-(¡¡MALDICIÓN, MALDICIÓN, MALDICIÓN, MALDICIÓN!! RESPIRA, NO RESPIRES, RESPIRA, NO RESPIRES, ME ESTA DOLIENDO LAS RODILLAS, PERO NO IMPORTA, NO IMPORTA QUE SE ME DUERMAN LAS PATAS ¿Estaré muy rígido?  NO, NO ¡CONCÉNTRATE, ALÉN ESTÁ PASANDO POR ALG...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-{Si no te querías quedar me lo hubieras dicho tonto cara de Cola} –La voz de Ailén había tomado su común humor, solo que su tono… estaba un poco más relajado.

-Bueno pues ahora te lo digo, me quiero ir a mi casa, de nada por cierto. –Sonreí ante mi intento de calmarme a mí mismo.

-{Nadie te pido que te quedaras idiota, no pienso darte mis gracias} –Su cuerpo se relajó.

-Supongo que entonces te puedo dejar tumbada aquí en el piso.

-Pues hazlo. –Se levantó y me extendió la mano.

-No puede ser ¿Me estas ayudando? –Le sonreí.

-Ja, ya quisieras. –Sujete su mano y me ayudo a levantarme- {Gracias}

-¿Qué? –La mire sorprendido.

Sociedad Infernal -- Internado Del Infierno Where stories live. Discover now