¿Quién es ese Juanjo?

Capítulo 16 - ¿Quién es Tony?

Cuatro días habían pasado desde la última vez que alguien había visto a Chiara. La menorquina, si bien respondía con total normalidad a los mensajes que sus amigos le enviaban, rechazaba sistemáticamente cualquier intento de verse que estos le proponían. Ninguno parecía demasiado afectado por las continuas negativas de la morena, Álvaro estaba convencido de que le habría salido un grano enorme y no quería ir enseñándolo por Madrid. Bea y Rus pensaban que estaba resfriada, porque en dos audios que estas le habían pedido a Chiara, la chica tenía la voz algo nasal y entrecortada.

Aquello fue lo último que Martin necesitó saber para saltarse su ultima clase del lunes y correr hacia la residencia en la que su amiga vivía. Había respetado su espacio personal y su decisión de evitarlos durante 4 largos días, pero estaba seguro de que algo estaba ocurriendo y no iba a dejar que su Kiki sufriera sin él. Le olía demasiado raro que la menorquina, por iniciativa propia, decidiera quedarse en la resi durante más de 8 horas. Y más sabiendo lo mal que se llevaba con su compañera de cuarto. Golpeó von sus nudillos la puerta de la habitación de la menorquina una vez estuvo frente a ella. El pasillo estaba casi desierto, puesto que no eran más de las 6 de la tarde y muchos de los residentes debían estar en clase o dentro de sus respectivas habitaciones. El silencio del pasillo fue roto por una voz que atravesó a duras penas el tabique que lo separaba de la habitación.

—Juanjo, leave me alone!—Martin se sintió confundido por un segundo, ¿lo había confundido con Juanjo? Si no había dicho ni una palabra. La voz de Chiara comenzó a ganar volumen—Te he dicho que no quiero ver a nadie, ni hablar con nadie, please. Si quieres salgo para que veas que no me estoy muriendo, but you need to leave.

La puerta se abrió en ese instante, revelando a una Kiki vestida con un pijama navideño, enormes ojeras moradas bajo sus ojos y con el pelo revuelto y amarrado en una coleta mal hecha. El ceño de Martin de frunció al instante, reflejando cómo la preocupación que había sentido esos días se hacía real al tener delante a su amiga. Chiara no solía desaparecer. De hecho, no recordaba que lo hubiera hecho antes. Era una mariposa social, necesitaba contacto humano para vivir de la misma forma que Campanilla necesitaba que creyeran en su existencia. No había precedente de un comportamiento así en la menorquina y Martin no sabía muy bien qué esperaba de aquella visita.

—Oh, Marts... Pensé que era Juanjo otra vez—entornó rápidamente la puerta, asomando sólo su cara por la rendija que dejó entre la hoja de la puerta y el marco—Sorry babe, ya se lo he dicho a Juanjo, i'm out of social battery.

Chiara ni siquiera esperó una respuesta del vasco. Escondió la cabeza y se apresuró a empujar la puerta con el objetivo de acabar con aquella incómoda conversación. Por desgracia, la Martin tuvo la habilidad de colocar su pie entre la hoja y el marco, impidiendo que Kiki desapareciera detrás de la puerta hasta a saber Dios cuándo.

—Kiki, no me mientas que te conozco—habló el vasco, aún con su pie aplastado entre la madera de ambas partes de la puerta.

El primer instinto de Chiara fue pisar con su propio pie el de su amigo para que este se viera obligado a apártalo. Ni siquiera lo pensó. Lo hizo.

—I'm not lying!—declaró pisoteaba el pie de Martin,

—¡Au! ¡Sigues mintiéndome y encima me pisas!—se quejó el vasco, apartando de pronto su pie. Chiara hubiera sonreído, orgullosa de haber conseguido su propósito, pero no pudo evitar volver a abrir la puerta de par en par para atender a su amigo, que se quejaba por su pisotón.

—¡Perdón perdón, babe!—dijo mientras se apresurara a abrazar a Martin, que había fingido su dolor únicamente para tratar de hacer que Kiki no le cerrara la puerta en las narices—No quería hacerte daño—la menorquina tenía su cabeza hundida en el cuello de Martin, haciendo que el vasco fuera completamente consciente de cuando la voz de esta se rompió contra su piel—I just... I'm not having a great day.