Unbreakable | Soukoku - Omegaverse | BSD

Otra parte de la historia: la hija no reconocoda de Fyodor

—¿Qué hace una bella señorita como usted en un lugar tan lúgubre como éste? Puedo escoltarla hasta dónde usted...

—Busco a Osamu Dazai, el líder de la yakuza.

—¿Eh? —el otro mafioso frunció el ceño mientras recogía la baraja—. El oyabun no está disponible en este momento, porque justo ahora está planeando su boda en una importantísima reunión con el segundo al mando y con los ejecutivos.

—¿Se supone que debemos darle tantos detalles a la hermosa desconocida? —desconcertado, el galán cuestionó a su compañero.

—Es necesario que aplacen la reunión. Soy la embajadora de Rusia, y próxima líder del clan del clan Dostoievsky.

—¡¿Q-Qué?! —cuestionaron los hombres al unisono.

El mafioso que se había comportado como un conquistador retrocedió asustado, y miró a su compañero en busca de respuestas; rápidamente, el otro mafioso se giró y caminó al fondo de la recepción para comunicar a los ejecutivos que una mujer, que se decía ser la embajadora de Rusia, se encontraba en busca del oyabun y que ordenaba detener la reunión actual para atenderla a ella.

El ejecutivo dio visto bueno, la única condición era ser escoltada por el par de mafiosos hasta el último piso de la sede.

El trayecto fue eterno para ambos hombres, que se pusieron de acuerdo mentalmente para no hacerle preguntas innecesarias a la mujer que escoltaban. Suspiraron al unisono en cuánto llegaron al último piso y se percataron que la oficina del jefe permanecía abierta, cuestudiada por un par de ejecutivos: Verlaine y Ango.

La mujer sonrió y se acercó lo suficiente para extender su mano a los ejecutivos que observaban confusos.

—Soy Anna Dostoyevskaya, vengo a conocer al oyabun y al omega que está unido a él —su suave voz estremeció a los ejecutivos.

—¿D-Dostoyevskaya? —Ango no pudo evitar ponerse nervioso.

—Dejenla pasar —se escuchó al fondo de la oficina.

—Oh, mi visita no es con malas intenciones. Tengo una buena razón para aparecerme aquí, justo ahora. ¿Por qué no quitan esas malas caras? —sonrió burlona ante la expresión de Ango.

Los ejecutivos se hicieron a un lado, permitiéndole el paso; lo único que podía pensar Dazai es que la pesadilla de los Dostoievsky parecía no tener un final.

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—Gracias por haber asesinado a Fyodor; esto no es de parte de la embajada, sino algo que viene de lo más profundo de mi ser trás ser la primera en ser engañada por ese malvado hombre —con su mano a la altura del corazón, expresó.

—¿La primera? —cuestionó Chuya, confundido.

—Al igual que tú, Fyodor me engañó con falsas promesas. Y cuando creí que todo iría justo como él lo predijo, me abandonó estando embarazada —su mirada endureció ante los malos recuerdos—... Él estuvo lejos mucho tiempo, se fue cuando se enteró que Dazai-sama falleció; regresó, pero sólo para decirme que tenía mejores planes aquí... Ese bastardo nos echó a mi hija y a mi del clan.

—Vaya, así que Fyodor también tenía cola que le pisaran —se mofó Dazai.

—Hey —regañó Chuya—. Pero si todo lo que dices es cierto, ¿por qué Mijaíl nunca dijo nada sobre ti?

—¿Uh? Será porque existía un trato entre nosotros... Si se corría el rumor de que estaba afiliada a la mafia rusa, me echarían también de la embajada.