Capítulo 5. Un buen hombre

53 12 0
                                    


Albus apareció cuatro días más tarde para llevarse a Potter. No compartió el asunto por el que se le requería, lo que enfureció a Severus en un grado completamente inapropiado. Sentía como si le estuvieran robando a Potter, lo cual, por supuesto, era absurdo. El chico no le pertenecía, ni a él ni a nadie más. Era una razón ridícula para sentir tanta ansiedad. Harry Potter no era suyo, sin importar el acuerdo absurdo que hubieran establecido entre ellos.


Cuando Albus llevó a Harry de vuelta al Número Doce, convocó una reunión con Severus. El hombre temió lo peor; seguramente Potter lo habría contado todo, habría revelado hasta el último detalle sórdido al director, y Severus sería despedido, convertido en serpiente y arrojado al sol. Al menos, así podría dormir un poco. 


Sin embargo, ese no fue el motivo por el que el director había convocado al hombre. Cuando descubrió la razón real, Severus quedó atónito. 


«¿Cómo te atreves a llevártelo contigo para ese propósito?», quería preguntar. Y también «si supieras lo que he estado haciendo con él, no me pedirías esto». Y «¿no te has dado cuenta de lo que está sufriendo Potter? ¿te da igual?». y «¿quién se supone que debería estar vigilando al chico?»


Sin embargo, en lugar de eso, lo único que fue capaz de preguntar fue:


—Entonces, ¿eso quiere decir que has cambiado tu opinión sobre mí?


Albus lo miró por encima de sus gafas con forma de media luna.


—No, mi querido muchacho. Simplemente te necesito. Si no crees que esta sea la opción correcta, por supuesto, enviaré un mensaje a Horace  explicándole que no se requiere su presencia. 


—Sabes que lo quiero —respondió Severus con tono brusco—. ¿Por qué ahora?


Albus permaneció en silencio y Severus bufó. 


»¿Es acaso porque es un puesto maldito? Deberías habérmelo dado hace años entonces. Así habrías puesto fin a mi agonía. 


—No podía arriesgarme a perder tu posición en la escuela, en el caso de que el puesto esté, efectivamente, maldito. —El anciano lanzó una sonrisa serena—. Como sabes, el tiempo para ese tipo de preocupaciones ya está llegando a su fin. 


—Sí, soy consciente. 


—¿Aceptas, entonces?


—Por supuesto que sí —escupió Severus. Posteriormente, dudó durante unos instantes antes de continuar hablando—. Pero hay algo que debes saber. —Hizo una nueva pausa—. Algo que he hecho. No me parecería correcto si... —Se interrumpió súbitamente, incapaz de proseguir, y Albus lo dejó sufrir durante varios segundos.


—¿Se trata de Harry? —le preguntó al fin. Severus no se sorprendió. Había sospechado que el hombre podría llegar a intuir lo que estaba ocurriendo, después de todo.  


—Yo... sí. 


Albus no le incitó a continuar hablando, solo juntó sus dedos y esperó. Severus carraspeó. 

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 22 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Pacificar Parte 1: DestrucciónWhere stories live. Discover now