Capítulo 9 "¿Éste es el fin?"

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/Travis estaba decidido. Su padre nos entregó los cincuenta mil de su dinero ahorrado, yo me las arreglaría para pagarle después.

Era Lunes por la noche y Travis y yo estábamos en el lugar indicado el cual nos veríamos con Benny. Cercas de un hotel estábamos, por un pasillo en dónde no se alcanzaba a ver nada. Sólo había una pequeña luz del faro de la calle.

Un camioneta negra muy grande llegó hasta nosotros, Ben y sus dos guardias bajaron, llevaban consigo: 2 bates de baseball, un cuchillo y un arma pequeña.

-¿Traen el dinero? ¿Los cinuenta mil exactos?- Preguntó rascándose la nunca, nosotros asentimos y Travis sacó de su bolsillo el paquete si no antes que dejaran las armas de sus manos los monstruos.

-Muy bien. Entréguenlo, ahora. Y la vida de tu novio no acabará en el infierno, querida.- Mi furia empezaba a cargarse llegando hasta el límite, pero traté de controlarme cuando sentí la mano de Travis sostener la mía muy fuerte.

Los guardaespaldas de Ben soltaron las armas peligrosas al piso y Travis les arrojó el dinero, Ben lo cogió y lo guardó en su saco gris.

No supe cuánto tiempo había transcurrido desde que Travis separó su mano de la mía. Sentí peligro.

Uno de los guardias apretó la muñeca de Travis y la torció hasta oír un quejido de él, ellos se reían descontrolada mente, él y yo sufríamos.

Travis se cayó de nuevo al suelo terroso cuando vi que el monstruo le hacía una herida con el cuchillo sobre su estómago.

Era como si mi corazón hubiese dejado de latir por esos segundos de sufrimiento para Travis.

Corrí y me resbalé en el suelo para llegar con él, sólo recordaba cuántas palabrotas le decía a Ben y a sus guardias, él sólo me miraba sufriendo y no se movía.

El segundo monstruo me jaló hasta el del cabello y Travis ya no podía moverse más.

-¡Travis! ¡No te vayas!- Dije gritándole, y seguía diciendo cosas para que no intentara dejarme aquí.

-Tú también morirás al igual que tú padre, estúpida.- Dijo Ben dándome constantes cachetadas. Y el guardia seguía sujetándome del cabello.

Travis muy apenas podía moverse, se levantó apenas y recuperó la postura, pero Ben le dio una paliza por la herida que sangraba aún más.

-¡P-Pigeon!- Lo tiraron de nuevo al piso y me tiraron junto a él.

Los tres se habían ido de regreso a su camioneta y desaparecieron.

Travis y yo nos quedamos en el suelo arenoso.

Ni él ni yo podíamos movernos, estábamos sangrados y golpeados más que la primera vez que tuvimos nuestra primer pelea.

Travis se quejaba de dolor y yo asustada, lo levanté con mucho cuidado.
Mi nariz sangraba pero no le daba mucha importancia.

Le arranqué un pedazo de tela de su camiseta y la amarré con fuerza en su estómago para que no sangrara más.

Estábamos recargados sobre la pared, y era extraño que nadie nos viera sobre éste pasillo.

-Travis, no te vayas, por favor... Pronto estaremos en casa y todo saldrá bien...

Seguía quejándose y poco a poco sus quejidos disminuían.
Él estaba sufriendo.


-Pidge, siempre me gustaste...- Su risa dejaba de ser risa... ya no era lo mismo, y no tenía la menor idea si nos quedaríamos ahí o volveríamos a casa.

Ya no podía más, mis lágrimas caían sin cesar...

-Travis aún no. ¡¿Me oíste?! No te vayas aún... saldremos de ésta... por...favor...

¿Puedo quedarme?, tú decides.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon