Capítulo 8

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-Travis, tenemos que escondernos ahora.- Le dije preocupada y Travis me miró con calma.
-Sé a dónde llevarte. Tú tranquila.

Nos estábamos divirtiendo de lo mejor y el viejo canoso llega a amargar el ambiente.
Sólo alcancé a ver cómo Benny les decía a todas las parejas que se estaban abrazando que se separaran a una distancia muy exagerada.
Ben traía compañía, dos guardias de su lado, unos monstruos fuertes que estaban más altos que Travis.

Algunos de los que estaban bailando, los sacaba de la fiesta a como el quisiera.

Travis y yo corrimos hasta llegar a un salón que los estudiantes y los maestros no lo usaban en meses.
El espacio estaba un poco sucio y los muebles por sin ningún lado.

Cerró la puerta silenciosamente, luego volteó y me dio la señal de que me sentara en el piso a lado de la puerta ya que los muebles estaban llenos de polvo.

Nos sentamos y ninguno de los dos dijo nada hasta que él sonrió.
-Ojalá y siempre hiciéramos lo mismo.- Suspiró y cortó la distancia que había entre nosotros.
-¿Qué cosa?- El me miró sin quitarme la mirada. Después se rió y no mencionó nada sobre la pregunta que le había hecho.
-Gracias, Abby.- Hizo una pausa, aclaró su garganta y continuó.
-Gracias por estar conmigo, en las peleas y en todo lo demás.
Sabía muy bien que a ti no te gustaba verme con otras chicas..- ¿Cómo Megan?- Le pregunté, él soltó una risita contagiosa.
-Sí. Como Megan. Pero a lo que voy es que, todo es mejor cuando estás tú.- El salón estaba oscureciendo más debido a la noche y no tenía idea de cuánto tiempo habíamos pasado él y yo aquí.

Tenía mucho sueño pero no quería dormirme. Travis también tenía sueño.





/A lo lejos se escuchaban unos pasos marcados y Travis se agachó en el piso y vio por la pequeña y delgada reja que había debajo de la puerta del salón.

Luego me asomé yo, y esas pisadas se acercaron más hasta ponerse en frente de éste cuarto.
Yo conocía esos zapatos cafés.
Era Ben.

Tocó la puerta varias veces, luego el sonido aumentó, ya no eran toques, sino golpes.
Parecía como si estuviera a punto de romper la puerta, pero lo más raro era que no respondía.

-Travis....-Le susurré al oído.
-Tranquila, se va a cansar y luego se irá.- Me plantó un beso en la frente, con sus dos manos sostuvo mi rostro y me abrazó.

Parecía una película de miedo en esos momentos.

Pasaron aproximadamente una media hora y se dejaron de escuchar los golpes por parte de Benny.

La música afuera del cuarto ya no se escuchaba, el silencio estaba presente y Travis y yo estábamos preocupados.

-¿Crees que se haya terminado la fiesta?- Le pregunté a Travis.
-No lo sé. Mi celular lo dejé en uno de los asientos, ¿tienes el tuyo ahí? Podemos llamar a Shepley y América.- Dijo tratando de no mostrar desesperación.

-Si lo tengo, pero... Me he quedado sin saldo...
-Mierda...- Se agarró la frente y estuvo pensando en una manera de salir sin que Ben, si es que estaba por aquí no se diera cuenta.





/-¡Lo tengo!- Dijo Travis animado. Se levantó de golpe y entre abrió la puerta. No había nadie por el oscuro pasillo.

Aún estaba sentada en el piso y Travis me agarró del brazo para levantarme.

-Saldré yo primero. Haré una señal para que tu salgas.- Yo me escondí para no estar visible fuera de la puerta.

-Puede parecer exagerado ésto pero, si no llego por ti, corre hasta la entrada de Eastern. Sé de lo que Ben es capaz de hacer...sobre todo a ti, Pigeon. Te quiero.- Besarme por no se cuantas veces, ha sido algo tan dulce.





¿Puedo quedarme?, tú decides.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora