22♥𝐔𝐧𝐚 𝐜𝐮𝐫𝐢𝐭𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐥 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧♥

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—Solo hazlo hombre, tienes más oportunidad de ganar que de perder—dice Mateo.

—Todos ganan Noé...

Paulo dejó el cuaderno junto a mí y después de llevarse a Mateo en contra de su voluntad al fin me dejaron en soledad y tranquilidad.

Coloqué la canción nuevamente y me dejé llevar por la melodía, logrando así tocarla luego de haber estado un poco más de cinco horas sin poder tocar ni la primera estrofa completa.

Sonreí después de haber tocado la canción completa por primera vez y me dejé caer en el suelo mirando hacia el techo.

¿De verdad me aprendí una canción de un musical?

Sí, y no cualquier canción... Si no la favorita de cierta castaña.

Decidido tomé el cuaderno y busqué un lápiz entre mis cosas, me senté en mi escritorio y después de pensar muchas cosas decidí hacer mi primera anotación, expresando lo que había sentido al actuar de forma impulsiva y terminar aprendiendo a tocar una canción sólo porque era parte del soundtrack de la película favorita de Eva.

Suspiré y luego de escribir media hoja hice un pequeño dibujo de Eva sonriendo.

(••••)

Mi padre acababa de irse y ya era mi turno a decir verdad, con cuidado tomé mis cosas y me fuí acercando con delicadeza a la puerta.

Se me estaba haciendo tarde para ir a visitar a Eva y ni loco me atrevería a ir casi a la misma hora en la que mi madre entraba al trabajo.

—¿A dónde vas con tanta prisa?—me pregunta mi madre cruzada de brazos observando lo que ocurria.

Con la mano sobre la perilla me quedé petrificado.

—A mi casa...—tragué saliva y solté la perilla para girarme en dirección a ella.

—¿A escondidas cómo si fueras un criminal?—pregunta mi madre haciendo que me diera cuenta de lo sospechoso que me veía, sin pensarlo me indica que la siga y yo cómo el maravilloso ser humano que soy la empecé a seguir hasta llegar a la cocina.

Me senté y permanecí en silencio un buen rato hasta que mi mamá tomó asiento frente a mí.

—¿Desde cuándo la conoces?

Fingí no tener idea de qué hablaba y sólo mire con confusión en su dirección.

—¿Conocer a quién?—hice una pausa para "pensar"—¿A quién conozco? No sé de qué estás hablando.

—Hablo de una castaña de pecas en las mejillas, cabello largo, ojos color ámbar y que lleva por nombre Eva—Tragué saliva y me tensé.

—Me suena—digo tratando de mantener la calma.

—¿Sí? ¿Te suena de verdad?—indaga mi madre.

Noé mantén la calma, no demuestres debilidad.

—Un poco, ¿Por qué?—le pregunto para intentar cambiar de tema.

—Porque casualmente te vieron hace unos días en los jardines del hospital con ella—dice seria y yo siento que me va a dar algo.

—Puede ser que haya estado ahí mirando un atardecer casualmente con alguien.

—Ahora respóndeme ¿Desde hace cuánto tiempo se conocen?

—Unos meses quizás...—mi madre centra su atención en mí y yo sólo quiero tirarme por las escaleras para terminar esta conversación de una vez.

—Unos meses—murmura—¿Has notado algo extraño en tus últimas visitas?

Daylight (Sunshine and Moon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora