¿Virgen & Embarazada?[EDITANDO]

Capítulo 1

El sol traspasaba a las cortinas color blanco, provocando que gruñera y que me diera media vuelta para esquivar la luz que entra por la ventana.

Hoy tengo una cita con mi médico lo cual no tengo muchas ganas de ir. La noche anterior me había quedado hasta más de la media noche con Louis. No quería levantarme la cruel verdad, pero con el sonido de mi despertador y los inaguantables gritos de mi madre me hacer imposible conciliar el sueño.

— ¡Emma, ya despiértate de una vez! — La voz de mi madre se escucha por toda mi habitación. Me dedico a gruñirle y seguir durmiendo—. Vamos Emma no querrás verme enojada a estas horas de la mañana.

Corre las cortinas dejando que el sol consiga entrar completamente en mi habitación. Agarro mi manta y me cubro hasta la cabeza, esa acción provoca el deseado efecto en mi madre. Tira de mi manta dejando sin protección a la luz y me tira de la cama haciendo que caía al suelo frio.

—Levántate de una vez. El desayuno está listo, date una ducha y vístete como una señorita. — Me levanto del suelo y con mala gana camino hasta el baño. —Y por favor Emma no demores una eternidad en darte un baño. — Le doy una sonrisa mientras le enseño mi amigo del medio y me meto al baño.

***

No he podido disfrutar de una ducha ya que mi madre a cada rato venía a tocar la puerta del baño gritando que me apurase. << ¿Alguien no le ha dicho nunca que es sumamente insoportable? >>

Cuando ya estoy cambiada, con unos Jeans color negro y una camisa blanca, bajo las escaleras y encuentro a mi madre tomando una taza de té mientras lee una revista. Paso al lado suyo y levanta la vista solo para ver cómo voy vestida. Me revisa de arriba hacia abajo frunciendo el ceño. Cuando ve mi pelo suelto abre la boca solo para decirme:

— ¿Iras así peinada? — Se lleva la taza hacia su boca y bebe un sorbo de té.

—No... yo iba a desayunar y luego me haría una trenza. — Analizo su rostro y me dedica una sonrisa de lado. Conozco esa mirada y es que ha conseguido lo que se ha planteado.

Agarro dos tostadas y les unto mermelada. Tomo un poco de café y cuando termino de desayunar me empiezo a hacer la trenza.

— ¿Iras sola o quieres que te lleve? — Pregunta mi madre cuando tomo las llaves del auto.

—Iré sola. Tú tienes que trabajar asique... No quiero moléstate. —

—Bien. — Se da la vuelta y camina hasta que la pierdo de vista cuando sube las escaleras. Tomo todo lo que necesito, abro la puerta y camino hasta donde está el auto estacionado. Desactivo la alarma, abro la puerta del conductor y entro en él. Me coloco el cinturón de seguridad y respiro hondo. No es mi primera vez a lado de un volante, Mi novio Louis me enseñó a manejar, pero aún sigo sintiendo un poco de miedo cuando subo a un auto.

Enciendo el auto y conduzco hasta el hospital. Tardo unos cuarenta y cinco minutos en llegar por culpa del tráfico. Entro en el estacionamiento del hospital y apago el motor del auto. Cierro la puerta con seguro y antes de irme le activo la alarma de seguridad.

Al ingresar al hospital me encuentro que está repleto de gento. Respiro Hondo y camino hasta donde se encuentran las recepcionistas. Niños de aquí para haya corren y juegan con los demás. Jóvenes y ancianos se encuentran sentados esperando a ser atendidos. Mujeres a punto de ser madre esperando su chequeo para verificar si todo está en orden. Lo típico que puedes ver en un hospital.

Cuando estoy a punto de llegar al lugar de las recepcionistas un niño choca contra mi pie. Bajo la vista y el niño agacha la mirada avergonzado. Me arrodillo y le dedico una sonrisa. El pequeño levanta la vista y me deja encantada con sus hermosos ojos azules.