9

112 8 1
                                    


—Vine aquí para recuperar mi diario. Sé que lo tienes. No te haré nada, mala niña, pero dame el diario.

—¡P-pero presidenta! ¿qué hace aquí? ¿Por qué? ¿Por qué está aquí? ¿Cómo?

—El diario.

—¡Si señora!— Sayaka rápidamente busco entre sus cosas y le dio su diario— lo siento— dijo apartando la mirada avergonzada. Kirari se rió.

—Bien, bien, todos somos chismosos, no te preocupes.

—¡¡no soy--!!

—Shh shh, ¿Escuchas los pasos?

—¿Eh?

Entonces, alguien entro por la ventana y rodo hasta Kirari.

—Auch.

—Ten más cuidado la próxima, Ririka, que te pueden escuchar y casi te rompes la cabeza.

—La verdad es que te da igual que te escuchen, Kirari, como si no te conociera— Kirari sonrió.

—Ah-Eh, ¿Qué esta pasando?

—Ella me insistió — la señaló Ririka levantándose del suelo.

—Ella me dio la idea.

—Fuiste tú.

—Tú.

—Tú.

—Yo.

—Yo-- digo, ¡No! ¡Fuiste tú!— Kirari se rió más fuerte.

—Si fui yo. Y si, me da igual que me escuchen.

Sayaka estaba simplemente: flipando. En un momento estás tranquila durmiendo en tu cama, y al otro, dos intrusas en tu habitación: Y estas eran justamente la presidenta y vicepresidenta de la academia Haykkaou.

—¿Estaré soñando?— dijo la pobre muchacha en voz alta. Ririka no pudo evitar reírse.

—Con las cosas que me haces hacer, Kirari, mira como la has dejado. Después de esto me iré de fiesta.

—¿Tú en una fiesta? ¿me vacilas?

—Si, siento que ya perdí la cabeza. Sayaka, ella solo venía a decirte que se preocupa por tí.

—Cosa que yo no he dicho.

—Es lo que piensa.

—Sé que estuviste llorando y como mi ex secretaria, no quería que estuvieras mal.

—Estaba llorando por tu culpa.

—¿Por mi culpa?

—¿Por su culpa?

—Solo... Trataba de impresionarte.

—Ay pobre niña... Impresionar a mi hermana es misión imposible, ahorrate el trabajo y buscate a alguien nuevo.

—Ririka desde que está con Yumeko está de mal en peor... Sayaka, no tienes que impresionarme más, olvídate de mí y sigue tu vida, eres lo suficiente impresionante por tí misma.— Hablaba con su voz calmada, tan elegante como siempre. Incluso si la situación en si no lo era.

—Me ha salido un bulto en la cabeza por el golpe que me he dado...— murmuró Ririka.

—¡¿Sayaka estás bien?!— se escucho una voz masculina.

—Mi padre!!

Just a game (Kirasaya)Where stories live. Discover now