ERROR NÚMERO 3

8 3 0
                                    

Mi cuerpo dolía mis articulaciones no podía moverlas, sentí el sabor a sangre en mis labios mis manos estaban atadas y mi cuerpo débil, un escalofríos empezó a subir por mi cuello expuesto sintiendo su voz tras de mí

—Este es tu fin chica ingenua, nada dura para siempre despídete de tus demonios, pero recuerda que yo soy el mejor de todos —Empezó a reír, mi cuerpo temblaba ante sus palabras

Hice un intento por voltearme y ahí estaba ella con una sonrisa cínica apuntandome con un arma

Se que ella tiene todo el control y lo demostraba, de nada había servido luchar, pero no dejaría que ganara no ahora

—Creo que has olvidado algo —me senté con dificultad pero lo logré, el dolor en mis manos apoyadas en el piso me hizo cerrar los ojos unos instantes pero no mostré como dolía sería fuerte ahora, toda su atención estaba puesta en mi, la mire en silencio por unos segundos, su expresión oscura estaba seria— Si yo muero tu también, y eso no es una amenaza, es una confirmación —le dije segura y firme

Su estúpida sonrisa se esfumó bajando el arma, sintiéndose vulnerable ante mí existencia, porque sí, yo soy ella y ella es yo, sin mi ella no es nada.

—Hasta la próxima chica ingenua— me hace un guiño y desaparece de mi vista dejando un rastro de su presencia en todo mi cuerpo ahora golpeado por ella, la cual sabía quién era yó, me conocía muy bien, pero aveces había que recordarle quien tenía el control de su existencia

Los castigos en el Internado-hospital psiquiátrico eran tan severos como las torturas de Hitler hacia sus enemigos, esto no era normal, nada aquí lo era se suponía que tratarían de hacernos mejorar pero no a golpes, si una cosa le había dejado en claro a todos era que los golpes no pueden cambiar tu manera de ser hacia el mundo a menos que estés muerto y yo no iba a morir sin antes hacerlos pagar

—Que te parece si empiezas a decirme el motivo exacto de que estés aquí— la mujer sentada tras una mesa intenta saber, su aire de superioridad era visible para cualquiera

—Eso no es importante para ti— me cruzo de brazos en mi asiento

—¿Y para ti lo es?, ¿Crees que no se de tu odcesion?

—Si había alguna probabilidad de que siguieras con vida acabas de arruinarla— dije sin darle tanta importancia

—Que te hace pensar que puedes amenazarme siendo una simple niña con problemas mentales—Se pone de pie y empieza a caminar a mi alrededor alardeando de mis mínimas posibilidades —Estoy protegida por las autoridades no seas patética, te arruinare la vida si intentas algo

¿Quieres que tome el control?

Tómalo

—Te aconsejaría que te alej.....—La psicóloga estaba caminando hacia su lugar, no me contuve deje que toda la espera valiera la pena, poniéndome en pie agarre su cabello acercándola a mi, la sonrisa en mi rostro al ver cómo empezaba a llorar mientras ponía un cuchillo en su garganta era música para mis oídos

—Error número 1 darle la espalda al enemigo y subestimar a tu oponente

—Porfavor no me mates podemos entendernos — la súplica y el miedo en su rostro era evidente

—Yo no me entiendo con nadie y odio que me interrumpan cuando hablo, error número 2 estar de intrusa investigando lo que no es de tu incumbencia— pegue el cuchillo más a su garganta este ya empezaba a cortar una parte

—Escucha te lo ruego, no lo hagas no!— las lágrimas corrían por sus mejillas pero no me detendría, ya no.

—Error número 3 pero no es tuyo, dejarme tomar el control— un grito quedó ahogado cuando rasgue la piel de su cuello mientras la tinta carmesí manchaba su fina blusa azul

—Al principio no tenía planeado matarte— hablé con el cadáver tirado en el piso, sostengo el cabello que caía tapando su rostro levantándola haciendo que sus ojos sin vida me miraran— Pero quisiste hacerte la inteligente y bueno— me encogí de hombros— terminaste así ¿quien decías que te protege? Ah— reí— lo olvidaba, ya no puedes dar respuestas ni preguntar

Sonreí, satisfecha limpiando el filo rojo de mi cuchillo en su ropa, dirigiéndome hacia la puerta de salida, rastros no había dejado porque esta consulta no estaba en su horario, las cámaras de seguridad a esta hora estaban apagadas, caminé por el pasillo con mi cabeza en alto como tantas veces. Aunque sé que había hecho un desastre, pero arrepentirme no era mi fuerte, lo hecho, hecho estaba

—Internos dirigirse a la cancha de formación— la voz chillona de la directora por el altavoz de su despacho me despertó, repitiendo lo mismo en varias ocasiones

No tenía deseos de verle su cara hoy pero no quería levantar sospechas, sabía que por eso era la repentina reunión, otros internos caminaban en mi misma dirección, el multo bajaba las escaleras al patio delantero

Nadie sabía con exactitud cuando estaba en peligro porque nada distinguía a los de un mayor nivel de traumas o enfermedad mental, nunca sabias si estabas cerca de un acesino un psicópata o solo una persona con traumas de su pasado

La señora de cabello blanco, alias la directora con escoltas a ambos lados ahora hablaba

—Los he sitado aquí porque quiero informarlos de algo ocurrido en el día de ayer

Bien, ahí vamos

—Un guardia pasaba por el despacho de la psicóloga de nuestro internado y al ver la puerta abierta entró y vio el cadáver de la misma degollada en el piso— muchos se sobresaltaron, los susurros corrían como agua en las filas—Quien hizo tal astrosidad con esta mujer será castigado severamente, y con esto quiero decir que nada los va a salvar está vez— hizo una pausa para continuar— Este internado siempre fue conocido por su gran responsabilidad, y privacidad al tratarse de ustedes guardando así sus expedientes confidencialmente, he tomado una decisión, desde ahora a las 8 PM sus habitaciones serán cerradas con llave, para más seguridad tanto de nosotros como de ustedes mismos. Las formaciones nunca han estado organizadas como deberían, ahora estarán divididas por bandos de 5 o 6 internos, dependiendo de la descripción de cada expediente.

Nadie se atrevío ha llevarle la contraria pero si habían muchas caras que gritaban estar cansados de ser prisioneros de esta institución, y no era para menos

—Desde anoche se ha estado investigando con esmero para encontrar al culpable, Alison Stepp, pase al frente— escuchar mi nombre de su boca mientras todos miraban hacia mí hizo que abriera los ojos sorprendida pero no estaba nerviosa solo que eso dejaba muchas cosas a imaginación

NO, SOY YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora