Tom Riddle +18

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♡NO ONE LIKE YOU // t

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♡NO ONE LIKE YOU // t. riddle

La última luz del día brilló en el dormitorio del director. Proyectaba un resplandor meloso a tu alrededor durante sólo un instante antes de sumir el mundo entero en la negrura. Cuando el sol desaparecía tras las montañas que bordeaban Hogwarts, siempre era un descenso muy rápido hacia la oscuridad. No era muy gradual, sólo repentino.

Casi tan pronto como la luz se había disipado, la puerta se abrió de golpe, casi golpeando la pared de piedra detrás de ella. Te levantas de la cama en la que estabas tumbada. Un viento helado sopló desde el pasillo, enviando destellos salvajes a través del fuego en la esquina.

"Tom", respiraste.

El hombre en cuestión estaba de pie en la puerta, echando humo en silencio. Tenía la mandíbula apretada y crispada, los ojos oscuros y frenéticos. Tragaste saliva ante la energía animal que desprendía su cuerpo. ¿Qué había ocurrido?

Cerró la puerta de un portazo y tu cuerpo se estremeció al oír el ruido. Cruzó la habitación dando pisotones, sin prestarte apenas atención. Se detuvo frente a la chimenea encendida. Sus manos empezaron a rasgar con brusquedad algunos papeles. Te pusiste en pie.

"¿Tom?", llamaste suavemente, acercándote a él. Extendiste las manos para darle un toque reconfortante cuando se giró bruscamente.

"¿Qué?", gruñó. Retrocediste y soltaste las manos de inmediato. Nunca te había mirado así. El fuego de sus ojos casi reflejaba el de la piedra que tenías delante.

"Lo siento, sólo estaba..."

"Cariño, lo siento", suspira, soplando aire por la nariz. "Ha sido un día duro".

"¿Qué ha pasado?", le preguntaste, acercándote de nuevo a él. Querías consolarlo. Un pequeño gemido sale de él mientras arroja los restos de los papeles triturados a las llamas. Tus ojos parpadean hacia el confeti ardiente, preguntándote qué había sido una vez.

"¿Qué era eso?", le preguntas, acercándote por fin para poner tus manos sobre sus hombros.

"Nada, no te preocupes por los asuntos de los Caballeros", susurró.

"¿Qué puedo hacer para ayudar?" le preguntas, mirándole fijamente con adoración silenciosa. Sus ojos encontraron los tuyos, deleitándose con la inocencia que albergaban. Apenas podía soportar verte tan preocupada por él, sobre todo cuando su ira provenía de una fuente tan vil. Aquellos patéticos chicos intentaron impresionarle insistiendo en que habían encontrado nueva información para él y la habían presentado ante todo el grupo. Habían expuesto más información de su humilde crianza, discutiendo nuevos detalles sobre su madre que podrían haber encontrado.

Había golpeado la mesa con los puños, exigiendo saber por qué habían estado investigando su historia familiar. Inmediatamente cerraron la boca, sin saber qué responder. Tal vez pensaron que estaría contento con ellos por haber encontrado más información sobre sus padres. No podían importarle menos sus inútiles padres. Lo único que le importaban eran sus planes. Pensó que eso había sido obvio, pero al parecer, estos chicos habían pensado lo contrario. Tenía la intención de expulsarlos completamente del grupo y olvidarlos.

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