YO SOY EL PADRE DEL VILLANO PARTE 2

Capítulo 292: Extra

Lin Luoqing sonrió. —¿Por qué piensas tanto en Xiao Yu? Tal vez se habría quedado dormido obedientemente hace mucho tiempo.

—Entonces realmente piensas muy bien en él. Lo he visto crecer. ¿Cómo es posible que todavía no lo entienda?— Ji Yuxiao parecía confiado.

Lin Luoqing se rió y pensó que era una broma. Ji Yuxiao conocía muy bien a su sobrinito, jajaja.

Ji Yuxiao lo vio reír y se acercó a él. —¿De que te ríes? ¿Crees que estoy equivocado?

—No, sólo creo que eres un poco lindo así.

Ji Yuxiao,—...

—Basta con elogiar a tu marido por ser guapo. No es necesario añadir otras palabras.

La sonrisa de Lin Luoqing instantáneamente se hizo más obvia.

—Está bien— estuvo de acuerdo en voz baja.

Ji Yuxiao se pellizcó la cara. Luego no pudo evitar besarlo. Después de eso, volvió a pellizcar la cara de Lin Luoqing y lo dejó apoyarse en su hombro.

El avión aterrizó y los dos subieron al coche. Ya eran más de las diez cuando llegaron a casa.

La tía Zhang recibió la noticia y les preparó una comida con anticipación. Se levantó y se acercó cuando los vio regresar y les preguntó si querían comer ahora.

—¿Xiao Yu está dormido?— Preguntó Lin Luoqing.

—No parece estar dormido todavía. Simplemente los miré y las luces de la habitación de Fei Fei todavía estaban encendidas.

—No les dijiste a ninguno de los dos que regresaríamos, ¿verdad?

—No— dijo la tía Zhang en voz baja. —Volvieron a su habitación después de cenar a las 7 en punto y no bajaron cuando más tarde yo estaba cocinando en la cocina. No saben que le preparé una comida, por lo que no deben saber que regresará esta noche.

—Eso es bueno. Luego espera un rato antes de comer. Iré a verlos a los dos primero.

—Bueno.

Lin Luoqing y Ji Yuxiao metieron sus maletas en el ascensor. Caminaron hasta el segundo piso. Efectivamente, pudieron ver la luz saliendo de las rendijas de la puerta de Lin Fei.

Lin Luoqing aflojó la mano que agarraba la maleta. Caminó de puntillas hacia la puerta, giró suavemente el pomo y empujó la puerta para abrirla. —¡Sorpresa!

Ji Leyu estaba acostado en la cama de Lin Fei mirando la tableta. De repente, escuchó una voz. Se dio la vuelta y vio que Lin Luoqing y Ji Yuxiao habían estado parados en la puerta en un momento desconocido.

Ji Leyu instantáneamente saltó de la cama sorprendido. No se puso las pantuflas y se abalanzó directamente sobre Ji Yuxiao.

Ji Yuxiao sonrió y lo abrazó. —Sabía que aún no habías dormido.

—¿Por qué han vuelto?— Preguntó alegremente. —¿No dijiste que era mañana?

—Tu padre y yo te extrañamos. Por eso, regresamos temprano.— Lin Luoqing sonrió.

Ji Leyu lo miró con una brillante sonrisa y no ocultó su alegría.

Lin Luoqing se tocó la cabeza antes de volverse para mirar a Lin Fei.

Lin Fei nunca había mostrado emociones desenfrenadas como Ji Leyu. Aunque estaba gratamente sorprendido, todavía parecía tranquilo y sereno.

Caminó hacia Lin Luoqing, lo miró y le preguntó: —¿Ya comiste?