Transmigración: Robando a los gongs protagonistas para tener s*xo en grupo (np)

Arco 6.3

Después de entrenar hasta la medianoche del día anterior, los cachorros de lobo se morían de hambre. Blandieron sus palillos como si estuvieran en una competencia. Gracias a su excelente educación, se resistieron a devorar la comida, pero la velocidad de masticación aumentó visiblemente.

Terminaron la comida bajo la mirada ligeramente afectuosa detrás de las gafas de Tang Tang. Casi no quedaba nada sobre la mesa. Tang Tang colocó los tazones en el lavavajillas y sacó un poco de jugo para las tres figuras desplomadas en el sofá, que estaban digiriendo su comida.

Charlaron y rieron por un rato, pero luego Tang Tang miró la hora y comenzó a levantarse.

"Ge, ¿te vas hoy?" Qin Yu lo detuvo.

Tang Tang ya se había puesto el abrigo y respondió con una sonrisa: "Sí, ¿qué pasa?"

Se agachó, enganchó las zapatillas con los dedos y las colocó en el estante. Sus calcetines blancos asomaban, sus gruesas nalgas ligeramente levantadas, bien perfiladas en sus pantalones de vestir. La tentadora silueta intensificó la incomodidad de los ya inquietos tres.

"Ge, no te vayas hoy". Meng Chenyi suplicó lastimosamente: "Estamos nerviosos porque actuaremos en unos días..."

Tang Tang se rió impotente: "¿Estás nervioso? ¿Quién fue el que dijo que no estaban ansiosos durante los ensayos antes? Se ajustó las gafas en el puente de la nariz y se puso el abrigo. "Muy bien, relájate y tómatelo con calma. El debut es en unos días".

Meng Chenyi frunció el ceño. Maldita sea, realmente tenía una boca grande.

Qi Yan, que había estado en silencio, se levantó y caminó hacia la entrada, "Ge, te acompañaré hasta la salida".

"¿Acompañarme a salir?" Tang Tang suspiró: "¿Cuál es el punto de caminar un par de pasos?"

Qi Yan insistió obstinadamente en despedirlo, y los otros dos niños también estaban ansiosos por seguirlo. Tang Tang rápidamente detuvo sus intenciones y tampoco dejó que Qi Yan se preocupara. Se fue con su tintorería en mano.

Sin embargo... la suerte podría no haber estado de su lado. A sólo unos pasos, el cielo brillante y soleado se transformó de repente. Antes de que pudiera reaccionar, fue empapado por un fuerte aguacero que lo heló hasta los huesos.

Tang Tang se quedó sin palabras, "..."

A unos pasos de Tang Tang, dentro de la casa, Qin Yu, Qi Yan y Meng Chenyi se quedaron sin palabras, ".."

El Sr. Gerente se volvió con calma y regresó a la villa con tres zancadas rápidas. Afuera llovía a cántaros. Su expresión se mantuvo sin cambios, retratando perfectamente una escena de "mientras no esté avergonzado, la vergüenza no podrá alcanzarme".

Aunque se movió rápidamente, terminó completamente empapado por el aguacero. Las gotas de agua de su cabello caían con un suave golpe a un lado de su cara. La fina tela se pegaba a su piel, revelando una apariencia más seductora.

Los tres cachorros de lobo que contenían la risa ayudaron a Tang Tang con su ropa, le limpiaron el cabello, le cambiaron las pantuflas y, en ocasiones, incluso se aprovecharon de él. Le tocaron los tobillos y de vez en cuando le rozaron ligeramente el cuello y la cintura.

Qin Yu puso la ropa exterior mojada de Tang Tang en la lavadora. A los pocos segundos de subir las escaleras, se apoyó en la barandilla y gritó abajo: "Ge, sube a darte un baño caliente, no te resfríes".

"Está bien." La voz de Tang Tang resonó desde abajo.

Una vez que Tang Tang entró al baño, Qin Yu se apoyó contra la barandilla y una sonrisa apareció lentamente en su rostro. De espaldas a las escaleras, extendió la mano para hacer un gesto.