Lost In Traslation || Shohei Ohtani ©

30 | Closer

Colocándome enfrente de él, le entregué el plato con una sonrisa a lo que me agradeció con una bonita y amplía, como si no me hiciera algún efecto, que ahora me tenía nerviosa hasta la médula.

Se encogió de hombros—Solo pregunto—respondió, tomando un poco del quesillo y dándole un bocado. Soltó un sonido de satisfacción y sonreí con malicia—Esto está muy bueno. Muy, muy, bueno.

—¿Superé al de mi mamá?

Me vió con la mirada de "¿te caíste de chiquita o qué?" a lo que carcajeé—No. El de tu mamá es superior.

—Ow, bueno, seguiré intentando—mencioné entre risas porque me causaba tanta gracia su expresión a lo que yo solo me quede admirando como disfrutaba en silencio del postre. Era tierno y aún más, de que él no sabía que tuve que hacerle uno para él solito, ya que Adriana es una lambucia que se comió todo.

—Por cierto, ¿qué haces aqui? ¿No deberías estar entrenando o en prácticas?

—Oh, ¿entonces conoces mi horario?—pronunció entre divertido e indignado al escuchar mis palabras.

Apreté mis puños encima de mi regazo para no llevar mis dedos a mi bozo ya que picaba intensamente al no solo ser vista por él, sino que toda la situación me daba nervios.

Él no podía decir esas cosas y estar tranquilamente comiendo quesillo. ¿Me quería volver loca?

—Bueno, no...pero, lo lógico es que estuvieras en entrenamiento, ¿no?—repliqué titubeando a lo que pude ver de reojo la sonrisa que me dió, que hizo que viera el televisor encendido en un canal de deportes mientras sentía mis mejillas calientes.

—Mi televisor no encendía, no sé porque, entonces vine a ver un juego aquí, contigo—dijo sin mucho interés a lo que volteé a verlo confundida y también indignada de su respuesta.

¿Con qué el televisor, eh? Si claro, como no.

Y yo me gané la loteria, por favor.

Ese ser gana más que yo como atleta.

—¿El televisor no encendía, de verdad?—interrogué con duda, intentando que dijera la verdad, pero Shohei estaba bastante concentrado en comer su quesillo. Sonreí mientras negaba, dejándome convencer por él a pesar de su obvia mentira—¿Entonces que canal coloco?

Recosté mi espalda en el mueble junto a él, luego de colocar el canal.  Los primeros minutos nos mantuvimos en silencio, siendo solo el sonido del televisor el cuál llenaba la incómodidad. Igualmente, ni siquiera había incomodidad ya que de a poco me arreglaba en el mueble debido al calor.

No sé como, pero poco a poco nos acercabamos el uno al otro. Buscando algún contacto que desconocía la necesidad, pero yo también quería tocar su mano como la otra vez, quería estar cerca de él luego de una semana sin vernos.

Apreté mis labios al segundo que sentí su mano rozando con la mía, a lo que no despegué la mirada de la pantalla esperando que no notara como roja tenía mi rostro, ya que  me encontraba con el corazón acelerado.

—¿Qué pasó ahi?—cuestioné viendo una jugada que hizo el equipo de camisas blancas con negro, a lo que volteé a verlo.

—Dos outs en una sola carrera. Es cuando el jugador que está en esa almohadilla, ¿ves?—apuntó al televisor, a lo que asentí ocultando la sonrisa boba de que no me hacía sentir como una estúpida. Siguió explicándome entre señas y palabras faciles, chocando su brazo contra el mío a lo que lo envié mi mirada hacía él mientras seguía hablando—Y luego, si pisa el jugador que está en primera base, ese espacio antes de que llegue el otro jugador, se logra una jugada cerrada.