°•Enamorado del castigo•° |Spartor|

Capítulo 55

Comencé abrir los ojos cuando sentí algo presionar mi trasero, me sonroje al notar que era la erección de mi novio, desde que salí del hospital no me ha tocado por mi herida.

Sonreí con malicia, baje lentamente la única prenda que él tenía, agarre su miembro con mis manos y acerqué mi rostro cuando esté soltó un gruñido, seguía durmiendo así que seguí con lo mío sus jadeos se volvieron gemidos cuando comencé a utilizar mi boca. Su tamaño me incomodaba, no lograba meterme todo en mi boca así que me ayudaba con las manos.

-¡MIERDA, ANDRÉS!-Exclamo sorprendido cuando se dio cuenta que no era un sueño, su ojos verdes me miraban con deseo y sorpresa- sí que sabes hacer esto bien..pero si sigues no podré controlarme-me advirtió.

Aumente mi ritmo, eso es lo que quiero, que dejes de controlarte conmigo, soy tu novio.

Saque su miembro de mi boca sin detener los movimientos con mis manos, se mordía el labio para contener sus gemidos, lo está disfrutando.

- Pero yo quiero probar tu leche- le susurré al oído intentando ser lo más inocente posible.

- Deja de actuar así, no podemos todavía Connor dijo que no-me recordó.

Negué, ya estoy perfecto, la herida casi no me duele, sólo fue una herida superficial.

Me enoja que me rechace, me levanté de la cama dejando al castaño excitado, abrí el closet de este y saque la primera corbata que encontré, la escondí detrás de mí.

- Me vale lo que diga Connor, él sólo quiere asegurarse que no folle contigo, se quiere vengar conmigo porque no lo deje jugar conmigo- dije molesto.

La culpa es mía porque le di ideas equivocadas, él me agrada mucho es un excelente amigo pero yo solo quiero a Ari.

Sé que se le pasará el enojo cuando encuentre alguien más con quien jugar, así es Connor, con su cuerpo perfecto y su amabilidad envuelve a cualquiera.

- Dime la verdad ¿Hiciste más que besarlo?-me cuestionó el castaño molesto.

¡Carajo! Hablé de más.

Aproveche que este me miraba con atención, me senté en su regazo y cogí sus manos y comencé amarrarlas con las corbatas.

- Déjate de juego y respóndeme-me ordeno.

Él intento desatar el nudo pero le fue imposible, sonreí con malicia.

-Eso no importa-susurré mientras comenzaba a besar aquel abdomen marcado.

De solo ver aquel hombre de bajo de mí, hace que mi miembro se levante.

- Déjate de juegos responde si no quieres verme enojado-me amenazó.

Deje de besar aquel cuerpo y le baje el bóxer de nuevo ya que este se los había subido.

- No tuve sexo con él- aclare antes de levantarme de su regazo para quitarme mi bóxer quedando solo con mi camisa ancha.

Volví a su regazo y sin vergüenza alguna comencé a mover mi trasero en su miembro.

-¿Dónde tienes el lubricante?-le pregunté cuando mi excitación aumento.

-No te voy a decir, desátame que hoy no vamos hacer nada- dijo molesto.

Estaba celoso, me acerqué a su rostro y comencé a dejar besos en su rostro.

-No te enojes-pedí casi en una súplica pero sus ojos solo me evitaban-Está bien, te diré, sólo fue una vez estaba en su casa y Miguel se fue porque tenía que cuidar a sus hermanos así que nos quedamos los dos solos y me comenzó a besar...me hizo una mamada eso fue todo no lo deje hacer más nada -confesé con vergüenza.

Miguel  no sabía eso y no lo negare se sintió bien pero solo porque me imaginé a Ari.

-¡DESÁTAME!– exclamó con enojo.

Suspire con decepción y lo hice, me iba a levantar de su regazo cuando esté se colocó encima de mí, estaba enojado muy enojado.

-¿Te gusto?-me preguntó.

Por alguna razón no podía mentir, asentí con vergüenza. De un rápido movimiento cogió algo a lado de su mesa de noche.

- Pero eso no tiene importancia solo fue un simple¡AHHH.. SÁCALO!-exclamé esto último cuando su pene ahora lubricado se comenzó a introducir en mí.

Llevaba tiempo sin hacerlo, sentía que me iba a partir en dos, no se detuvo se introdujo todo en mí.

- Bien que querías esto y ahora quieres que lo saqué-su voz y su mirada no me gustaba para nada.

Estaba enojado.

- No te enojes, eso solo se sintió bien porque imaginé que eras tú qué lo hacías-confesé.

Ari acercó al rostro al mío.

- No quiero que nadie te toque, estoy a punto de encerrarte aquí para sólo tenerte para mí...nunca había sentido esto y estoy muy confundido sé que no eres mi propiedad, no eres un objeto, eres mi novio pero me siento celoso de todo el que se te acerque –su nariz tocó la mía.

Toque su mejilla.

-Soy tuyo, sólo te quiero a ti por eso confia que mi lealtad hacia ti-le pedí.

Nunca traicionaría a alguien que quiero, yo no soy así.

-Te amo-dijo antes de besarme.

Sus labios son los únicos que quiero besar, el beso se volvió más apasionado cuando varios gemidos se comenzaron a escapar de mi boca por sus rápidas y profundas penetraciones.

Dolía un poco las embestidas pero el placer era más intenso, no podía contener mis gemidos ni él los suyos,extrañaba esto, ser uno solo.

No podía evitar pedir más justo cuando sentía que el placer estaba en su punto máximo, me estremecía antes sus besos y sus movimientos.

-Más...- pedí

Sus movimientos fueron más rudos y profundos, no pude evitar venirme sin siguiera tocarme.

Me acerqué a él y lo bese, fue un beso más lento y dulce, su lengua acariciaba mi labio esperando para introducirse en mi boca. Me separé de sus labios dejando un pequeño hilo de saliva entre nosotros.

-Aún estás excitado ¿Otra ronda?–dije maliciosamente mientras acariciaba su miembro.

Él negó, dejo un beso en mi frente y se levantó dejándome ver su cuerpo, mi novio sí que esta precioso.

-Recuerda tu herida no hay que pasarnos- me recordó-Y deja de mirarme el culo- me advirtió cuando se volteo.

Me reí, no podía evitarlo tenía un trasero firme y duro a diferencia del mío que no tenía nada de firme.

-Yo miro lo que es mío...un día de esto sería bueno ser yo el que te haga gemir-propuse.

El castaño  negó de inmediato.

-Sigue soñando, vamos a bañarnos mejor para que se te baje la calentura-exclamó.

Me levanté de la cama y sonreí con malicia, me acerqué a él y le pegue una nalgada.

– Algún día ese culo va ser mío– dije mientras subía y bajaba mis cejas.

El castaño me agarró de la cintura y me dio un beso en la mejilla antes de bajar sus manos por mi trasero haciéndome gemir.

- Tienes mucha imaginación pero está claro quién es el que muerde la almohada aquí- dijo con superioridad.

Próximo capítulo:16/04/2024
Fin del maratón.
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