Jimin dio un sorbo a su agua, y tomó otros palillos para seguir comiendo de su plato, con una velocidad en cada uno de sus movimientos.

—¿Qué fue eso? —preguntó Jongsuk, dejando de lado su comida.

—¿Qué? —preguntaron los mayores al unísono.

—Eso. ¿Desde cuándo está esa confianza?

—¿Cuál confianza? —preguntó Jimin con una risa nerviosa.

Deseaba que la tierra lo tragara y escupiera en otro país en ese preciso instante.

—Papá, casi le dabas de comer en la boca al señor Jeon —habló Jarin, notando que Jungkook no decía nada, pero es que ni siquiera él encontraba una excusa para ayudar a Jimin.

Jimin pisó el pie de Jungkook, pidiéndole ayuda, pero no llegó, así que tuvo que arreglarlo a solas.

—Así soy, amor —se defendió—. A Hoseok le he dado de comer igual.

—Sí pero es Hoseok. Tu amigo de hace años.

Jimin negó e hizo un gesto desdeñoso con sus manos, restándole importancia. Tenía que verse lo menos nervioso posible o jodería más las cosas.

—Te equivocas, amor. Cariño —llamó a Jongsuk—, ¿ya probaste esto? —el menor negó—. Es delicioso, prueba —copió la misma acción que estaba por hacer con Jungkook, saliendo así de su idiotez. El menor no se negó, asintiendo con lo que Jimin le dio—. ¿Es bueno?

—Muy bueno —asintió.

—No hay ningún trato especial, ¿ves? Soy igual con todos —se defendió y trató de continuar comiendo, aunque de vez en cuando le dedicaba miradas asesinas a Jungkook por no haberlo ayudado a buscar alguna mentira para contar.

—Pero usted nunca... —Jongsuk guardó silencio cuando el celular de Jarin empezó a sonar.

La menor tomó la llamada en la mesa. Sonriendo. Jimin frunció su ceño, podía escuchar la corta llamada de su hija.

—Hola. Ahora no puedo hablar porque estoy en una comida, pero te devuelvo la llamada, ¿sí? —asintió—. También te extraño. Adiós.

Jimin se acomodó en su lugar, tomando un poco más de su comida.

—¿Quién era, amor?

—Taeyong, dijo que quería hablar conmigo —respondió indiferente, lo cual, no fue de la misma forma para los mayores, quienes se tensaron en el momento que escucharon ese nombre.

Jungkook forzó su mandíbula, Jimin hacía puños sus manos por debajo de la mesa debido a los nervios que comenzaban a consumirlo. Si su ex-novio quería hablar con su hija, seguramente era para hacerlo quedar mal frente a ella con la "relación" que tenía con Jungkook.

—¿Sigues hablando con él? —preguntó Jeon con fingido desinterés.

Jarin asintió con una sonrisa.

—Sí, me caía bien —Jongsuk le sonrió a su novia—. Pero desde que papá y él terminaron no habíamos hablado hasta hoy.

Jimin tragó con fuerza, agachando su cabeza. ¿Qué podía hacer para prohibirle hablar con Taeyong y evitar una pelea?

Sabía desde un inicio que estaba mal si la ocultaba a su hija las cosas.

Jungkook pasaba su lengua por sus labios, recordando la relación que Jarin y Taeyong llevaban. La forma en que Jimin le explicó a la menor que terminó con él, con una realidad modificada.

Tomó su celular por debajo de la mesa, tecleando el chat de Jimin.

Jungkook:
Qué le dijiste a Jarin de Taeyong?
Cuando terminaron. Le dijiste que le fuiste infiel conmigo?

Jimin:
No.
Solo le dije que terminamos mal por algo más aparte de no sentir nada por él, y ya.

Jungkook:
Ok.

Tal vez no le caería del todo bien a Jarin al meterse en eso, pero si es que todo jugaba a su favor. Tenía una perfecta razón para hacer que ella dejara de hablar con Taeyong.

—Seguro quiere arreglar las cosas con tu papá —mencionó fingiendo interés en su comida, aunque el verdadero interés estuviera en las reacciones de ambos menores.

—¿Querrá volver con él?

Jimin frunció su ceño, confundido por lo que Jungkook decía. El castaño asintió.

—Yo creo. Además no quisiera quedar mal contigo.

Jarin frunció su entrecejo, sin saber a dónde iba Jungkook, sin embargo, tanto Jungkook como Jimin sabían a dónde iba a parar esa conversación.

—¿Por qué? ¿Le hizo algo a papá?

—¿Le hizo algo a usted, señor Park? —Jongsuk se unió, con evidente enojo en sus facciones. Le había tomado demasiado cariño al mayor como para enojarse si le hacían algo que lo dañara.

Jimin negó y frunció sus labios. Sin saber qué decir, y qué no.

—No es nada.

Jungkook alzó ambas cejas.

—Si para usted no es nada que lo engañen. Entonces sí, no es nada.

—¿¡Taeyong te engañó!?

Jimin asintió con la cabeza gacha.

Jungkook supo qué más agregar para que la hija de Jimin no creyera más si Taeyong se atrevía a decirle algo de ellos.

—¿Por qué no nos dijo nada? —Jongsuk suspiró con pesadez.

—No quiso hacer grande el problema, después de todo no estaba muy cómodo —bajó su mano hasta tocar el muslo de Jimin, recibiendo una pequeña sonrisa de su parte—. En las vacaciones de Ibiza, Taeyong lo llamó por accidente y se escuchaba que estaba con alguien más —ambos menores entendieron a lo que Jungkook se quiso referir, abriendo sus ojos de par en par.

—Eso hizo que tomara el valor de terminarlo —agregó Jimin.

—Claro que como Jimin lo supo y le reclamó, e igual yo... ahora Taeyong quiere estar bien contigo, y no me sorprendería si quiere dejar mal parado a tu papá con alguna mentira para salir limpio él.

Fue entonces donde Jungkook se relajó en el respaldo del asiento, cruzándose de brazos al ver a Jarin sumamente enojada por lo de Taeyong. Jimin estaba nervioso y Jongsuk intercalaba su mirada entre ambos Park.

Jarin sacó su celular de su bolso, tecleando la pantalla con velocidad. Jimin trataba de seguir sus movimientos, Jungkook igual. El único que podía ver, era Jongsuk, quien sonrió cuando ella dejó su celular de lado.

—Bien, está bloqueado. Taeyong no tendrá cómo saber de ti y ni de mí. Maldito infeliz —habló con enojo.

Jungkook apretó sus labios para evitar formar una sonrisa de oreja a oreja, satisfecho con su trabajo. Jimin rascó su nuca, aún sintiéndose un poco nervioso por su hija.

not you again, please › kookminOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz