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*Dalia perspectiva*
Luces, ropa corta, tacones, brillos
Así se podía describir un club de bailarinas, donde pagaban por verte bailar o por tenerte toda una noche
Nunca era interesante, los hombres que iban no eran la gran cosa. Pero un grupo de hombres entraron al club llamando la atención de todas las chicas
—¿En serio nos trajiste a un club de bailarinas?— cuentiono un hombre de unos treinta años mientras miraba el lugar con asco
—No seas aburrido Enzo, sos un viejo amargado— habló un ruliento sin soltar su celular
Parecía un debate entre el grupo. Algunos querían irse y otros querían quedarse y disfrutar
Una de mis amigas y compañera se paró a mi lado e interrumpío mis pensamientos
—¿Viste esos pibes?— pregunto con una sonrisa coqueta al no despegar su mirada de un morocho
—Si, tienen pinta de chetos— mi atención se la había llevado un rubio,alto y con cara de nene pero se veía maduro
—El morocho es mío— dijo Lisa de manera posesiva, refiriendose al morocho que vió desde que entró
—Todo tuyo, yo me quedo con el rubio— no se que tenía pero no podía dejar de verlo. Se veía tan lindo e inocente
—Vico— la llamé— Anda a llevarle para tomar, a ver si se sueltan un poco más
Era gracioso ver como estaban todos tiesos sentados y algunos ni se animaban a ver a las chicas con ropa corta
Vico le alcanzó bebidas alcohólicas y pude ver como el grupo se iba soltando cada vez más y ya no parecían tan tensos
Sin darme cuenta, estaba rodeada de todas mis compañeras y todas estaban igual que yo, habían quedado enamoradas del grupo de chicos
—¿Vamos?— habló Sofi insegura de si acercarse al grupo de chicos y ven si cazaba algo
—Yo no se ustedes, Pero el alto es mío— Lucia estaba enamorada de un alto ruliento y parecía ser el menor del grupo
—Vamos después del show, ahora se nos hace tarde— dije acomodando mi pelo y todas nos preparamos para bailar
Las luces violetas y azules rodeaban todo el club, dándole un ambiente más sexual y excitante
Mis tacones altos resonaban por todo el piso y mi ropa corta me daba un aspecto más provocativo para los hombres que me veían
Sentía las miradas de muchos hombres, pero solo me concentre en caminar hacia el escenario y sentarme en la silla que se encontraba en forma dispersa
Las música seductora y lenta empezó a sonar y con mis compañeras empezamos a hacer la coreografía de la forma planeada
