capítulo 7

2.1K 72 6
                                    

"Pelea"

*Rosina perspectiva*

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

*Rosina perspectiva*

¿Enojada? No, lo que le seguía.

Estaba enojadisima con Esteban, tres días seguidos en los que salía de noche supuestamente con los amigos

Yo no le creo una mierda desde que encontré un condón en el bolsillo de unos de su pantalones.

Las cosas no iban bien entre nosotros, peleamos casi todos los días y nos nos hablábamos durante todo el día después de las peleas, ya ni nos mirábamos pero eso no era lo que me molestaba

Me molestaba porque hace tres días me había prometido estar todas las noches conmigo para hacerme compañía.
Yo presentaba un grave problema de depresión tras la perdida de mi hermana

Esteban estuvo junto a mi durante todo mi tiempo de luto. Y no me molestaba que saliera con los amigos, pero ya olvidarse de nuestro aniversario era demasiado para mí

Ahora eran las 12:00 de la noche y yo como una boluda esperándolo.
Mi cuerpo estaba apoyado contra la pared mientras veía a través de la ventana, había una lluvia torrencial afuera y estaba preocupada por él

El sonido de la puerta abriéndose me hizo soltar un suspiro de alivido al saber que Esteban estaba bien

—¿Que haces todavía despierta?— Pregunto desconcertado, para pasarme de largo y agarrando una toalla para sercarse

—Te estaba esperando—conteste con un notable mal humor por su actitud

—No hacía falta que me esperas— Afirmó para sentarse en el sillón y darme la espalda

Lo mire con mi peor cara de orto y me ahorre todas las puteadas que le estaba deseando en mi cabeza

—¿Y? ¿Te divertiste con los pibes?— dije cambiando de tema y tratando de aligerar el aire

—Si, estuvo bueno, nos cagamos de risa un rato— No me dió mucha explicación y soltó un suspiro pesado como si algo le molestará

—Bueno si no me querés hablar no me hables— conteste enojada para caminar hacia nuestra habitación

—Ya vas a empezar con lo mismo— Dijo frustrado para acariciar su cara de manera brusca

—¡Si Esteban voy a empezar con lo mismo!— Grite enojada manteniendome en el mismo lugar

No me gustaba pelear con él. Solo quería que volvamos hacer lo de antes, pero parecía que todo era mi culpa.

—¡¿Y ahora porque te enojas?!—Me Respondió de la misma manera para pararse bruscamente del sillón

—¿Por qué me enojo?— respondí con sarcasmo— Te la pasas todas las noches afuera y yo no te creo una mierda de que salís con tus amigos— reclamé

—¿Que estás insinuado? ¿Que te meto los cuernos con otra?— Dijo exaltado y sin poder creer lo que pensaba

—El otro día encontré esto— camine hacia él y le tire el condón que había encontrado en su pantalón— ¿Que es esto?- le pregunté para saber si me respondia con la verdad

—Un forro— dijo sin entender— ¿Y que tiene que ver esto con que te meto los cuernos?— Exaltado tiró el condón al piso

—¡Nosotros no cogemos con forro!— Grite de forma enojada sin dejar de mirarlo

—No es nada, me lo dieron el otro día en la calle— apretó sus dientes enojado y no dejo de mirarme a los ojos

—Si claro- dije dándole un sonrisa cínica— ¿Y porque lo tenías en el pantalón que usaste para salir el otro día?- Cambie mi sonrisa para reemplazarla por una furiosa

—¿Vos sos estúpida o estás mal de la cabeza?— Su tono de voz era fuerte y enojado lo que me hizo temblar en mi lugar

Me quedé dura en mi lugar y él solo me dió la espalda para caminar hasta la cocina y dejarme sola

Era normal que siempre huyera y no diera la cara

—¡Si, dale, andate como lo haces siempre hijo de puta!—Lo putee enojada para caminar con pasos ruidosos hacia nuestra habitación

—¿Que me dijiste?— Me confrontó para seguir mis pasos

—Andate como siempre cagón— le respondí sin miedo y me senté en la cama para ponerme mis botas, no me iba a quedar acá

—¿Que haces?- Me pregunto sin entender porque me ponía mis botas y tomaba un abrigo

—Me voy a la mierda porque ya no aguanto estar más aca— cuando termine de ponerme mi abrigo lo pase por al lado y camine hacia la puerta de entrada

Sentí sus pasos seguirle de forma apresurada pero no lo espere y solo tome las llaves para caminar por el largo pasillo del edificio

—Veni para acá Rosina— exclamó sin dejar de seguirme lo que hacía que apresure más mi paso— Mírame cuando te hablo, ¿Vas a salir con esta lluvia?— me preguntó para tomarme del brazo y tenerme frente suyo

—Vos no te haces ningún problema para salir con este clima, yo menos— dije para soltarme de su agarre y dejarlo atrás

Escuche sus gritos de llamados hasta la recepción donde me perdió de vista y yo me fui por las calles de Buenos Aires con tremenda lluvia y viento

No me aguante más y empecé a soltar lágrimas que se convirtieron en un llanto fuerte, me abrace a mi misma sin dejar de caminar y agache mi cabeza tratando de ignorar a cualquiera que me mire

Me dolía, pero más me dolía las peleas con Esteban. Él tenía razón, él no tiene porque aguantar a una depresiva que no maneja su vida

La lluvia camufló mis lágrimas pero no el dolor que sentía. En un momento mis pasos se hicieron lentos al no poder seguir caminando y ahora temblaba del frío por la lluvia tan húmeda y fría

¿Y a quien tenía? Mis papás no vivían acá, mis amigas no tienen porqué aguantarme y aunque me doliera Esteban era la única persona que tenía

Derrotada me senté bajo el techo de un negocio y solo pude ahogarme en mi llanto mientras tapaba mi rostro con mis manos así estuve por unos minutos

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no sentí unas manos, las cuáles ponían un enorme abrigo sobre mis hombros refugiandome del frío

Al levantar mi rostro pude ver a Esteban con un rostro preocupado pero con una sonrisa de alivio por encontrarme

—Vamos amor— dijo para ayudarme a pararme— Vamos a casa te vas a enfermar— dijo y sin importar la lluvia me resguardo en sus brazos

El beso mi cabeza antes de empezar a caminar en dirrección al departamento. Durante el camino controle mi llanto y mi respiración se hizo más tranquila

—Perdón— hable durante todo el camino— Perdón por decir que me metias los cuernos— dije apenada, obviamente confiaba en el pero el enojo del momento me hizo decir esas cosas

—Perdoname a mi beba, tuve que haber estado con vos en tus momentos difíciles— respondió también apenado

Ambos nos perdonamos y caminamos abrazados hacia el departamento. Al llegar hablamos por horas de nuestras inseguridades y lo que nos dolía uno al otro

Al final nos dimos un tierno beso como disculpa y nos fuimos a dormir abrazados después de mucho tiempo

             Fin.



"one shots Esteban kukuriczka"Where stories live. Discover now