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*Vera perspectiva*
Estaba muy nerviosa. Iba a conocer al hombre que me tenía enamorada desde hace un año
Esteban y yo nos conocimos por Tinder, al principio todo empezó por broma mía para ver qué pasaría si me abría una cuenta en Tinder.
Me salió mal, porque me termine enamorando de un hombre que vivía en otro continente. Esteban vivía en Argentina y yo vivía en Francia.
Mi mamá era argentina y mi papá francés. Por lo que viví toda mi vida en Francia pero cada vez que podíamos íbamos a Argentina para ver familiares
Ahora Esteban estaba rodando una película en España y se nos ocurrió la idea de conocernos ahí, ya que nunca nos vimos en persona. Literalmente somos novios y nunca nos vimos en persona, y recorrí 1377 kilómetros para verlo
Casi me hago pis encima cuando llegue al lugar de encuentro, hice un repaso mental en mi cabeza recordando como era en las videollamadas que hacíamos de noche
Hasta que diviso a un hombre alto, de pelo rubio y pecas en su rostro. Con entusiasmo camine hacia él y nos quedamos frente a frente con una sonrisa boba en los labios
—Vera— saludo con una sonrisa—Sos hermosa en persona— dijo nervioso y yo me morí de ternura al verlo dudar si abrazarme o no
—Hola Esteban— dije con una sonrisa nerviosa y él se aproximó hacia mi para abrazarme por la cintura
Abrace su cuello y me rei en mi cabeza por la diferencia de altura que teníamos, tanto así que tuve que pararme de puntitas para poder abrazarlo
Nos separamos levemente y nos miramos con una sonrisa, no me espere que me deje un tierno beso en mis labios. Fue tan lindo, porque fue nuestro primer beso después de un año de novios
—Te ves más lindo en persona— Dije tomando su mano para empezar a caminar con destino a la cafetería en la que tendríamos nuestra cita
—Vos sos hermosa— me contestó para mirarme— En persona te puedo ver mejor las pecas— con su mano libre acaricio mis mejillas y yo me sonroje por su toque
Nos reímos durante todo el camino a la cafetería y no soltamos nuestras manos hasta que entramos al lugar
—Permitime linda— Esteban corrió la silla para mí y poder sentarme, basta era un dulce este hombre
—Sos tan bueno kuku— Sonreí como enamorada y el tomo mi mano por encima de la mesa para acariciarla levemente
—Me tenés enamorado— confesó para besar mi mano
—Vos me tenés enamorada— confesé riendo y el también rio conmigo
Rápidamente nos atendió la mesera y nosotros ordenamos para merendar. Hasta que vino la mesera con nuestra orden
