Capitulo 35

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-Ven, déjame secarte- le dije a Percy cuando llegamos a la playa y salimos del agua.

El abrió sus brazos y cerró sus ojos mientras sonreía. Evaporé todo el agua que tenía en su cuerpo y sequé también su mochila con sus cosas.

-Pareces muy feliz de estar aquí- comenté al ver una gran sonrisa en su rostro.

-Pues claro, al fin llegamos y no tendré que seguir nadando lo que fue agotador y más junto con esa anguila gigante- tomó mi mano y la entrelazó con la suya- además tengo una gran compañía.

-Entonces eres muy afortunado- vacilé.

-Lo soy- reímos.

-Vamos quiero presentarte a alguien, si es que sigue aquí- dije pensando en si tal vez Derek se había ido- también tienes que dormir- balancee nuestras manos.

Antimus se había quedado cerca de la isla, luego le llevaría comida. Le dije que no provocara un escándalo así que debe estar oculto o explorando la zona.

-Puedo aguantar un rato más.

-No te hagas el machote- le reproché- se nota que estás cansado. Te conseguiré un lugar cómodo donde descansar- besé su mejilla.

Paramos de caminar frente al castillo y mi expresión cambió. Recordé que ya no era bienvenida en este lugar pero todas mis cosas estaban en mi habitación que pues ahora ya no es mía.

¿Dónde nos quedaremos ahora? Mi casa sigue destruida.

-¿Todo está bien?- asentí- quien vive aquí.

-Nadie importante, yo me quedaba en este lugar- hice una mueca- no me pueden ver pero debo entrar para buscar mis cosas.

Apreté un poco su mano y con mi mano libre hice un puño que con un poco más de esfuerzo podía volvernos a ambos invisibles.

-No hagas ruido y sígueme- susurré antes de adentrarnos al castillo.

Subimos rápidamente y con cuidado a mi habitación. Abrí la puerta y esta estaba totalmente vacía.

-Pero que...- nos volví visibles y cerré la puerta- ¿Qué paso aquí?- murmuré.

-Yo me llevé tus cosas- dijo una voz que reconocía perfectamente mientras abría la puerta.

-Derek- solté la mano de Percy y fui a abrazar a mi amigo, él me levanto del suelo y sonrió al decir que estaba feliz de verme.

-¿Cómo sabias que estaba aquí?- pregunté cuando nos separamos.

-No es por nada pero... hueles a pescado- puso su mano junto a su boca y trato de susurrarme lo último pero no le funcionó muy bien- además reconozco muy bien tu olor.- tome el cuello de mi camiseta y la olfatee. Necesito un baño de burbujas. Me gire a Percy.

-Percy él es Derek, la persona de la que te hablé y Derek él es Percy Jackson el hijo de Poseidón.- los presenté. Percy hizo un saludo moviendo su cabeza, Derek solo lo miró frunciendo el ceño, como siempre.

-¿Qué le has hecho a mis cosas?- rompí el incómodo silencio que se había formado.

-Las moví a mi departamento, alquilé un lugar cerca de aquí también a la orilla de la playa así que seremos vecinos de los príncipes.

-Al menos no nos tendremos que quedar aquí- me encogí de hombros.

-Debes estar cansada, vamos.

Tomé la mano de Percy y nos volví invisibles de nuevo.

-Por qué... olvídalo no preguntaré- Derek abrió la puerta y nos fuimos caminando por los pasillos.

-Derek ¿has sabido algo de Kate?- lo abordó Edward en el camino con los demás príncipes.

-Nada que les importe- dijo cortante y siguió caminando.

-Oye espera- mi amigo rodó los ojos.

Yo solo estaba viendo lo que pasaba junto a Percy, él ya sabía toda la historia así que apretó mi mano tratando de darme apoyo.

Esmeralda pasó junto a mí, atraída por el alboroto que habían formado los príncipes que tenían una pequeña discusión con Derek pero ella se detuvo frunciendo el ceño.

Claro, las sirenas pueden sentir la presencia de las demás aun si están invisibles pero me sorprende que ella pueda hacerlo.

-¿Kate?- miró en mi dirección, rodee los ojos. Ella estiró su brazo y me tocó.

Esto era inútil, ya me había descubierto. Me volví visible.

-Sabía que eras tú- sonrió orgullosa.

-Oh vaya que gran descubrimiento- dije irónicamente y todos nos prestaron atención.

-Kate, estas aquí- dijeron los príncipes, yo solo los ignoré.

-Y dime, te has divertido estos días tratando de imitarme- le dije- porque vaya que te debes esforzar para tener un 10% de mis capacidades. Creo que ni alcanzas el 5%- ella apretó su mandíbula.

-Pues que te puedo decir, ya domino mis poderes, tengo al chico de mis sueños y todo lo que quiero y que tú nunca tendrás ¿Qué más puedo pedir?

-Un cerebro tal vez o una buena personalidad también serviría- le di una sonrisa falsa.

Miré a Percy, nuestras manos seguían entrelazadas y el acariciaba mi mano con su pulgar tratando de tranquilizarme.

Ahora todas las miradas estaban posadas en nuestras manos.

-Parece que solo viajaste para conseguirte un chico nuevo- comentó Esmeralda- Que zorra.

Besé a Percy frente a todos, el con gusto me siguió el beso. Cuando nos separamos miré a los demás.

-Sí, y ¿sabes qué? No podría conseguir a alguien mejor- dije esta vez enfocando mi mirada en Peter y Caspian, sonreí mirando al semidiós junto a mí y el me imitó.

Me gustaba fastidiar a Esmeralda, alguien tiene que darle su merecido a esta princesa mimada ¿no?

La expresión de Esmeralda era de sorpresa y enojo, al igual que la de los príncipes pero Peter tenía especialmente una expresión que me dejo confundida, se sentía ¿dolido? Derek simplemente estaba igual que siempre, serio.

-Vámonos Derek- di otra sonrisa falsa antes de irnos los tres de ese sitio al nuevo departamento de Derek.

Volví a ver mi mano entrelazada con la de Percy.

¿Qué rayos estoy haciendo?

Nunca debí iniciar esto, estoy desviándome de mi misión.

No debo poner mis sentimientos por encima de nada.

¿Debo desconectarlos? Eso me volvería un monstruo pero es lo correcto.

Dejaré que Katherine se haga cargo de todo desde ahora.

Llegamos al departamento, Percy fue a dormir un poco, yo tomé una hoja, un bolígrafo y le escribí algo a Derek en ella.

Me senté en una silla después de dejar la nota en la mesa principal del departamento de Derek.

-Kate ¿qué haces? Estas rara.

Cerré los ojos y di un gran suspiro.

Ya estaba lista.

Sentí cuando Derek tomó la nota y la leyó.

-Kate ¿qué significa esto?- fijo su mirada en mi- No, no lo hagas.

Sentí que me iba por un momento pero luego volví con una sensación extraña en todo el cuerpo.

-¿Kate?- Derek se acercó. Abrí los ojos.

-Que ¿Nunca aprenderás a diferenciarnos?- sonreí.

-Katherine...

El retorno [ADUS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora