Capitulo 23

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Fue un alivio no encontrar a Damon en la habitación. Salí de mi cuarto, me dirigía a la playa, iré a nadar un rato y a pescar algo. Con la cola volvió mi gran apetito, además practicaré un poco con mis poderes.

-Hey chicos- me acerque a los príncipes que se dirigían al comedor.

-Hola- dijeron al unísono y luego rieron al escuchar su sincronización.

-Necesito ayuda esta noche- les susurré.

-¿Para qué?- dijo Ed de la misma forma.

-Luego les explico pero vayan a mi habitación apenas se oculte el sol. Esto es serio- ellos asintieron.

-¿A dónde vas?- pregunto Peter ya normalmente.

-Iré a nadar un rato y a pescar- sonreí.

-Oye- me tomo del brazo y camino unos pasos- sobre lo de anoche...

-Luego hablamos de eso ¿sí? Tengo prisa. Ah y ten cuidado, dale a los chicos esto- saque una ramita de verbena de mi bolsillo trasero- hiérvelo en agua y luego se lo toman pero por favor, no tarden en hacerlo.

-Está bien- dijo confundido, se lo entregué.

-Vuelvo en un rato- me despedí y fui a nadar.

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-Extrañe mucho esto- suspire aliviada mientras flotaba en el estanque.

Ahora que todo se arregló mi manada podrá volver y todo regresará a la normalidad.

O eso espero.

Mientras estaba en la cueva practiqué uno de mis poderes, evaporaba algunas cantidades de agua dejando todo el lugar con niebla.

Este poder es muy práctico a la hora de secarse la cola y más cuando estas apurada.

Se estaba haciendo tarde y tengo que preparar mi habitación para esta noche, en unas dos horas saldrá la luna llena y es muy peligroso esta fuera en mi estado actual.

Nade lo más rápido que pude, llegue al castillo y subí directamente a mi habitación.

Al entrar me llevé una no muy linda sorpresa.

-¿Por qué sigues aquí?- cerré la puerta detrás de mí.

-Dijiste que no me querías ver cuando salieras del baño no que me fuera- aclaró Damon.

-Vete- dije seca.

-Hieres mis sentimientos- se hizo el ofendido. Suspire cansada.

-Dime ¿Cuál es la verdadera razón de que estés aquí?- me cruce de brazos y lo mire seria.

-Pues mira... tengo un problemita- hizo una señal con su mano indicando que era diminuto.

-¿Por qué será que pienso que no es tan pequeño como dices?- dije para mí misma en un suspiro.

-Unos cazadores me persiguen y como tu estas entrenada, armada y eres una asesina de seres sobrenaturales podrías ayudarme.

-¿Qué te hace pensar eso?

-Tu colección de armas por ejemplo- se apartó de la mesa y me dejo ver la mayoría de mis armas sobre ella.

-No puedes revisar mis cosas- me acerque rápido a la mesa y las guarde rápidamente en  mi bolso.

-Entonces...

-Mira, te ayudar pero se me hace tarde...- miré por el balcón de mi cuarto- ¡Rayos! Muy tarde.  Rápido, esconde las armas- corrí a cerrar el balcón con llave- no quiero perder la cordura y matar a todos- murmure.

El retorno [ADUS #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora