Fue un alivio no encontrar a Damon en la habitación. Salí de mi cuarto, me dirigía a la playa, iré a nadar un rato y a pescar algo. Con la cola volvió mi gran apetito, además practicaré un poco con mis poderes.
-Hey chicos- me acerque a los príncipes que se dirigían al comedor.
-Hola- dijeron al unísono y luego rieron al escuchar su sincronización.
-Necesito ayuda esta noche- les susurré.
-¿Para qué?- dijo Ed de la misma forma.
-Luego les explico pero vayan a mi habitación apenas se oculte el sol. Esto es serio- ellos asintieron.
-¿A dónde vas?- pregunto Peter ya normalmente.
-Iré a nadar un rato y a pescar- sonreí.
-Oye- me tomo del brazo y camino unos pasos- sobre lo de anoche...
-Luego hablamos de eso ¿sí? Tengo prisa. Ah y ten cuidado, dale a los chicos esto- saque una ramita de verbena de mi bolsillo trasero- hiérvelo en agua y luego se lo toman pero por favor, no tarden en hacerlo.
-Está bien- dijo confundido, se lo entregué.
-Vuelvo en un rato- me despedí y fui a nadar.
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-Extrañe mucho esto- suspire aliviada mientras flotaba en el estanque.
Ahora que todo se arregló mi manada podrá volver y todo regresará a la normalidad.
O eso espero.
Mientras estaba en la cueva practiqué uno de mis poderes, evaporaba algunas cantidades de agua dejando todo el lugar con niebla.
Este poder es muy práctico a la hora de secarse la cola y más cuando estas apurada.
Se estaba haciendo tarde y tengo que preparar mi habitación para esta noche, en unas dos horas saldrá la luna llena y es muy peligroso esta fuera en mi estado actual.
Nade lo más rápido que pude, llegue al castillo y subí directamente a mi habitación.
Al entrar me llevé una no muy linda sorpresa.
-¿Por qué sigues aquí?- cerré la puerta detrás de mí.
-Dijiste que no me querías ver cuando salieras del baño no que me fuera- aclaró Damon.
-Vete- dije seca.
-Hieres mis sentimientos- se hizo el ofendido. Suspire cansada.
-Dime ¿Cuál es la verdadera razón de que estés aquí?- me cruce de brazos y lo mire seria.
-Pues mira... tengo un problemita- hizo una señal con su mano indicando que era diminuto.
-¿Por qué será que pienso que no es tan pequeño como dices?- dije para mí misma en un suspiro.
-Unos cazadores me persiguen y como tu estas entrenada, armada y eres una asesina de seres sobrenaturales podrías ayudarme.
-¿Qué te hace pensar eso?
-Tu colección de armas por ejemplo- se apartó de la mesa y me dejo ver la mayoría de mis armas sobre ella.
-No puedes revisar mis cosas- me acerque rápido a la mesa y las guarde rápidamente en mi bolso.
-Entonces...
-Mira, te ayudar pero se me hace tarde...- miré por el balcón de mi cuarto- ¡Rayos! Muy tarde. Rápido, esconde las armas- corrí a cerrar el balcón con llave- no quiero perder la cordura y matar a todos- murmure.
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El retorno [ADUS #2]
FantasySegunda parte de Aventura de una sirena (Solo podrás entenderlo si lees el primer libro)