El Bosque De Los Recuerdos [Terminada ✔️]

7. La visión

-Nadeem

Abro la puerta del auditorio solitario y camino hacia el escenario. Ahora mismo, lo más seguro es que estés pensando: 

¿En serio estás en tu hora de descanso y en vez de estar jugando o haciendo tonterías con los demás, estás con un piano?En ese caso, sí. 

Con todo lo que pasó ayer y con lo de anoche, no tengo ganas de estar en una sala llena de tíos y tías que solo buscan atención metiéndose con los débiles.

Acomodo la partitura de mi canción favorita en el piano, estiro los dedos y entonces doy comienzo. Las notas del principio son muy sosas, pero luego, el sentimiento que llego a tener con esta obra es inalcanzable. 

Cuando comienza la música continua, es inevitable tambalearme de un lado para otro.Cierro los ojos y por mi cabeza vienen recuerdos del pasado, tanto las buenas como las malas. 

El timbre suena, pero yo sigo tocando. La música es mi única escapatoria; es como si ahora mismo solo existiéramos el piano, las notas musicales volando por el auditorio y yo.

Se me viene a la cabeza cuando conocí a Brian en la última parte de la canción y sonrío. 

Es algo que nunca me ha pasado al recordar algo. Cuando la canción finaliza, recojo rápidamente la partitura y justo cuando voy a salir por la puerta, escucho a alguien acercarse por detrás.

—Tocas muy bien, una de mis obras favoritas —dice una voz desconocida.Me giro y veo a un chico pelirrojo en forma y con los ojos marrones. Me saca como dos cabezas y aparenta mi misma edad.

—Gracias, pero ¿quién eres tú? —pregunto, forzándome a sonreír. 

Él se acerca un paso más a mí y me mira.

—Trevor Newton. Soy el hijo de la tía de la directora —hace una pausa y sigue—. ¿Y tú quién eres, chica del piano? —añade, haciendo que frunza el ceño.

—Soy Nadeem Word Addams, y antes de que lo preguntes, sí, soy la sobrina de la directora —respondo fastidiada por cómo me acaba de llamar—. Y no me vuelvas a llamar así, es espantoso —añado con una mirada desafiante.

—Buen dato. Entonces nos vamos a llevar bien —dice, haciendo que sonría—. Pero por ahora, vamos a clases. Voy a la misma que la tuya y vamos cinco minutos tarde.

—Pues vamos —respondo.

Me doy la vuelta y él sale detrás de mí. 

La puerta se cierra con un sonoro sonido, y todo el mundo me mira al salir. Será por lo de ayer. Todavía tengo la mano vendada; menos mal que lo de la cabeza no se me ve por el pelo.Llegamos a clase y Mindy no para de mirarme con curiosidad en toda una hora. 

Después de las clases, me dirijo hacia mi habitación con Mindy. Cuando abro la puerta, me quedo paralizada. 

Una imagen como si fuera un recuerdo aparece ante mis ojos y no veo nada más aparte de ello. Es un bosque con cielo gris y hojas naranjas. 

Ando unos pasos y llego a un círculo libre creado por los árboles. Me escondo cuando veo a mi tía con...

—Luce, ya te he dicho miles de veces que Nadeem es peligrosa. Tienes que llevártela lo antes posible, antes de que Roderic Davis la mate —hace una pausa, traga saliva y sigue—. Sé lo mucho que la quieres; es tu hija, pero ya sabes el protocolo. Ella, cuando crezca, tendrá múltiples habilidades y no puedes hacer que la maten.

Espera, ¿qué demonios?

Mi madre me recoge de una cesta mientras que mi tía saca una daga de su vaina.

—No vas a matar a mi hija, Sirenia. La puedo mandar al lugar de los mortales —grita mi madre.

Me da un beso en la frente, abre un portal azul, y entonces me acurruca en la cesta, deja el grimorio que tengo toda mi vida conmigo y cruza la cesta por el portal. Lágrimas caen de sus ojos y un hombre alto, robusto, con pelo blanco platino y de mediana edad se apresura hacia mi madre.

—Oh, cariño, tranquila —es mi padre, le da un beso en la frente y después en la boca. Mis ojos detrás de los matorrales se ponen llorosos y entonces se escucha un ruido detrás de mí.

—¿Habéis oído eso? —exclama mi madre.

—Podría ser el jefe. Espera aquí —le tranquiliza mi padre. Él se acerca y yo doy un paso atrás, haciendo crujir una rama. Se aproxima más y entonces me ve.

—Ey, tú —dice gritándome. Me doy la vuelta y corro lo más que puedo, pero él me persigue, y de la nada, aparezco en una sala oscura. 

Parece una cripta, todo de piedra antigua, y veo los nombres.

"Luce Addams y Rubius Word, que descansen en paz."

Siento cómo cada músculo de mi cuerpo se tensa. Cierro los ojos durante unos segundos y escucho a alguien susurrar mi nombre una y otra vez.

Me doy la vuelta y hay una mesa de madera vieja con un libro. Instintivamente voy hacia él y toco su portada. Es mi grimorio. Este se abre a la misma vez que una luz azul se desprende en una página. 

Doy un paso hacia atrás en un pequeño grito y me vuelvo al darme cuenta de que sigue llamándome.

Me acerco más y cuando lo toco, todo se ilumina con esa luz azul intensa y llego a leer: Hidroquinesis.

—¡NADEEM! ¿¿¿ESTÁS BIEN??? —escucho gritar y abro los ojos. Estoy en el suelo, tirada todavía en el pasillo. Brian y Mindy están agachados y a mi lado. Cierro los ojos tocándome las sienes y asiento. Brian me da una mano y yo la cojo.

-Qué te ha pasado? Parecías estar muerta - declara Mindy.

-He tenido una visión - digo, todavía sorprendida. Me doy la vuelta hacia mi puerta y abro los ojos. - Tengo que ir a hablar con mi tía - digo apresurada.

-Ey, Nadeem - empieza a decir Brian. - Tienes sangre en la nariz.

-Joder, -susurro sin nada para quitármela.

-Aquí tienes, -dice Brian, al ver que no tengo nada.

-Gracias, -digo al cogerlo.

Cuando me dirijo hacia el jardín. Brian y Mindy me siguen. 

Me giro hacia ellos en la entrada del edificio principal.

-Puede que mi poder sea la Hidroquinesis - suelto sin pensar en las consecuencias. 

<<-Y también que tenga múltiples habilidades, como dijo mi tía. Y que tu padre, Brian, me quería matar. Pero no sé por qué. A veces me preocupa lo loca que estoy, -me digo a mí misma.>>

-Pero si prácticamente no existe, al igual que la Piroquinesis - exclama, Mindy sorprendida.

En ese momento Brian hace aparecer una llama en su mano.

-¡La hostia puta! - grita Mindy.